❝Cualquier pecado, al final del día, lleva al castigo❞.
-Romina Caleruega.
➝ 『El único personaje que me pertenece es Romina Caleruega. La historia se desarrolla en base a la serie Élite de Netflix y las escenas agregadas fueron creadas por mí.』
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I.IV — Debilidad y Vehemencia
—Las redes sociales son la forma que tenemos en la actualidad de presentarnos ante los demás, ¿no? Lo que mostramos o lo que ocultamos dice mucho de quién somos —explica Martín al frente de la clase.
Volteo a mi alrededor para comprobar que no soy la única que se encuentra totalmente aburrida y en efecto, veo que los demás están cada uno en sus propios mundos. Pero cuando me detengo en mi hermana, sigo su mirada hasta llegar con la de Christian. Genial, estaban jugueteando en clase.
Vale, que no había problema mientras los tres estuvieran de acuerdo, porque era su vida y ellos podían hacer lo que quisieran con ella. Es solo que aún no me podía acostumbrar.
—Y de esto va el trabajo que quiero que hagáis en parejas —pongo atención de nuevo. —Quiero que creéis el perfil de vuestro compañero o compañera para una red social.
—¿Pero esto no era una clase de lengua y literatura? —pregunta Samuel, enfocado.
—Bienvenido a Las Encinas, machote —le contesta su amigo, sonriente.
—Podemos demonizar las redes sociales como hacen otros centros, pero también podemos aprovecharlas para aprender. Aprovechad la oportunidad, investigad, indagad en el otro y sobre todo adecuadlo al objetivo que queréis cumplir, ¿vale? —termina de explicar. —¿Qué quieres, Christian?
—No, a ver, es solo una duda —exclama inclinándose sobre la mesa. —¿Yo qué puedo mejorar en mi perfil? Nada —se contesta a él mismo, con ego. —It's perfect.
—Créeme que se puede mejorar —habla Lu, haciendo pleito, como siempre. —Si Martín hablaba de inteligencia y privilegio, no hablaba de ti.
—¡Pimba! Y te la comes —bromea Polo y todos ríen. Yo le miro y él se da cuenta de lo que hizo, por lo que rápidamente me pide disculpas en silencio, las cuales termino aceptando.
—Chicos, venga —Martín pide nuestra atención una vez más. —Por favor, sed creativos. Utilizad fotos, vídeos, entrevistas, lo que queráis. Tenéis a vuestra disposición todo el material de la escuela.
En eso, suena el timbre y todos nos levantamos dispuestos a salir, pero Martín nos detiene.
—Eh, eh, eh. De aquí no os vais hasta que no me digáis quién es vuestra pareja, elegidla y venid a mi mesa —todos se levantan y comienzan a hacer sus equipos. Ander me voltea a ver y yo sonrío.
—Supongo que seremos tú y yo —dice mientras cierro mis libros y guardo mis cosas.
—No tengo otra opción —me encojo de hombros y él ataca con mi debilidad. Cosquillas. —¡Vale, vale! —exclamo pidiendo tregua. —Está bien, ricitos.
