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Todos habían venido, incluso el ocupado Steve había llegado acompañando de Bucky, claro. Rhodey también llegó y se enamoró de inmediato de los preciosos bebés. Pepper hizo acto de presencia junto con su esposo Happy, la rubia disimulo muy bien las lágrimas, pero para el bueno de Happy fue imposible. Había recibido muchos abrazos llenos de felicitaciones y fortaleza. Howard y María llamaban con frecuencia, y la buena de May se aseguraba que se estuviera alimentando correctamente.

Todos llegaban y preguntaban, y a todo los recibía con las mismas respuestas: que estaba bien, que todo seguía igual y que llamaría al primer cambio. Habían pasado tres días y Peter lo sentía como si fuera toda una vida. Agradecía la familia que tenía, porque no solo eran amigos, eran familia. Todos ellos preocupados por ellos, por los bebés, por él y por Tony, oh Tony.

Peter en su lugar, en un sillón algo duro, al lado de la camilla de Tony, repasaba los acontecimientos ocurridos, y sentía que revivía una y otra vez ese día. Todo pasó rápido si lo ve desde su nueva rutina. Y se autofelicita un poco por haber llevado las cosas despacio cuando todo parecía derrumbarse.

Todo había iniciado bien, según lo que Bruce le había contando horas después de ese día, y le parecía que desde ese día para hoy había pasado ya toda una vida. El hilo de sus pensamientos se rompe cuando recibe, lo que espera que sea la última, la visita de su amigo Wade. Este de inmediato le abraza y le entrega la maleta que sabe que contiene una muda de ropa más y comida, la riquísima comida que May le manda para que no coma mucho la comida del lujoso hospital. Wade le dice que se mira, literalmente, hecho mierda, viejo. Resopla y sonríe, su amigo no conoce lo que es un filtro y a veces lo agradece, recibe el cigarrillo que le ofrece y salen al balcón que la enorme habitación les brinda. Balcón que noto que estaba hasta su segunda noche en el hospital. Wade le dice que quiere saberlo todo, y que de pasó, saque todo lo que le atormenta. Así que le cuenta todo, una media catarsis podría ayudarle a conseguir algo de sueño y no sentir las noches tan eternas.

Todo empezó bien, se repite nuevamente, pero en plena operación se dan cuenta que uno de los bebés está presionando uno de los pulmones de Tony, casi obligando que la costilla lo perfore. Les toma más tiempo del que tenían para lograr removerlo sin causar mayor daño, pero el corazón del genio no resistió más y se detuvo, lo que ocasiona una cadena de eventos desafortunados: el cuerpo de Tony comienza a desangrarse y el reactor nuevo no estaba funcionando; se genera un paro respiratorio acompañado de un paro cardíaco, mientras uno de los médicos detiene la hemorragia, el otro se encarga de poner en funcionamiento nuevamente el corazón. Temen un accidente cerebrovascular, así que inducen un coma. Detienen la hemorragia, hacen funcionar el reactor y el corazón de Tony al mismo tiempo, todo en un solo momento, pero las pulsaciones quedan muy bajas. Antes de suturar notan que los pulmones del moreno contienen líquido, realizan el procedimiento correspondiente más rápido de lo normal, el órgano vital del genio es una bomba de tiempo y no puede soportar tanta presión.

Lo trasladan a cuidado intensivos, donde sufre un nuevo para respiratorio. Proceden a colocarle un respirador artificial para estabilizarlo, y afortunadamente lo logran. En las manos de los médicos no quedaba más que hacer, solo seguir la recuperación y esperar que despertara del coma para verificar que no haya mayor daño.

A las once de la noche es trasladado a su habitación, aún con el respirador, donde su pálido esposo lo espera. Y su presión va mejorando, igual que su respiración, pero no despierta, y los doctores temen que no lo vaya a hacer.

Peter se sorprende al ver que no ha llorado mientras cuenta la trágica historia, pero supone que es gracias al brazo de Wade que reposa sobre sus hombros. Su amigo le dice que Tony despertará, que no pasó todo eso para no ver a sus hijos, Wade lo dice tan seguro que Peter casi le cree. Pero no quiere dejar de ser realista, y sabe que la opinión de los médicos pueden convertirse en la realidad. Así que agradece las palabras, y agradece el cigarrillo también. Vuelve a su lugar, junto al Tony dormido que tenía ahora, habia palidez en su rostro, pero en la mañana le habían retirado el respirador, así que podría decir que se ve mejor que nunca.

Su amigo también pregunta por los bebés, por sus hijos. Peter le muestra las fotos que May le envía cada cierto tiempo y también le cuenta su travesía:
A los doce de la mañana de ese día, una enfermera le guía hacia el nursery y esta tan nervioso, que siente que sus piernas le fallarán antes de llegar. Se coloca la ropa que la enfermera le pasa, que incluía desde guantes hasta mascarilla, lo hace todo con manos temblorosas. Cuando entra a la habitación le inunda el olor que asocian a los bebés, y se dirige a las dos únicas incubadoras que tenían su luz encendida, y los ve.

Ve como duermen, al igual que su padre, ve sus pequeñas manitas y las diminutas uñas que le adornan. Le enfermera le pregunta si quiere cargar al pequeño que se ha despertado, no sabe cuánto tiempo lleva ahí de pie, así que asiente. Mientras la señorita va levantando al bebé, le explica cómo debe cargarlo y le encarga que la máxima seguridad debe ir detrás de la cabeza del mismo. Lo recibe con manos temblorosas y en su mascarilla queda atorada la primer lágrima, su bebé se mueve despacio y apenas abre sus ojos, no tiene un solo cabello en su cabecita y Peter siente el amor a primera vista por primera vez en su vida.

No se percató de las fotos que Wade le tomaba mientras contaba la historia,  cuando le recrimina este se defiende con "a Tony le encantará la cara que pones cuando hablas de sus hijos". La sonrisa es triste, pero es sonrisa. Le cuenta que al día siguiente fueron dados de alta por su excelente salud, que May y María habían llorado al cargarlos y se habían vueltas casi locas cuando les pidió que por favor los cuidaran, mientras Tony despertaba. Las mujeres le habían dicho que ni siquiera tenía que pedirlo, lo dijieron al mismo tiempo entre pequeños gritos de felicidad. Así que ellas estaban en su departamento, siendo las guardianas de los recién llegados Stark Parker. También le cuenta que los visitaba durante toda la mañana, y después de almuerzo regresaba con Tony. Le cuenta que duermen la mayoría del día y la noche, y le confiesa que teme que la fortuna de Tony no alcance para alimentarlos, porque realmente sabían lo que era comer.

Cuando Wade se va, también se marcha el buen humor que había conseguido tener con su larga charla. Vuelve a su lugar, y le lee a Tony la historia del niño que vivió y venció, era su saga favorita de todos modos, así que estaba casi seguro que el genio lo disfrutaba. Casi seguro.



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tengo que aclarar que no soy médico, así que los procedimientos médicos son resultado de mi vaga lectura sobre la medicina.
También le dedica este capítulo a la zorra de mi mejor amiga, que prácticamente la obligó a leerlo.

Decisión. [STARKER]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora