La Llanura.

904 30 6
                                    


El viento aúlla en la penumbra de la noche, acariciando fuertemente los pastos con su voz. Su eco resuena en toda la extensión de la infinita a la par que enigmática y, durante aquel siniestro crepúsculo, lúgubre llanura, en aquella parte del sur de Portuaria, donde los territorios de los elfos se mezclan con las posesiones de los estancieros, donde los fortines, erigidos a partir de pilares de bronce, forman una constante hilera, un escudo que protege a los pueblos que intentan nacer allí. Aquella oscuridad solo se apacigua levemente ante la tenue luz de la azulada luna, que endeble se filtra entre el muro de nubes que cubre el cielo nocturno.

El resplandor que aquel cuerpo celeste emana es más que suficiente para resaltar en todo su tétrico esplendor al grupo de jinetes que abandona una de aquellas fortificaciones, destrozada y en llamas, recorriendo el sombrío manto de la anochecida sobre majestuosos caballos alados, emulando en vuelo a un grupo de diabólicas brujas, en rumbo al aquelarre.

Unas robustas y ajustadas armaduras de cuero descansan sobre sus torsos, brazos y piernas, ocultando sus femeninas siluetas.En sus manos se hayan los instrumentos con los que redujeron la ruinosa fortaleza, carabinas y pistolas, así como todo tipo de armas de alargadas astas, cuyas moharras exhiben metales de los más diversos colores, y huesos de las más distintas formas, advirtiendo su mágica naturaleza. Sus rostros se hayan cubiertos por fúnebres máscaras blancuzcas, cuyas formas intentan emular los rostros de fantasmagóricas aves.

Detrás suyo, sobre los traseros de aquellos equinos, se hayan, maniatados como si fueran meras cabezas de ganado, un montón de jóvenes, ataviados con los uniformes del ejército provincial.

El espectral malón no tarda en llegar a una amplia y precaria tolderia, en el centro de la cual se haya una gran fogata,encendida para la salvaje celebración que va a tener lugar allí.




El CautivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora