Todos están parados fuera del palacio, a excepción de Luzbel y Rafael que están hincados junto a Kate intentando ayudarla a pararse.
Ahora que estamos lejos de oscuridad puedo ver las heridas que mi amiga tiene. Sus rodillas están raspadas, tiene rastros de sangre en el rostro y algunos signos de golpes en el resto del cuerpo.
Rafael la levanta cuando Luzbel le quita a Angelus de los brazos. Se quita rápidamente la sudadera y se la pone a Kate deprisa, pues sigue únicamente con la ropa interior puesta.
—¿Estás bien? — pregunto haciendo a un lado al arcángel y mirando a mi amiga.
—Lo estoy — asegura con voz débil.
—Voy a llevarla adentro, vayan con mi padre y avísenle que iré cuanto antes — pide Rafael cargando a Kate y yendo al palacio antes que nosotros.
Tomo a Angelus de los brazos de Luzbel y lo abrazo contra mi pecho.
—Pensé que realmente se los darías — le digo a Abaddon.
—Solo jugué con la situación, Uriel está tan cegado por sus deseos que no pone atención en pequeños e importantes detalles. Es presa fácil para cualquier persona que sepa aprovechar las situaciones.
—Gracias — dice Luzbel con sinceridad, y Abaddon se va luego de asentir como respuesta.
—Ve con Angelus, iré con los demás — le pido a Luzbel y me separo de él rápidamente.
La amenaza de Lilith sigue ahí, abierta para raptar a quien desee con tal de recuperar lo que cree que es suyo por derecho.
Y por más que pienso, no encuentro forma de evitarlo. No siempre vamos a poder salvar a las personas de ellos, algún día alguien va a pagar las consecuencias de algo que no es su culpa.
Tomo la delantera y soy la primera en llegar al salón, los presentes se callan y me miran esperando noticias.
—Todo esta bien — informo.
—¿Donde están Luzbel y Rafael? — pregunta papá.
—Luzbel fue a dejar a Angelus a la habitación. Rafael dijo que vendría en un momento.
—¿Qué ha pasado?
—Padre, tenemos que hacer algo para detener a Lilith. Esta vez raptó a Kate para conseguir de nuevo a Angelus. Seguirá haciéndolo hasta que lo consiga, y no podemos dárselo bajo ningún motivo.
Papá parece pensar mis palabras un momento, pues no me contesta pero mira al piso.
Tengo la esperanza de que me de una buena idea para mantener a todos a salvo.
—Gabriel — le llama y hace una seña para que se acerque a él.
Le susurra algo al oído, algo que no alcanzo a escuchar.
El arcángel asiente varias veces, y tras escuchar las órdenes, le hace una seña a Miguel para que le acompañe.
Ambos salen sin decir nada y nos quedamos en silencio.
—Todo estará bien, Lía — me asegura sin dar detalles, y sólo me queda confiar en su palabra.
Rafael entra de nuevo, y aunque creí que vendría con Luzbel entra solo.
—Rafael — menciona papá para que el arcángel le informe más.
—Bien, padre, tendremos que hablar de Kate ahora — decide nada comparado a cómo estaba cuando recién llegó, y viene con el dorso desnudo.
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Edén
Paranormal|Quinta parte de la obra "Luzbel"| La victoria del Apocalipsis fue justa, la guerra se ganó, pero, ¿cuánto se perdió a cambio? Un nueva era inicia, el mundo vuelve a levantarse, recuperando su inicial equilibrio. El cielo castiga a los culpables. T...