Escucho un zumbido muy agudo que pereciste por casi un minuto.
Poco a poco recupero el sentido de escuchar, sin embargo siento demasiado dolor en todo el cuerpo.
—Ya te dije que no me interesa — oigo la voz de Luzbel —, salvas a Lía o te largas de este lugar. Hablé con mi padre y le conté todas las cosas que nos hiciste durante tu estadía en el abrigadero, le dije que te perdonaría si la salvabas, de lo contrario te largas.
—Estoy harta de que siempre me amenazas para que le salve la vida — brama.
—¡Yo estoy harto de que busques cualquier excusa para que ella muera! Ya métete en la cabeza que jamás voy a estar contigo, ella esté viva o no, nunca voy a verte con cariño ni nada parecido. Ahora sálvala o te vas con Uriel.
—Está más muerta que viva...
—Tú vida depende de ella, y vaya que debes tomártelo como una amenaza.
Oigo a Luzbel alejarse y todo se queda en silencio por un tiempo.
—Maldita sea, qué voy a hacer — le escucho lamentarse entonces, pero decido quedarme como estoy.
Kristen comienza a llorar, cosa que me sorprende demasiado.
¿Está llorando? ¿De verdad?
Llora por... ¿por qué? Por salvarme, por no poder salvarme, por las palabras tan crueles de Luzbel... ¿por qué?
—Maldita sea, Lía, ¿puedes decirme cómo vamos a salvarte? Tienes tres hoyos en abdomen y una herida hasta el corazón. Me sorprende que sigas viva.
Vaya, escuchando eso hasta a mí me sorprende estar viva.
—Pero como no vas a estar viva — continúa —, podríamos sacarte el corazón y seguirías viva.
Que extremo, no estoy segura de que eso vaya a funcionar.
—¿Sabes algo? Ahora que estás dormida... — "dormida" —, sé que no puedes escucharme. Seguramente estás espiritualmente entre la vida y la muerte. Pero creo que es momento de decirte todo. Te tengo una envidia gigante... no solo por Luzbel. Desde que supe que llegarías tuve el deseo de conocerte, y antes de odiarte te admiré. Te me hacías... tan bonita, increíble, incomparable... luego Luzbel se fijó en ti y todo en mi mundo se vino abajo. Tantos años intentando llamar su atención y al parecer tú la obtuviste por el simple hecho de existir. ¿Cómo le llamamos a eso? ¿Injusticia? ¿O simplemente cada quien está con quien le corresponde? A veces me pregunto si me he aferrado a Luzbel ciegamente. Digo, siempre fue mi adoración, ahora me doy cuenta que es mi amor imposible. ¿Y sabes qué es lo peor de todo? Que después de que saliste de aquí y él se metió conmigo... yo ilusamente creí que por fin me haría caso. Pero sólo fui un rato, sólo fui una distracción del dolor que sentía de haberte perdido, y luego de mí hubieron tantas... pero que tonta soy. Siempre que él venía a mí yo tenía la esperanza de que por fin fuera el día. Aún cuando volvió a encontrarte. Y quiero disculparme contigo, porque cuando el Apocalipsis inició y el volvió aquí... es cierto que volvimos a tener algo, sin embargo él estaba tan vulnerable sentimentalmente hablando... de alguna forma se enteró que Rafael se había metido contigo de nuevo, pero creyó que habían tenido sexo, cuando eso nunca pasó, y yo... — escucho como solloza un momento —. Yo me encargué de meterle ideas estúpidas en la cabeza, le dije que no valías la pena y... dije tantas cosas sólo para que por fin viera que yo valía la pena. Intenté sobresalir a costa tuya, y sé que estuvo muy mal. Y hablaré de esto contigo cuando despiertes, pero sentía la necesidad de confesártelo ahora. ¿Sabes algo? Yo sé que pudimos ser buenas amigas, si mi obsesión con Luzbel no me hubiese cegado lo habríamos sido. Pero bueno, vengo a abrir los ojos demasiado tarde. Solo quiero que sepas que suelto a Luzbel para siempre, estén juntos o no, no volveré a intentarlo, sé que realmente ya no vale la pena.
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Edén
Paranormal|Quinta parte de la obra "Luzbel"| La victoria del Apocalipsis fue justa, la guerra se ganó, pero, ¿cuánto se perdió a cambio? Un nueva era inicia, el mundo vuelve a levantarse, recuperando su inicial equilibrio. El cielo castiga a los culpables. T...