Bueno lamento la tardanza, pero aqui vamos a empezar mi nueva historia. Realmente espero que les guste... BESSSOSSSS..
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Katherine (Kath)
-¡Ya basta!- grite para que me soltara.- Llévenselo de mi casa. No lo quiero cerca de mis hijos.- fue lo último que le dije a los oficiales antes de que Damián se soltara de ellos y me tomara por los hombros y me lanzara contra la pared, dejándome inconsciente.
Lo último que recuerdo, era ya de tarde y mis hijos estaban en casa de mi mejor amiga. Llego más borracho que nunca y decidí que ya no aguantaría mas, este sería el final de este martirio. Al momento que empezó a romper cosas y a gritar, llame a la policía. No sé cuánto tiempo tardaron en llegar, pero solo veía las cosas volar por la casa. Cuando escuche las sirenas de la policía, no podía respirar, Damián tenía sus manos alrededor de mi cuello y no me permitía respirar. Los oficiales entraron tumbado la puerta que el había cerrado con seguro. Se abalanzaron encima de nosotros para quitarlo de encima de mi.
-Eres una estúpida sin cerebro. No vales nada Katherine.- dijo cuando se lo fueron a llevar, se logro zafar del agarre de ambos oficiales.- Te voy a matar. – Me tomo de los hombros y me arrojo contra la pared, haciendo que me golpeara en el hombro y la cabeza, quedando inconsciente.
Cuando desperte los paramédicos estaban cerca mío para saber cómo estaba. El golpe en la cabeza no fue serio y el golpe en el hombro no fue grave pero si me dolía y dejaría marca. Luego llame a mi amiga para decirle que buscaría a mis hijos y lo llevaría a casa. Esa noche les explique que no verían a su padre por un buen tiempo, Victoria ni me presto atención, creo que no sabia de que estábamos hablando, Derek, solo me abrazo y con su cara de angelito me dijo al oído:
-No te preocupes mami, yo te ayudo a cuidar a Vic.- mi hijo limpio las pocas lagrimas que salían de mis ojos. Esa noche dormimos los tres juntos en mi cama. Veía la cara de mis hijos y solo pensé que por ellos era que lucharía, para su futuro, para su felicidad.
Máximo (Max)
Es extraño que Katherine no haya llegado, nunca llega tarde. Soy su jefe desde hace unos meses, creo que ya cumplió el año como secretaria, bueno mi asistente, en la firma de abogados de la que soy dueño. Se supone que hace mas de una hora que estuviera en su escritorio pero no ha llegado, fui hasta su escritorio y sus cosas no estaban, no había rastro de ella. Fui hasta donde Emily, su mejor amiga y asistente de mi socio Carlos, para preguntas donde estaba y si sabía algo de ella.
-¿Sabes algo de Katherine?
-No señor, la he llamado varias veces pero no contesta su celular.- dijo en tono de preocupación.
-Avísame si sabes algo de ella.
Fui hasta mi oficina y me concentre en unos papeles de un caso menor. No sé cuánto tiempo paso hasta que note que Katherine estaba en su escritorio. La note algo cansada, tal vez se había ido de fiesta en el fin de semana, también estaba algo distraída. Tenía una pequeña sombra debajo de sus ojos, vi como Emily se acercaba a ella y la abrazaba, teniendo cuidado con su hombro, Katherine le contaba algo y Emily parecía sorprendida, o más bien muy sorprendida.
-Katherine, puedes pasar por mi oficina, con libreta y lápiz, por favor. – la llame y tenía que saber que pasaba, ella nunca se comportaba así. Hace más o menos un año que ella trabajaba para mí y no sabía nada de ella, y sentía en mi pecho una pequeña punzada de necesidad de saber más de ella.
-Lamento mucho la tardanza, señor, no volverá a pasar.- me decía con la cabeza abajo. Se sentó y empezó a escribir lo que yo le dictaba, sin mirarme a la cara en ningún momento.
Estuvimos cerca de 15 minutos discutiendo un pequeño caso, yo decía y ella escribir, en un momento me levante de mi asiento y camine por la oficina hasta quedar detrás de su espalda. No sabía si se había dado cuenta de mi movimiento pero seguía escribiendo en su pequeña libreta. Coloque mis manos sobre sus hombros y de inmediato se tenso y con una mueca de dolor se levanta de inmediato.
-¿Qué le paso?- pregunte en un tono muy serio.
-Nada, solo un golpe.- camine hacia la puerta y la cerré, me miraba extrañada.
-Déjame ver.
-Usted no tiene por qué…- le mire enojado, a menos que no me mostrara no la dejaría salir de mi oficina y ella lo noto en mi mirada.- Esto no puede estar pasando.- Llevaba un suéter azul marino y una camisa sin mangas mangas blanca debajo. Cuando quito el suéter puede ver la gran marca color verde y morado en su hombro derecho y parte de su espalda. -¿Contento? Dedo de ir a trabajar.- estaba realmente enojada y se le notaba en la cara.
-Espera Katherine, ¿Qué paso?- justo cuando me iba a contestar o a pelearme Emily entro por la puerta de mi oficina sin tocar.- Emily la puerta se toca.
-Lo siento Max.- estaña agitada, como si hubiera corrido un maratón, miro a Katherine y pregunto.- Tu celular.
-¿Qué paso?- decía mientras buscaba su celular en sus bolsillos.
-Llamaron de la escuela de Derek, Damián fue a buscarlo y el empezó a gritar y llorar. Damián se fue, pero Derek es muy nervioso.
-¡Dios mío!- Katherine salió corriendo de la oficina, fue hasta su escritorio, tomo su bolso y se fue, simplemente se fue.
-¿Quién es Derek?- le pregunte a Emily antes que saliera de mi oficina.
-El hijo mayor de Kath.- ¿Qué? ¿Katherine tenía un hijo, tenia más hijos? Emily al perecer noto mi asombro, porque luego escuche. – Derek tiene 7 años y Victoria 3 años. El golpe que le mostro se lo hizo Damián, el maldito de su marido.- Emily noto que a Katherine se le había caído el suéter en la silla frente de mi escritorio.
-¿Dónde es la escuela? Quiero la dirección Emily, ahora.- Se sorprendió, recogí mis cosas lo más rápido que pude y luego se arrebate el papel con la dirección de las manos de Emily. Estoy casi seguro que solo se podía ver mi sobra corriendo por los pasillos hasta llegar al estacionamiento y dirigirme a la escuela.
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Un jefe que esta descubriendo que susede con su secretaria... que pasa si lo que descubre no le gusta... Y si lo que descubre le recuerda a su pasado...
VOTEN Y COMENTEN DEJENME SABER QUE PIENSAN....
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MI JEFE ME SALVO
RomancePense que me habia casado con el hombre perfecto, jamas pense que eso se transformaria en mi pesadilla. Que un dia mis hijos le tuvieran miedo a su padre. Que la persona que me salvaria, seria el menos que yo pensaba.