Esa noche los planetas se habían alineado ocasionando una serie de acontecimientos fortuitos para Ellie y Anái. Resultó que cuando habían llegado a la zona donde vivía el guapísimo rubio, Mark decidió retirarse sin dar demasiadas explicaciones, así es que lo dejaron marchar y Ellie ya había echado en marcha un plan maestro para salir de ahí y llevarse a Aike con ella.
Anái no había querido fumar marihuana porque ya se sentía ebrio además de que no quería perder la conciencia en esos momentos; mientras tanto a su lado Aike se había quedado dormido y en ese instante Ellie supo que era su oportunidad.
Pidió permiso a Alexey para recostar al inconsciente en la cama, argumentando que se quedaría con él, por si repentinamente le entraban nauseas y de esa manera ella evitaría que ocurriera algún incidente, aunque la razón oculta era que no lo dejaría salir de la habitación para que no lograra interrumpir lo que fuera que estuviera a punto de suceder en la pequeña sala del departamento del rubio.
...
El castaño tragó saliva, volteo a ver a Lexy que se encontraba en el sofá frente a él. Finalmente el rubio rompió el silencio:
‒ ¿Anái, verdad? ‒ Dijo el ojiverde mientras se levanta de su lugar para entrar a la cocineta, abrió la puerta del frigobar y le gritó desde dentro:
‒ ¿Quieres beber un poco más? ‒ Regresó y se sentó junto al castaño mientras le ofreció una lata.
‒ No tengo nada fuerte, solo un par de cervezas light‒ Mencionó al mismo tiempo que abría su bebida, le dio un sorbo, se quitó la chaqueta y se relajó en el sofasito.
Anái agradeció y también bebió de su cerveza ligera, trató de relajarse.
‒ ¿No bebes mucho? ‒
‒ No lo sé, es decir, lo hago cuando salgo por ahí... justo como hoy... pero entre días de clases, la verdad es que me lo prohibo a mi mismo, aunque nunca está demás tener un poco de alcohol en el frigo ‒ Dejó escapar una risa tenue.
Lexy estaba calmado debido a la combinación de cerveza, whsikey y marihuana que se encontraba en su organismo.
Anái, que aún estaba medio ebrio comenzó a sentir más confianza al notar que el hermoso muchacho frente a él se encontraba igual de relajado.
‒Entonces‒ preguntó Anái- ¿eres amigo de Ellie desde hace mucho?
‒Sí supongo que somos amigos, aunque no desde hace tanto‒
‒ ¿Cómo? ‒
‒Pues, a veces salimos o viene a mi casa a perder un poco el tiempo, pero nada más ‒
‒ ¿Y llevan mucho tiempo así ? ‒
‒No tanto, el semestre pasado en una clase se me acercó y empezó a hablar de no me acuerdo que. En ese momento la ignoré pero ella seguía hablando y hablando. Ese día estaba siguiéndome y contando cosas sin importancia, creo que era algo sobre su vida, no recuerdo bien... y cuando reaccioné, estábamos los dos sentados en una mesita... yo tomaba un americano y ella cappuccino; ese mismo fin de semana salimos a un club en la noche... y ahora estamos aquí ‒
Anái comenzó a reír mientras peinaba su cabello hacia atrás, recargó el brazo en el sofá para apoyar su cabeza en su mano. Lexy pensó que el castaño se veía demasiado bien en ese momento. Dispersó ese pensamiento y preguntó
‒ ¿Y tú eres muy cercano a Ellie? ‒
‒Mi situación es similar a la tuya, un día tan solo comenzamos a hablar, desde ahí nos encontrábamos de manera frecuente. Es una chica simpática ‒
‒Ya veo ‒
Hubo unos segundos de silencio, lo cual comenzaba a poner de nervios a Anái, quien sentía que debía hacer algo más aparte de hablar de Ellie antes de perder la confianza en sí mismo; aunque de repente pensó ¿Qué se supone que estaba haciendo? ¿Que quería lograr con Lexy realmente?
Hace apenas un par de horas cuando vivía con la mentira de que Lexy era una chica, había deseado conocerla y se imagino un montón de escenarios románticos. Ahora se sentía patético. ¿Por qué el rubio lo ponía tan inquieto? Estaba comenzando a ponerse tenso.
Pensó que quizá... tal vez solo necesitaba la experiencia de sentir un poco esa piel pálida que tanto le tentaba, deslizar un pulgar sobre esos labios sugestivos y mirar aquellos ojos verdes más cerca de lo que nadie los había mirado. Cuando esa idea empezó a seducirlo y estaba por acercarse a Lexy... toda la confianza que había acumulado se evaporó en un segundo cuando el rubio se incorporó en el sillón y dijo:
‒ ¿Y por qué tú y Ellie estuvieron observandome toda la noche?
El castaño se paralizó. Abrió la boca para responder pero no logró formular palabra, así es que solo balbuceo. Alexey le miró extrañado, al notar que no lograba formular nada coherente le interrumpió.
‒La verdad es que son malísimos actores... ¿Que querían hacer? ‒
Anái seguía sin responder. El rubio bebió de su cerveza, volvió a mirar al castaño.
‒Anaí, oye. ¿Yo te gusto?
Alexey apretó la boca para reprimir la sonrisa que le provocó la expresión del chico que tenía frente a él, se había sonrojado y desviando la mirada.
Es precioso, pensó el ojiverde. Suspiró de manera melancólica y cambió el tema. Estuvieron conversando otro rato, y de poco en poco el ambiente tenso se desvaneció. Charlaron hasta que Lexy se quedó dormido en el sillón, Anái tomó la chaqueta del muchacho y lo cubrió para que no pasara frío lo que restaba de la madrugada para posteriormente retirarse del departamento, no sin antes mirarlo detenidamente.
...
‒¿Qué le hiciste? ¿Dónde está? ‒
Lexy despertó debido a que Ellie casi le gritaba mientras le sacudia.
‒¿Quien? ‒
En ese momento se despertó por completo, al recordar que se había quedado dormido en medio de una conversación con Anái. Se incorporó, examinó con la mirada para comprobar que en verdad él se había ido sin despedirse. Una voz adormilada lo distrajo...
‒Ellie, vámonos ya, me siento terrible ‒
La chica de pelo negro hizo un puchero. Suspiró pesado y explicó a su amigo rubio que ya tenía que irse, que en realidad también tenía resaca pero que se verían en clases pasado mañana.
Aike ya estaba esperando en la puerta a Ellie; está antes de salir se acercó al Lexy y le dijo en un tono muy bajito
‒ ¿Pasó algo interesante?
‒No ‒ Dijo el rubio de forma tajante.
‒agghh ¿La pasaste mal?
‒No‒
Esa fue la última palabra de Lexy, quien no pudo ocultar su sonrisa.
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Lo que somos tu y yo
RomanceCuando Anái vio a lo lejos por primera vez a Lexy, pensó que era el ser más hermoso y puro que había visto en su vida y que así era como debía sentirse el amor a primera vista... hasta que una noche conoció el lado oscuro y salvaje del chico.