Recuerda Tu Cumpleaños

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Narra Berenice
B: Si, soy ella. – de repente no escuche nada, había colgado; regrese a la cama con Majo.

Me quede dormida mirándola, sabía que duraría muy poco el momento quería vivirlo al máximo, aunque fuera solo teniéndola a mi lado. Sentí un pequeño movimiento en mis labios, tenia poco que me había acostado a dormir, así que el movimiento me despertó fácilmente.

B: ¿Qué haces?

MJ: Quise besarte, creo que no debí hacerlo, lo siento. – realmente no lo dije para que ella pensara que no quería que lo hiciera.

B: No dejes que el alcohol te traicione, no arruines lo que tienes por algo que más al rato no te acordaras – Aunque es chistoso, me cuestiono el cómo debo actuar realmente, porque tengo la experiencia de haber tenido relaciones con ella, cuando estaba en esas condiciones  y la verdad es que fue una de las mejores experiencias que he tenido, así que por ese lado creo que no me importaría que pase si ella quisiera, pero por otro se que me ve como un rato, ya que ella tiene pareja. Aunque siendo sincera si ella me besa de nuevo quien sufriría más si no pasa algo soy yo, porque joder muero porque me haga suya.

MJ: No es alcohol quien me esta traicionando, son mis ganas de tenerte.

Me beso primero lento y aumento un poco más el ritmo, su ritmo siempre me ha gustado pero estando en estas condiciones me gusta más porque quien marca el ritmo soy yo, se puso encima de mí, sabía a pasta de dientes y a alcohol, su lengua se encontró con la mía, con una mano sostenía su peso, y con otra me estaba intentando quitar la blusa, me levante un poco para que no se le complicara, sentí su mano apretar mi pecho, dejo de besarme para llegar a mis pechos, sentí húmeda su lengua en uno de mis pezones y eso hizo que se pusiera más duros de lo que ya estaban, mis manos sujetaban fuertes las sabanas para no saltar gemidos fuertes, ya que en el cuarto de alado estaba mi hermano. Bajo algo torpe hasta mi abdomen, con una de sus manos sentí que rozaba el contorno de mi tatuaje, conocía tan bien mi cuerpo, mi short del pijama no se le hizo nada difícil de quitarlo ya que de un tirón estaba en bragas, rozo su mano con mi entrepierna y me mojé. Sabía que empezaría hacer lo que sabe hacer muy bien, pero quería que ser yo la que tuviera el control, así que le susurre: “Recuerda tu cumpleaños”, quien tenía el mando era yo y lo sentí cuando me empezó a besar más lento.
Me quito las bragas y me quedo mirando por un momento, aunque estábamos en la oscuridad le vi su sonrisa que me volvía loca, había conseguido lo que quería, tenerme y por supuesto yo no la iba a parar, mucho menos con lo excitaba que estaba, volvió a tener uno de mis pechos en su boca y esta vez succiono un poco sentí algo de dolor pero eso mismo provoco que yo soltara un gemido, bajo a mi vientre dándome besos pequeños cerca de mi clítoris, me estaba desesperando mucho, ya que sentía como se sentía pulsos ahí, para este punto creo que estaba muy mojada.

MJ: Te mojas y aun no he hecho nada.  – se río, y aunque no quisiera aceptarlo no tenia que tocarme mucho para que sucediera eso.
Sentí como rozaba uno de sus dedos en mi entrepierna, quería que me penetrara, pero no quería sonar desesperada, me dio más besos alrededor hasta que decidió dar le un pequeño beso a mi clítoris, fue más que suficiente para soltar un gemido muy fuerte, así que lleve mis manos a mi boca. Sentí como metió dos dedos, empezó con un ritmo algo lento, me beso para que yo sintiera igual mi sabor, la jale hacia mí, quedando su boca cerca de mi cuello, empezó a penetrarme más rápido y más a fondo, tiene dedos largos, así que darme satisfacción no le era un problema, escuchaba sus gemidos cerca de mi oreja y eso me ponía más, me mojaba cada vez y eso le facilitaba la entrada a sus dedos, sentí su boca en mi hombro, realmente sentí una pequeño mordisco, las dos lo estábamos disfrutando, sabía que a ella le encantaba las cosas rápidas y duras, cuando sentí que iba a llegar, apenas y pude susurrar: Mételos más despacio.

Una llegada inesperadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora