No Todo Esta Perdido

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Narra Berenice

Me levante un poco adolorida del vientre y las piernas, Majo dormía aun, no quería levantarla; escuche ruidos en la cocina, supongo que era mi mamá, joder, recordé la noche, me mire al espejo ya que recordé que los besos fueron algo intensos por mis hombros y cerca de cuello, MIERDA, tenía algunas partes donde ella me había mordido, busque una blusa que pudiera tapar de la mayoría de estos, me arregle el cabello, me cepille, una vez que logre que no se notara que en la noche tuve relaciones me dispuse a bajar. Iba bajando las escaleras cuando escuche que había ruido en la cocina, era Akira que buscaba comida, la abrace y me la lleve conmigo al sillón, prendí la televisión. Mi mamá no tardó mucho en bajar, me miro algo extrañada.

Mamá: ¿Y tu amiga? - aunque sabía de mi sexualidad no la aceptaba del todo, y mucho menos porque con Majo salí por completo de closet, antes de ella la mayoría de mis parejas habían sido niños, así que para mi mamá era algo nuevo, así que le costaba decir que fue algo mío.

B: Aún duerme, estaba muy tomada cuando llego. - aunque eso era más que cierto, con lo que paso anoche, quedo mas agotada de lo que ya estaba.

Mamá: Deberías ir por un Gatorade y una sopa, esas que te gustan a ti, cuando despierte no aguantara la cruda.

B: Si eso pensaba hacer.

Me levante y subí de nuevo al cuarto, tenía que cambiarme ya que aun andaba el short de la pijama; ya iba a salir de cuarto cuando se me ocurrió abrir un poco las cortinas, note que Majo se movió, hizo un gesto muy gracioso, como de niña pequeña cuando no quiere levantarse, se puso la sabana en la cara, luego la bajo de nuevo y me miro, su cabello verde se veía algo alborotado, me mordí el labio cuando me sonrió con su carita toda adormitada, tenía aun un ojo cerrado.

B: Buenos días.

MJ: Joder no pudiste esperarte un poco para abrir las cortinas, la cabeza me está matando.

B: Aaa pero anoch...

MJ: Cállate, creo que voy a vomitar.
B: Que asco, iré a la tienda, ¿Quieres algo en especial? - aunque sabía que tomaba al día siguiente cuando tomaba, quería asegurarme.

MJ: Una coca y una sopa, mi cartera esta en mi mochila. - note como llevaba sus manos a su cabeza, se acostó de nuevo, se veía fatal.

La tienda a mi casa son unas dos cuadras, compre las cosas que me pidió y unas aspirinas, las iba a necesitar. No tarde tanto en volver a casa, fui a la cocina por un vaso de agua y subí. La vi sentada en la orilla de la cama, sus manos estaban en su cabeza, me miro cuando me escucho entrar.

B: Te traje una pastilla para que puedas aguantar el dolor.

MJ: Gracias. - le iba a pasar el vaso de agua cuando agarro la coca cola que había dejado hace unos momentos. El tomo de uno, jamás había hecho gestos para tomar algún medicamento.

B: Deberías bajar a saludar.

MJ: No, que pena, joder se me había olvidado por un momento que llegue casi sin avisar, lo siento.

B: El regaño lo lleve anoche, pero en serio deberías, ¿no estarás todo el día aquí encerrada verdad?

MJ: Si eso evita ver a tu mamá, por supuesto que lo haré. Joder que mala impresión estoy dando.

B: No, no te vio tomada, no te ves taaan mal - la verdad es que si, su carita decía que la cruda la estaba matando.

MJ: Bueno es lo menos que puedo hacer, pero antes déjame arreglarme un poco.

B: Vale te espero en la hamaca - en el corredor de los cuartos hay una hamaca y una televisión, es como una pequeña sala.

Narra Majo
Sentí la luz pegar directamente a mi cara, joder eso hizo que abriera un poco los ojos, la cabeza me empezó a doler en seguida, vi a Bere abriendo las cortinas, le sonreí cuando topamos miradas.

Una llegada inesperadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora