No Tengo Mucha Experiencia

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No quería abrir su mensaje por miedo a que fuera una respuesta mala, pero al final de cuenta tenía que hacerlo.

G: María José en serio no se que tienes, pero no es nada de lo que piensas, es un amigo, me llevo así con él, puedes dejar tu drama por un momento. – mi sonrisa volvió a mí.

MJ: Discúlpame debí preguntar antes de reclamar, no ha sido un buen día.

G: Deberías de saber que ha pasado un mes desde que nos conocemos, y sigo creyendo lo mismo, me gustas. – en ese momento mi corazón se puso a latir algo fuerte, me había emocionado.

MJ: Lo siento en serio, ¿ya comiste?

G: *Recibió una foto* - Era pescado con arroz, en serio estar a dieta ya no es tan genial como los primeros días. – Por cierto, tengo que ir a Comalcalco, ¿puedo verte?

MJ: ¿Cuándo vendrás? – tenía que pedir permiso, tengo 20 años hare 21 en este año, pero seamos sinceros si vives en casa de tus padres al menos sabes que debes pedir permiso o en tal caso avisar que saldrás.

G: El domingo, ¿podemos vernos? – claro que la vería, ya iba a hacer un mes que no la había visto, esa niña hasta cierto punto se ve ruda, pero con su voz cambia tu perspectiva es como chillona pero no irritable, moría por volver a escucharla, los audios no son suficientes.

MJ: Obvio que yes bebé.

Aunque no faltaban muchos días como tal para poder verla, me sentía muy emocionada, hable con mi madre, le dije que me cuidaría (No, no de ese tipo, los dedos no embarazan) tendría que llevar cubre bocas y gel, etc,y aunque no hay muchos contagiados no debería salir si no es necesario, pero joder para mi si era necesario verla, y si, a lo mejor rompa la cuarentena pero quiero verla.

Mamá: ¿Que vas a cenar hoy?

MJ: ¿Puedo cenar café con pan tostado?

Mamá: No, mejor cena fruta – En serio a veces no se ni para que me pregunta si al final de cuentas ella me dirá que debo cenar.

Termine de cenar, lave mis trastes, me lave los dientes cuando vibro mi teléfono, por lo regular nunca tengo en sonido mi teléfono ya que escuchar seguido el tono me desespera y me pone de mal humor, solo vi quien era y para mi sorpresa era Sofia, desde que ya no me contesto en la tarde supuse que todo había terminado, conteste.

MJ: Bhueno – Tenia el cepillo en mi boca.

S: ¿Qué estás haciendo?

MJ: Gepillandome los gientes.

S: Jajaja Ya lo noté, no me iría a dormir sin arreglar las cosas contigo – Vaya ¿hay algo que esta chica no haga bien?

MJ: Ya terminé de lavarme los dientes, pensé que ya no hablaríamos más, lo siento por ese rato, pero en serio no me gusto nada que me compararas, eres niña y sabes que no se debe hacer eso, es regla, pero bueno, lo siento.

S: También lo siento, estaba muy estresada, te he sentido distante y antes de que hables, solo quiero que tengas esto en mente, nos estamos conociendo, no estas atada a mí, ni yo a ti, si estas coqueteándole a alguien más en serio esta bien, al final de cuenta no somos nada. – Hablar contigo por casi 5 meses y ¿no somos nada?, vete a la mierda fue lo que pensé automáticamente.

MJ: Esta bien entiendo, no somos nada ya lo capté, dicho eso creo que no tengo nada más que decir, o sea no tengo nada que reclamar, ni porque sentirme, como dices NO SOMOS NADA, tengo sueño hablamos luego.

S: Esta bien ten linda noche, descansa – ¿Es en serio?, me dejaste ir así nada más, no quisiste quitarme de la duda, si eres hombre te doy un consejo JAMAS de los jamases dejes ir a una mujer así, léeme bien NUNCA; aparte dolida ahora estaba enojada, no quería escucharla más así que le colgué.

Una llegada inesperadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora