15. Mewlepra

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Era una hermosa mañana en Mewni, todos los aldeanos vivían sus vidas normales atendiendo sus comercios, lavando la ropa en un riachuelo, los niños jugando y los adultos laborando.

En el interior del Bosque de La Muerte Segura andaba una joven campesina de dieciséis años recolectando algunas semillas, frutos y verduras para llevarlos a casa con su familia, hasta que de pronto empezó a escuchar unos chillidos monstruosos provenir a lo lejos entre el follaje. En ese instante la joven captó que un monstruo andaba cerca y temió por su vida porque estaba sola en el bosque llevando una carreta con dos costales de alimentos y estaba demasiado agitada como para salir corriendo, por lo que decidió estacionar la carreta a un lado del tronco de un árbol y se escondió entre los arbustos. Después de varios minutos la chica se cansó de esperar a que el monstruo apareciera y se fuera, para que ella pudiera irse más tranquila. Los chillidos no cesaban, así que a la campesina se le despertó la curiosidad de ir a investigar de donde provenía ese molesto ruido y comenzó a caminar en cuclillas entre los arbustos. Al apartar las últimas ramas, se dio cuenta que efectivamente había un monstruo cerca, se trataba de una criatura robusta de dos metros de altura que se asemejaba a la forma de un murciélago; éste se encontraba solo y convulsionando en medio del bosque, parecía estar sufriendo. La joven que lo observaba desde cierta distancia quedó impactada y dudó por algunos instantes si acercarse o no, pues temía que el monstruo reaccionara y le hiciera daño, pero, por otro lado, sentía el impulso de querer ayudarlo porque le apenaba mucho verlo en ese estado a pesar de que para ella se tratara de una bestia salvaje. Sin pensarlo más, sacó un cuchillo del bolsillo de su blanco mandil (el cual había usado para cortar algunas de las frutas que llevaba en los sacos) y cortó una enorme hoja de plátano y se acercó cautelosamente al monstruo murciélago para abanicarlo. Al poder contemplarlo más de cerca, pudo notar que el cuerpo del monstruo estaba repleto de úlceras, su condición era asquerosamente perturbadora, por lo que ella volvió a sacar el cuchillo con intenciones de matarlo para acabar con su sufrimiento, pero al ver la expresión en el rostro del agonizante infectado, la chica se apiadó de él y volvió a guardar su cuchillo, después se agachó para acercarse más y le tocó la frente, fue cuando se dio cuenta que el monstruo estaba ardiendo en fiebre.

– ¡Oh, por Mewni! – Exclamó en voz baja aquella joven – Si no hago algo pronto, este monstruo no logrará ver otro amanecer.

La chica se vuelve a poner de pie.

– Descuida, grandote, iré a casa para prepararte un remedio y volveré de de inmediato ¿Ok?

La chica corrió hacia donde había dejado su carreta, la tomó y comenzó a empujar, haciendo un esfuerzo por acelerar el paso a pesar del peso de su contenido.

Al llegar a su humilde hogar, saludó a sus padres y les entregó los sacos con alimentos y apresuradamente se fue a la cocina dispuesta a preparar un menjurje.

– Hija ¿Ocurre algo? – Le preguntó su madre confundida – ¿Para qué preparas ese menjurje? ¿Te hiciste daño en el bosque? Te advertí que no fueras sola.

– No es eso, luego te cuento, mamá, ahorita tengo prisa – Le respondió la joven – Tú y papá adelántense en la tienda o perderán clientes, los vendré a ayudar más tarde, pero alguien me necesita con urgencia en este momento.

– ¿A caso encontraste a alguien malherido en el bosque? – Le preguntó su madre con preocupación – Mara, ten cuidado, recuerda que los monstruos son seres malos y salvajes, si atacaron a alguien, no podría soportar que también hicieran lo mismo contigo. Creo que mejor hablaré con tu padre para que te acompañe.

– ¡Ya no tengo diez años, mamá! – Reaccionó la chica con exaltación – Estaré bien, puedo cuidarme sola. Alguien está enfermo e indispuesto y decidí ayudarlo. Eso es todo.

Demons vs The Forces of Curses T1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora