14. Una Nueva Misión

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Tres meses antes...

Flash Back:

– No te preocupes, – Le dijo el demonio, tratando de consolarla – el hecho de que ahora seas inframundana no significa que debas visir en el Inframundo, puedes hacer tu vida normal en cualquier otra parte sin problemas, así como hace el Sr. Candle, por ejemplo.

Tom comenzó a soltar algunas lágrimas, esta vez de lava, porque aún seguía en su fachada demoníaca y, sin deshacer el abrazo, aparta la cara de la rubia de su pecho para inclinar su cabeza hacia arriba, colocando los dedos en su mentón y así poder ver su rostro, el cual estaba algo sudoroso por el calor que le causaba el fuego que lo rodeaba; le besa la frente mientras extiende su brazo para abrir un portal sin que se dé cuenta y luego rápidamente la toma de los brazos para empujarla hacia éste y después lo cerró de inmediato. Después de haberse librado de Star, él regresó a su apariencia normal y descendió para volver a sentarse a la orilla de su cama.

– Hasta nunca, Starship... – Murmuró el príncipe con dolor en el pecho – Sé feliz...

Fin del flash back

Luego de lo ocurrido, un portal se abrió en casa de los Díaz y de éste salió Star, cayendo sentada sobre un sofá.

Desde la cocina Marco escuchó un ruido y salió para ver de qué, o mejor dicho, de quién se trataba.

– ¡Star, volviste! – Exclamó el moreno sorprendido – ¿Estás bien? ¿Lograste encontrar a Tom en el Infralado? ¿Dónde están tus cuernitos?

Pov. Marco:

La verdad ya me había preocupado por Star, ya casi acababa el día y ella no había aparecido sino hasta media hora pasada de las diez de la noche. La vi sentada en el sofá de la sala bastante perturbada y con una cara llorosa y un semblante de pocos amigos, no parecía ser ella misma. Le hice varias preguntas y ella me contestó con respuestas cortas y poco claras, era evidente que no estaba de ánimos para hablar y que había tenido un día muy duro. Luego, sin más, se dirigió a su habitación y decidí acompañarla hasta la puerta. Ella no se despidió y tampoco me dio las buenas noches, sólo cerró la puerta de un golpe. Me habría quedado para tratar de animarla y hablar con ella, pero era tan tarde que mejor decidí dejarla descansar e intentar retomar el tema con delicadeza hasta el día siguiente, tal vez para entonces Star ya estaría más tranquila. Que equivocado estuve...

La situación era realmente grave, Star cayó en depresión durante un mes entero, no asistía conmigo a la escuela, ya no hacía desastres con su magia, no quería tener más aventuras, no buscaba maneras para divertirse, le pedí que por lo menos me ayudara con los quehaceres de la casa a cambio de un premio pero no me hizo caso, ni siquiera salía de su habitación para comer, así que le llevaba su comida hasta allá.

Le conté a Janna de la situación y decidió visitarla tres veces por semana. Con el tiempo pudimos saber el motivo de tanta tristeza cuando por momentos Star quería desahogarse y, por lo que dijo, quedé impactado, no tenía palabras para expresar mi compadecimiento por la terrible situación que tuvo que pasar Star en el Infralado, me arrepentí de no haberla acompañado cuando pude. Fue entonces cuando comprendí que el Inframundo estaba en guerra, el reino Lucitor contra el reino de ese peligroso demonio llamado César Leviatice y que las circunstancias obligaron a Tom a terminar su relación con Star, mientras que ella quedó traumada por el trato abusivo que recibió en aquella zona congelada y por el pacto tan peligroso que hizo para recuperar su diadema, la cual tuvo que perder de todos modos. Ahora legalmente su alma le pertenecía al Inframundo, oficialmente se convirtió en una inframundana cuyo destino era perder a su primer hijo.

Demons vs The Forces of Curses T1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora