Demons vs The Forces of Curses T1

26. Humilde Pasado

En ese momento entra el rey Lucitor al centro hospitalario y fue recibido directamente por Balance, quien lo calmó al mencionarle el diagnóstico de su hijo, lo que hizo que él se sintiera aliviado, luego enfoca su mirada en Marco, Janna y Xiomara, quienes lo saludan con la mano y con una sonrisa nerviosa en sus rostros. Inmediatamente los estómagos de los morenos empiezan a rugir.

– El inicio de esta mañana fue bastante ajetreado, necesitan recuperar fuerzas ­– Les mencionó el rey Dave – Si gustan, pueden acompañarme a mí y a mi familia al comedor real para que puedan desayunar algo.

– ¿Está seguro de eso, majestad? – Le preguntó Marco con inseguridad – No queremos ser una molestia.

– ¡Ay, por favor, Marco, vamos! – Le reclamó Janna desesperada – Es fácil negarse para alguien que quién sabe cuántos banquetes tuvo con los Butterfly por cortesía de su mejor amiga en sus tiempos de reinado, pero, para alguien como yo, rechazar una invitación así sería un desperdicio, además ¡Tengo hambre, carajo! Y lo merecemos por la ayuda que hemos estado brindando aquí.

Xiomara y Dave se rieron simpáticamente después de escuchar las palabras de Janna.

– Estoy de acuerdo con tu amiga, joven Marco – Le respondió Dave – Y, descuiden, no es ninguna molestia, además, me complacería compartir con ustedes mi talento como el mejor ex barista que Mewni haya tenido.

– ¿Qué? – Preguntaron los morenos sorprendidos.

– ¿El príncipe nunca se los mencionó? – Les preguntó Xiomara con una sonrisa – El rey Lucitor, antes de ser rey, solía trabajar como barista en una modesta cafetería en Mewni.

– Se llamaba Darkwings, su logotipo era un hada.

– Con todo respeto a su humilde pasado, majestad, pero ¿Pudo tener demanda el café en un reino donde aman más el maiz? – Preguntó el moreno confundido.

– Su público objetivo eran las personas que ya estaban cansadas del maíz, mi ex jefa era una pequeña hada del bosque que, junto con otras hadas, emprendió su propio negocio de café y le ofreció trabajo a la clase baja, de preferencia a monstruos, porque, ya saben, los prejuicios de los mewmanos...

– Y ahora, como rey, es dueño su propio establecimiento de café y le ha dado trabajo a cualquiera que le haga falta el dinero y sus empleados saben hacer las mejores bebidas y bocadillos de todo el Inframundo. – Mencionó Balance.

– Jejeje, así es – Dijo Dave – Ahora vengan, dense prisa, estamos en una situación de emergencia y no tendremos mucho tiempo para comer y, Xiomara...

– Sí, dígame, su majestad – Preguntó Xiomara sorprendida.

– Devuelve esa bata de hospital y ponte algo decente pronto, luego nos alcanzas – Le ordenó el rey con una mirada desaprobatoria.

El rey sale del centro hospitalario, seguido por Marco y Janna, rumbo al comedor real.

Flash Back:

Nos remontamos a la época donde una joven reina Moon de dieciseis años recién había ascendido al trono de Mewni. Una semana después de su pelea contra Toffee y de haber jurado seguir implacablemente con la cacería de monstruos rebeldes, evitando que se reunieran y tuvieran algún ejército o liderazgo, algo que se empezó a notar cuando envió guardias a patrullar en toda la aldea de Mewni cada día, las veinticuatro horas y, por orden de ella misma, anunciaron un toque de queda por seguridad para todos los mewmanos a partir de las seis de la tarde, al principio algunos publerinos no acataban las órdenes porque aún no se habían acostumbrado a la idea de que una reina menor de edad tuviera el mando de todo y de todos, por lo que no se atrevieron a tomarla con la seriedad que ella hubiese querido y River, como buen amigo de la joven reina, le contó con preocupación los pormenores, a lo que Moon tuvo que tomar una actitud más rigurosa y, a través de los guardias, decretó que quien se atreviera a desobedecer el toque de queda, tendría que pagar una multa con el 50% de sus ganancias obtenidas de su día de trabajo, ya que Moon pensó que sólo presionándolos podría empezar infundir respeto y empezaran a tomar en serio sus órdenes y decisiones, sin que la cuestionaran sólo por ser una adolescente. Este decreto estuvo pensado para ser temporal hasta nuevo aviso, pero esto último no tenía que saberlo ni la servidumbre que trabajaba dentro y fuera del reino y, mucho menos, los súbditos del reino Butterfly, ya que entre todos ellos suele haber bastante interacción por cuestiones laborales, amistades o, incluso, relaciones amorosas y matrimonios con familias donde descuidadamente se podría propagar esa información estrictamente confidencial.