Moon Law: El llamado de la Luna ;"Volumen I"Camren

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Manhattan, NY.

-"Enserio no quieres subir?" Preguntaba Lauren, en medio de la sesión de besos que se estaba llevando a cabo en la obscuridad de la noche, en la banqueta frente a su edificio.

Después de que Lauren terminará una sesión de fotos muy tarde, Camila se había ofrecido a ir por ella y caminar juntas, evidentemente la ojiverde se había mostrado renuente al principio ya que no quería molestar a la ojimarron, pero había cedido a la insistencia de la misma debido a que ella también se moría de ganas de verla.

-"Si quiero, pero no puedo. Tengo video llamada con mi jefe" Respondió Camila haciendo referencia a Elliot, quien había insistido en hablar con ambos lobos, frente a frente.

-"Uff está bien, te dejaré ir" Dijo rendida la ojiverde, pero aún sin separarse ni un milímetro de Camila, quien de nueva cuenta reanudó el beso.

Por fin se separaron, solo para pegar sus frentes y con los ojos cerrados, disfrutar el momento.

-"Creo que es momento de irme" Camila tomó a Lauren de las mejillas para darle un tierno beso en la frente, el cual prolongó varios segundo. En tanto Lauren cerraba los ojos para disfrutar la sensación de los labios de la castaña en su piel.

-"Esta bien. Pero no prefieres irte en taxi. No me gusta que te tengas que ir sola tan noche" Acepto Lauren, pero le hizo saber su preocupación aún con Camila abrazada a ella.

La castaña negó con la cabeza y sonrió de lado, encantada por la genuina preocupación de la ojiverde, sabiendo que si alguien intentará atacarla solo quedaría en eso, un intento. Porque es cierto no era tan fuerte como un lycan, pero si más fuerte que un humano común, así que por esa parte no tenía ningún problema.

-"Hey no te preocupes, te mando un mensaje cuando llegue. Solo son unas calles" La tranquilizó mientras le guiñaba un ojo coquetamente, tratando de alivianar el ambiente, cosa que logró cuando la ojiverde suspiró resignada y la abrazo fuertemente aspirando su aroma.

-"OK, pero estaré esperando el mensaje" Murmuró en el cuello de la castaña, quien río y asintió.

Después de un par de besos más y un abrazo que duro más de lo esperado.

Camila camino por las calle solitarias de Manhattan, aunque solitarias no era un término adecuado. Toda Nueva York era un lugar que parecía no dormir.

Unos minutos más y ya estaba frente a la puerta de su hotel. Subió rápidamente al elevador que la llevaba a su piso y cuando menos lo pensó ya estaba frente a la pantalla del ordenador en la habitación de Michael.

En esta se reflejaba la cara de su Alpha, aunque debía admitir que no se veía nada contento. Ella sabía que se venia una llamada de atención, pero sinceramente poco le importo, por una vez en su vida pensaría en ella y no en terceros.

-"He confiado en ustedes, les he dado la responsabilidad más importante de mi vida, y no me han dado nada" Decía Elliot a través de la pantalla, apretando la mandíbula.

-" Alpha entiendo su descontento pero no es fa..." Trataba de explicar la castaña.

-"No, claro que no lo entiendes Camila, no es tu pareja. Si ustedes estuvieran en mi lugar, harían lo imposible por estar con su mate. Pero que me van a entender" Interrumpió a la castaña muy molesto, su mandíbula estaba apretada, al igual que la de Camila, quien estaba reprimiendo sus sentimientos.

Michael por su parte se notaba muy nervioso, el lobo callado tenía una apariencia agresiva a simple vista. Musculado, alto y lleno de tatuajes simplemente pensarías en nunca meterte en problemas con el, pero la realidad es que era un joven asutadizo y tímido a mas no poder.