《 Crazy 》 | Park Jinyoung ✔️

C A P Í T U L O VI

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Comían en silencio, bajo la atenta mirada que denotaba la pelinegra.

Estaban así desde que se levantaron.

Fue sorpresivo para el menor, ya que, él se levantó a las 11 de la mañana y cuando iba a la cocina, se encontró a la pelinegra, haciendo el desayuno.

¿Por qué se habrá levantado temprano?

Yeon, no le quitaba la mirada al muchacho.

La pelinegra tenía pensado, en hablar con él luego de desayunar, para que no sea tenso, aunque ya era mucho peor.

Ella fue la primera quien terminó el desayuno, y rápidamente fue a lavar lo que ensució.

— ¿Terminaste? — preguntó, mirando al muchacho de reojo.

— Sí. — vio como la mayor, agarraba el plato y lo ponía en el lavadero, para luego hacer su trabajo, limpiarlos.

Nuevamente se quedaron en silencio.

El muchacho, miró a la pelinegra, y en un momento le causo gracia, ella no era de enojarse, pero sabía, que cuando lo hacía, daba miedo, más que su propia madre.

Mientras tanto, ella cerró la llave y una vez que se secó las manos, fue a sentarse frente a él.

— ¿Vas a decirme el por qué? — dijo directamente, poniendo nervioso al menor.

— Me invitaron–

— Si te invitan a suicidarse ¿Lo harías? — interrumpió, sonando irónica.

— N-No, claro que no. — tartamudeó por el miedo.

— Joon, sabes que puedes confiar en mí. Lejos de ser la amiga de tu hermana, no me veas con miedo. Dime qué pasó. — dijo suavemente.

— Quería probar...

— ¿Quieres volver a lo antes? — cuestionó, aún sonando tranquila.

— No, pero–

— ¿Tienes problemas en casa? — la pregunta del millón. El muchacho se quedó callado. — Joon–

— Si te digo, no le digas a nadie. — habló, interrumpiendo a la pelinegra.

— Prometido. — alzó su mano, y se ganó la sonrisa del menor.

— Me siento solo... — la muchacha lo escuchó. — Nadie me presta atención, y yo... Solo quería–

— Querías atención. — interrumpió, haciendo callar al muchacho, pero al momento asintió a lo que dijo. — ¿Tomaste? — le preguntó. Y él negó de inmediato.

— Me incitaron a hacerlo, pero me negué, y solo los acompañé. — confesó.

— Aléjate de ellos, no son buenos amigos. — aconsejó.