《 Crazy 》 | Park Jinyoung ✔️

C A P Í T U L O XX

•

•

•

•

Estaba recostada en el sofá, junto a su gato. Mirando una película, mientras comía snacks, junto a su Coca-Cola. Y estaba más que cómoda.

Ya había pasado una semana, desde que no veía a Jinyoung, y aún estaba pensando, en si aceptar y mandar todo a  la mierda, o rechazarlo y seguir viviendo en paz sin ninguna preocupación.

Pensó en lo segundo, porqué no quería que la lastimen ni nada de eso, pero, la cosa era de que ahora, ya sabía que Jinyoung era idol, y al parecer, las personas famosas se la pasan de país en país, y él no tendría tiempo para estar con ella. Le pareció algo cursi lo que pensó, sin embargo, ya era hora de que pensara algo así, y qué no todo sea de color negro para ella.

Aunque, en sí, tenía ese lado insensible que le quedaba. No quería que la controlen, ella no era de demostrar las cosas, no hacía nada y le jodía ser así, pero no podía cambiar, ni quería. Así que en pocas palabras, con la confesión que le hizo a Jinyoung, ya lo estaba forzando para que la acepte, y él por su loca mentalidad de "no puedo estar sin ti" ya conocía esa frase tóxica. Una mierda enfermiza.

Quería enviar a la mierda todo. Pero no, esos estúpidos sentimientos aparecían y la hacían sentir incomoda, porqué nunca sintió algo así.

De por sí, tuvo su primera vez, con un desconocido, ¿Le dolió? Obvio que sí, toda primera vez le duele, aunque el muchacho con el que se acostó ese día, no fue brusco con ella, la trató con delicadeza, sin embargo, al momento en que ya estaba lista, casi la rompe en dos. No se arrepentía.

Casi termina siendo violada por los amigos de su padre, pero ella no se dejaba, cada vez que quería iba a casa de YangMi y ella junto a sus padres la recibían, y agradecía eso, sino fuera que su primera vez hubiera sido en una violación, y lo peor es que estaba segura de que hubiera terminado con un crío en las manos.

Más que nadie sabe su pasado, sólo Yang, y ese era su secreto. ¿Donde estaba su mamá? Se escapó de las garras de su padre, dejándola sola. No la culpaba, ya había sufrido lo suficiente. Pero, ya pasó 4 años desde que no la ve, ni siquiera sabe si está viva o si ya tiene otra familia.

Dejó sus pensamientos de lado cuando su celular empezó a sonar.
Se sorprendió porque Jaebum le había enviado un mensaje.

¿Podemos vernos?

Era ese simple mensaje. Ella tecleó rápido y escribió un "sí".

Una compañía no le vendría mal, y estaba sola, así que, la compañía de él no le vendría mal. Aunque sabía que Jaebum quería venir por su gato.

Así que, sin pensarlo tomó a la felina, y la llevó rápidamente a su habitación, dónde cerró su puerta con seguro. No quería que nuevamente se intentara llevar a su gata.

No se arregló ni nada, y aún seguía con su pijama. Tuvo intenciones de llamar al morocho y decirle que compre algunas chuches para que ambos coman, o bueno, para que ella coma.

Fue a su cocina y abrió la nevera, para revisar si había algo para compartir con Jaebum. Felizmente tenía los ingredientes para hacer una hamburguesa, así qué, tomó las hamburguesas, un tomate, lechuga, más nada. Dejó todo eso en la alacena, y fue por papas. Tomó unas dos, agradecía que sabía cómo cocinar, porque sino ahora mismo, se confundiría con todos los ingredientes.