《 Crazy 》 | Park Jinyoung ✔️

C A P Í T U L O XIX

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Al salir de su casa, fue rápidamente a la de su amiga.

¿Por qué Joon no confía en ella? Pero la pregunta más seria, ¿Por qué en su amiga sí?

No es algo malo, sólo que, los celos la invadieron en ese momento. Yang era su hermana, su sangre, sin embargo, Joon fue a su amiga, para pedirle un "consejo". Algo pasa ahí.

Dobló la esquina, y se apresuró para llegar a la casa de su amiga.

Alguien la hizo detener en seco.

Vio como un chico salía del edificio donde vivía su amiga. Y reconoció por la silueta, a JB.

¿Qué demonios? Pensó.

¿Por qué Jaebum estaba ahí?

Se quedó quieta, tratando de ver nuevamente al muchacho que salió, él no la miró, pasó de frente. Lo miró detenidamente para asegurarse de que sea quién está pensando.

Vio cómo aquella silueta desaparecía, y entonces reaccionó.

Miles de dudas pasaron por su cabeza. Se supone que debería estar emocionada ¿No?

Acababa de ver a su idol favorito, de su grupo favorito.

Negó varias veces con la cabeza. Y siguió su camino.

Abrió la reja del pequeño edificio, y se adentró en él. Fue subiendo por las escaleras, el departamento de Yeon quedaba en el tercer piso. Y no era tan cargado el alto de las escaleras.

Iba distraída, sin dejar de pensar en JB, o si era él.

Cómo iba con la mentalidad en otro mundo, no vio cuando se tropezó con el escalón, y casi se cae. Sin embargo, alguien la sujetó del brazo.

Cerró los ojos, esperando que su cuerpo estampara con el frío suelo, y que vaya rodando por los escalones de atrás. Cuando abrió los ojos, éstos se abrieron como si de platos de tratara.

Miró el rostro del pelinegro, deseando que se detenga el tiempo como uno de esos dramas cliché.

Claro, tenía enfrente suyo a nada más ni nada menos que a Jinyoung.

La mano de él, tironeó el brazo de ella, haciendo que quede parada de manera correcta. Ambos se quedaron mirando.

— T-Tu e-eres... ¡Oh por dios, eres Jinyo– — se vió interrumpida cuando las manos de el mayor, taparon su boca bruscamente.

¡Tengo las manos de Jinyoung en el hosico! Exclamó en su mente, sin poder creer lo que tenía enfrente.

— Shh... — hizo un sonido con la boca,  luego miró a los costados, para asegurarse que nadie los haya visto. Soltó la boca de la chica lentamente. —, por favor, no digas nada. — suplicó mirándola con aquellos ojos.