Amores de verano.

Una escapada de fin de semana

Meli

Una noche de sábado estábamos todos cenando y viendo la TV, cuando aparece una publicidad sobre turismo, me quedé enamorada del lugar que mostraban, era una catarata en medio de la montaña, tenía seis metros de profundidad, todo era muy verde y hermoso, así que les propuse a todos ir el domingo o el lunes, por que yo tengo libre ese dia, pero ninguna de las chicas podía ir, porque el lunes trabajaban y se justificaron con que para salir a un lugar lejos es hermoso pasar la noche y volver al otro día, los chicos tampoco podían, Joaquín no contestaba nada, estaba concentrado en algo de su celular.No quería viajar sola así que, quizás iríamos otro día.

Después de terminar de comer, comenzamos a levantar los platos de la mesa para lavarlos, cuando se acercó Joaquín y me comentó que pidió cambiar su día franco para poder ir al viaje, me alegre mucho ya que no me tendría que quedarme en casa sola y aburrida, podría leer pero el viaje me atraía mucho más, amaba el campo, caminar, acampar, los fogones, mirar al cielo en una noche estrellada. Lo ideal hubiera sido que fuéramos todos a la Quebrada pero no está mal la idea de ir solo los dos. Terminamos de hablar y voy a contarle a las chicas de que al final si iba a viajar pero no sola.

Me cruzo con Mile y le digo que valla para mí habitación.

-Chicas adivinen quien viaja el domingo- dije bailando.

-¿Que? como vas a hacer no podes ir sola- dijo Aldi preocupada.

- No voy sola, voy con Joaquín- Conteste.

- ¡¡¡Vas con Joaquin!!- dicen las dos al unísono entre sorprendidas y divertidas.

-Lo tenías todo planeado.

-Con razón elegiste ese día- me acusa Aldi

-¿Que? ¡No! ustedes son las que no querían venir.

-Van a dormir en una misma carpa- dice Mile entre risas nerviosas- Cuando vuelvas nos tenes que contar todo.

-Incluso las escenas para mayores- dice Aldi con picardía

-Claro en especial esas escenas- dije siguiendo el juego

Seguimos hablando un poco más hasta que Marcó apareció y nos dió un ultimatum, así que optamos por irnos a dormir, Mile se fue a su pieza con el gemelo de Patch, según ella.

Ya es domingo y desde las 6 de la mañana teníamos a Joaquín en la habitación entusiasmado por ir.

-A levantarse- dijo entusiasta- no hay tiempo que perder.

Yo estaba igual de ansiosa así que me puse a armar el bolso.

- ¡Si!, en un segundo voy a desayunar.

-SON LAS 6 DE LA MAÑANA DEJEN DORMIR AL PROJIMO-Grito Aldi.

-¡Perdón! ya me voy- Dijo y salió corriendo.

-Espera mejor quédate, ya no me voy a poder dormir- dijo Aldi de mala gana y salió de la habitación.

- Quizás sea mejor que hablemos poco y nada, no es agradable cuando se levanta de mal humor- le informo a Joaquín- quiero que ya viajemos ¿Tienes carpa?

- Tengo una grande

- Estamos hablando de la carpa.

- Por eso mismo, que pervertida eres- dijo con una risa que le salió una desde lo profundo del pecho.

- Yo? Pervertida No, no, bueno si. Volviendo a lo importante, podríamos llevar tu carpa

- Claro en mi carpa seguro vamos a estar más cómodos, ¿Qué tienes pensado hacer al llegar?