¿Que harías si te dijera que un día puedes encontrar un libro que hará realidad lo que más deseas?
Seguramente pensaran que estamos locas, pero esto nos paso a mis amigas y a mi, durante unos maravillosos meses de calor, donde nuestras vidas cambi...
Hace una semana que Meli y Joaquin hicieron su escapada de fin de semana, apenas volvió nos puso al día de lo que había pasado en el dique de la quebrada y después de eso las cosas transcurrieron con normalidad, cada una en la suya, con sus propios tiempos y trabajos, solo nos veíamos a la noche o durante algún momento del mediodía.
Hoy me había tocado trabajar hasta tarde en la biblioteca, odiaba hacer doble turno, pero no había de otra, necesitábamos pagar la renta.
Meli y Aldi me dijeron que estaban apuradas por qué Tefi, nuestra amiga, tenía una cita con su esposo y debían cuidar a los niños, yo también quería ir pero el deber me llama, extraño mucho a esos niños.
Al llegar a casa estaba exhausta después de tantas horas de trabajo, así que lo primero que hice fue ir a darme una ducha con agua caliente, de manera que se me quitara un poco el estrés y después pudiera acostarme a ver una peli. Cuando salí de bañarme, note que la casa estaba particularmente tranquila y parecía que no había nadie allí, festeje internamente y fui a ponerme una remera larga de Sakura y un shorts, estaba pensando en todo lo que podía hacer estando sola, leer, terminar de ver alguna serie de la larga lista de pendientes, ponerme a bailar y hablar sola o quizá salir, ya que mañana no trabajo porque las chicas me devuelven el turno. Entonces me dispuse a llamar a G y G para preguntarles si querían salir a lo que respondieron que les encantaría pero sería un rato porque debían trabajar, hacia tiempo que no nos veíamos. Llegaron al mismo tiempo que Marcos, que me hizo un foto mental apenas llegó.
-Cobro por fotos, aunque me veo igual que todas las noches en la habitación- dije al tiempo que los 3 llegaron a la puerta de entrada
-Exactamente, solo que hoy te duchaste- responde haciendo que G y G rían
-Oye, ¡yo siempre me baño!
Él sonríe, pero no contesta nada y va directamente a la habitación
-Así que ya duermen juntos? Mujer por qué nadie nos avisó - Gustavo se hace el ofendido
- Solo compartimos habitación- comenté para aclarar el mal entendido- y nunca me acostaría con él por muy hermoso que sea.
-Nunca digas nunca, esta vida es larga y con muchas tentaciones, todo puede pasar - dice Gastón haciéndome dudar
-Bueno, quien tiene hambre? Menú de esta noche PIZZA!! - dije para tratar de cambiar de tema y creo que funcionó
- Genial morimos de hambre- dijeron al unísono.
Todos entramos a la casa, y yo me puse a preparar la masa, mientras ellos se disponían a buscar unos envases e ir a comprar cerveza, Mientras los chicos salían a comprar, fui a buscar a Marco para preguntarle si estaba de acuerdo con el menú elegido y lo más importante , si se iba a quedar.
Lo encontre saliendo de la habitación con una toalla en la mano, listo para entrar al baño a ducharse.
-Marco, decidimos con los chicos que el menú va a ser pizza y cerveza, estas de acuerdo?
- Y yo pensaba que me ibas a acompañar al baño- Dijo con fingida decilucion.
-Ni que tuvieras tanta suerte,
-Bien, la propuesta sigue en pie - dijo parándose a mi lado- El menú está bien y sí está noche me quedó.
- Genial, tienes que lavar los platos que ensuciemos.
Y sin decir nada más entro al baño, dejándome parada sola en el pasillo, queriendo entender qué rayos le pasa a este chico, porque hoy que estamos solos está diferente, las chicas no me creerían si se los contará.
Me dirigía a la cocina para empezar a hacer mi especialidad, cuando me tope a G y G en la entrada, ambos me miraban fijamente, como si esperaran que dijera algo.
-Pasen, que están esperando?
- Es que no queríamos interrumpir tu conversación con ese Ángel- Dice Gastón guiñando un ojo
- No pasa nada entre nosotros, lo juro por todos los dioses, pero hoy está raro.
- Quieren cenar solitos los tortolitos?
-No, mi cena es con ustedes 2, el cena con nosotros por qué le tenemos lástima, aunque no se porque no se fue con sus amigos- respondí dudando
-Bueno empecemos que las pizzas no se hacen solas- dijo Gustavo a mi lado
Comencé a cocinar porque yo iba a hacerlo desde un principio, los chicos destaparon la cerveza y sirvieron 3 vasos, hablábamos de cualquier tema que surgía, cuando las pizzas estuvieron listas fui a golpear la puerta de la habitación y a los minutos salió, moviendo la cabeza haciendo que su pelo mojado me salpique, unas de las gotas me entró en el ojo, comencé a secarme la cara con las manos, cuando de repente sentí sus manos sobre las mías, el contacto me sobresalto.
-No es nada, solo agua- Me justifique, zafando del agarre- Venía a decirte que las pizzas ya están listas.
-Perfecto enseguida voy,- Dijo perdido en sus pensamientos, como si a el tambien le sorprendiera su actitud.
No espere más y volví con los chicos, coloqué sobre la mesa las pizzas, se veían riquísimas, aclaró que no es porque las haya hecho yo.
Comenzamos a comer los cuatro, haciendo bromas o contando alguna anécdota de nuestras vidas, lamentablemente el tiempo pasa súper rápido cuando más te diviertes, G y G se levantaron para despedirse, así que con Marco hicimos lo mismo, los acompañe hasta la puerta para despedirlos y les dije que me avisen al llegar a su casa, me responden que de seguro estaré tan ocupada que no estaré pendiente del celular y sin dejarme responder suben al auto y se marchan. Llegué a la cocina riéndome y vi a Marco lavando los platos, pensé en acercarme a ayudarle, pero decidí que sería mejor terminar de leer un libro que me prestó Meli hace unos días, al llegar a la habitación, me acosté en mi cama y comencé a leer.
Tenía solo el velador prendido, cuando Marco entró se acostó en su envidiable cama de dos plazas, predio su Netbook y puso una película.
Pasado unos minutos no podía concentrarme en la lectura y quién podría si la persona a su lado estaba viendo Harry Potter y nada más, ni nada menos que “El Prisionero de Azkaban”, la pelicula que mas me gustaba.
-¿Estás viendo Harry Potter?- Pregunte toda inocente, con el tono de voz fina que pongo cuando necesito algo.
-Sí…-Respondió con una sonrisa ladina como adivinando mis intenciones. ¿Queres verla? - dijo haciendo un lugar en la cama para poner la netbook entre nosotros.
-¡Sí!- Dije cerrando el libro y subiendo a la cama.
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Hola gente linda!! Esperamos que les guste y divierta este capítulo como a nosotras escribirlo... nos den su opinión... Gracias por leernos Atte. Las floreros
