FRIENDS?

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La charla siguió en torno a lo mucho que admiraba a Sherlock Holmes y su habilidad de saber a qué se dedicaba una persona por su apariencia, así que comenzamos a intentar adivinar qué hacían o cuáles eran sus profesiones. Terminamos la comida entre risas y nos dirigimos a las zona de juegos, emprendimos una guerra en el tejo por qué resultó que (como ya sabíamos) éramos muy competitivos. Hicimos un tour por todos las máquinas incluso aquellas que ya no eran adecuadas para nuestra edad, pero no nos importaba solo nos divertíamos en los juegos de carreras o en pegarle los monstruos que sacaban sus cabezas de los agujeros.

-¡Vamos!- gritaba Joaquin a mi lado mientras arremetía con un martillo a los monstruos-  Tenemos que ganar esa pelota. ¡Pegale como si vieras a tu ex!

Yo utilizaba las dos manos y trataba de cubrir el mayor espacio posible, pero no llegaba a todas, aunque al escuchar eso paré en seco. 

-¿Pegarle a mi ex?- pregunte divertida.

-¡A quien odies! Solo golpea a los de la derecha, yo a los de la izquierda.

Así logramos conseguir todos los tickets que nos podía dar esa máquina así que teníamos que pasar a otra. El eligió un juego de basquet y  se veía tan emocionado que no pude decirle que no era buena en los deportes y menos con la puntería. 

-Jugaba mucho al básquet con mis amigos- dijo tomando la pelota y apuntando- Ahora estamos ocupados y lo hacemos cuando tenemos tiempo- lanzó un tiro limpio y perfecto.

-¡Que bien!, se te da muy bien- respondí con mi mejor cara de “no me pases la pelota”.

Eso pareció no funcionar porque me lanzó la pelota y yo se la pase de nuevo, con una sonrisa.

-Por qué mejor, ya que se te da tan bien no haces todos los tiros.

-La idea es que juguemos los dos- me dio una mirada de desconfianza- ¿No será que no sos buena en el basquet?

-Decir que no soy buena es ser generoso.

-Por favor, seguro exageras, no podes ser tan mala- como si no aceptará un no por respuesta me dio el balón. 

Algo resignada tome el balón lo mejor que recordaba y lance con fuerza, la pelota pegó  en el tablero y salió despedida hacia Joaquin que la atrapó con asombro. 

-Wow, era enserio, pero vi personas apuntar peor, solo te falta técnica.

-Dudo que vieras algo peor. 

-No lo viste jugar a Marco en sus inicios, ahora tengo una duda.-dijo divertido

-¿Cuál?- pregunté dudosa mientras me pasaba nuevamente la pelota como si no hubiera estado cerca de matarlo con el tiro anterior. 

-¿Estabas pensando en tu ex?- dijo con una media sonrisa

- Si te da celos, esta vez te voy a tener en mente- contraataque

- Me voy a encargar de que así sea- y una sonrisa traviesa se asomó en su cara.

Antes de que pudiera preguntarle qué pensaba hacer se colocó detrás mío y sus brazos me rodearon. De pronto pude percibir su olor, ese que aún no había terminado de definir y que sabía que no podría olvidar por un buen tiempo. Sentí el calor que emanaba de su cuerpo y a sus fuertes brazos rodearme y darme confianza, como si me prestara su fuerza. Su respiración se filtraba en mi oído y puedo jurar que aunque no lo viera estaba sonriendo. Posó sus manos sobre las mías, ejerciendo presión en ellas para guiarme. 

- Tenes que acomodar los brazos así- susurraba en mi oído y aunque el mundo se derrumbara yo solo iba a escuchar su voz. 

-El balón se toma solo con las puntas de los dedos- continuo con un rose en mis manos, haciendo que aflojara el agarre. 

Amores de verano.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora