Autismo | Stevnel [Remasterizado]

Day V: Investigate him

"Enfermedad o trastorno mental que se caracteriza por una profunda tristeza, decaimiento anímico, baja autoestima, pérdida de interés por todo y disminución de las funciones psíquicas".

Ella caminaba con tranquilidad por los pasillos, mientras se aferraba a aquel libro. Lo miraba de vez en cuando, suspirando y meneando su cabeza. Se detuvo frente a su casillero y lo abrió con naturalidad, ¿qué tal si le entregaba el libro? Después de todo por algo se lo compró a la Biblioteca, le costó caro pero logró obtenerlo.

-¡Spinel! -exclamó Connie acercándose. La teñida se giró e inclinó su cabeza. -Te estaba buscando.

-Bueno, ya me encontraste -comentó neutral, Connie mordió uno de sus labios y jugó con sus manos.

-Quiero decirte algo importante -se notaba que estaba cansada de tanto correr, por algo jadeaba.

-Pues dilo -ella la miró de forma muerta como usualmente lo hace.

-Bien... Spinel -la tomó de la mano y le sonrió. Descendió la mirada hacia el libro que llevaba en manos -¿qué es eso?

-Oh -miró el libro por unos segundos y luego a su mejor amiga -es un libro de autoayuda para Steven -la morena arrugó su nariz.

-¿Por qué de autoayuda? -la rosada entrecerró los ojos, pensativa.

-Bueno... -susurró dudando qué decir, Steven le había dicho que era un secreto, ¿podía confiar en Connie? -... Es un secreto.

-¿Secreto? -arrugó la nariz -¿desde cuándo hay secretos entre nosotras? -Connie soltó la mano de Spinel y la miró de pies a cabeza, ¿qué le ocurría? ¿Acaso Spinel...? -Spinel, ¿estás enamorada de Universe? -la rosada asintió.

-¿Regalarle cosas no es lo que hacen las parejas? -Connie relajó su ceño y su rostro y suspiró: no valía la pena.

-Pero no son pareja.

-Ah, ¿no? -Spinel arrugó su frente al igual que la nariz -pero si ambos nos gustamos.

-Él te rechazó.

-Él tiene miedo que no funcione -negó.

-¿Te lo dijo?

-No, lo dijo una foto de Samantha.

-¿Quién es Samantha? No conoces a ninguna Samantha -la autista se encogió de hombros.

-Mira -sacó su celular y buscó la publicación. Le extendió dicho celular a la contraria.

-¡Es una foto de una tal Samantha que se sacó frente al espejo entregando el culo! -se acercó más al celular -¡aparte la frase tiene faltas ortográficas! -la autista le quitó el celular de las manos.

-El arte no debe ser perfecto -comenzó a caminar con tranquilidad.

-Pero... ¡Spinel! -la contraria se giró.

-Oh, cierto -parpadeó varias veces -¿querías decirme algo? -la morena aplanó los labios y suspiró.

-No, no es nada... Importante -forzó una sonrisa y la rosada siguió su caminar.

...

-2608... -la rosada buscaba con la mirada el casillero correcto. Había visto varios vídeos de cómo escaparse de clase, lo suficiente para ocultarse en el baño y esperar a que todos entraran a clase. Deslizaba su mano buscando el casillero adecuado y al finalmente encontrarlo observó el libro. Connie le había dicho que se pondría la fecha de cumpleaños de Spinel en su casillero cuando entraron al instituto, y que si realmente la gente le importaba aquella rosada, haría lo mismo, por ende, no era de extrañar que ella ponga su fecha de nacimiento en aquel candado que obviamente no se abrió. -¿Acaso no soy importante para él? -susurró para sí y apretó los labios -claro que sí, guardamos su secreto -lo pensó y sacó un pasador de pelo, dispuesta a usarlo. Youtube era el peor profesor que ella tenía. Insertó el pasador y comenzó a moverlo, cuidadosa. El casillero se abrió al instante.

En la tapa del casillero habían varias fotografías con otras mujeres y algunas pegatinas. Su mirada se posó en sus cuadernos y varios papeles que tenía volando por ahí, agarró uno y lo abrió, leyendo la hermosa poesía que él tenía en dicha hoja.

-Escribe bien -habló neutral. Sacó una lapicera y escribió en esa hoja algo como "léelo, sé que te va a encantar" lo pegó en la tapa del libro y lo dejó ahí, prosiguiendo a cerrarlo.

...

La puerta fue abierta por la rosada que interrumpió al profesor. El enrulado parpadeó y observó el rostro de la muchacha que se sentó a pesar de las quejas del profesor y continuó la clase. La mirada de la muchacha al chico perfecto causaban escalofríos en la columna del muchacho. Todo esto, le inquietaba. Era entendible. Ella estaba enamorada de él y sin contar que ella es autista, por ende, se debería obsesionar con él.

—¿Diamond? ¿Está usted prestando atención? —preguntó notablemente molesto. Ella miró al profesor.

—No. En realidad veo al chico perfecto —Steven bufó y se lamentó en silencio, cansado de la situación repetitiva.

—¡Que no soy un chico perfecto! —exclamó el muchacho podrido. Aquamarine rió.

—¿Para qué negarlo? —la rosada arrugó la frente ante el comentario.

—¡Es mi chico perfecto! ¡Consíguete el tuyo! —gritó la rosada.

—¡¿Podrías por un momento no gritar?! —habló furioso el profesor —¿sabes qué? Llamaré a tus madrinas —la rosada se detuvo y miró a su profesor. —Les diré que estás molestando a tus compañeros y a mí —la agarró del brazo y la sacó de allí.

...

Estaba muerta de miedo. Su garganta se sentía apretada, jugaba con sus manos constantemente mientras que cantaba aquella canción que le enseñó su madre. Estaba apunto de tener un ataque. No podían llamar a sus madrinas, sería lo peor si ellas se enteran que está haciendo disturbios y más si está enamorada de alguien: White es demasiado demandante respecto a los estudios y los hombres, al punto de que White no dejaba que Spinel estuviera hablando con los niños del jardín, dificultando el proceso de aprendizaje de la menor; Yellow es alguien trabajadora y seria, no les interesan las relaciones, aunque Connie cree que tiene una relación con Blue, Yellow siempre le dijo a Spinel que no debe interesarse en amistades y debe dedicarse a los estudios; otro extremo de ese par es Blue, ella es alguien agradable, simpática y amorosa aunque demasiado sensible y victimizadora, cada vez que Spinel habla con alguien, Blue cree que las dejará por esa persona.

Y hablando de ese trío: acabaron de entrar por esa vil y fría puerta.