Autismo | Stevnel [Remasterizado]

Day VII: Kiss him

La de pelo negro con mechones rosados descolorados, caminaba con tranquilidad entre los pasillos. Spinel se detuvo al ver a Connie con varias ojeras, cerrando su casillero. Decidió acercarse con cuidado y la miró.

—Connie —la morena se giró y se cruzó de brazos —¿sabes dónde está——

—¿Tu chico perfecto? ¡No lo sé! —hizo una sonrisa falsa y comenzó a caminar. Spinel entrecerró los ojos y se le acercó.

—Estás rara.

—Me sorprende que a la loca le importe —acomodó su mochila en sus hombros y siquiera la miró.

—¿Loca? No estoy loca, o eso siempre dijiste tú —Connie se detuvo.

—Abrázame.

—¿Qué?

—¡Quiero que me abraces! —la autista respiró por su nariz, incrédula.

—¿Por qué? —Spinel retrocedió y se aferró a las correas de su mochila —si quisieras abrazarme, lo harías, nunca te importó.

—¡¿Nunca me importó?! —gritó. Varios alumnos detuvieron su caminar y las miraron —¡¿nunca?! ¡¿Qué no me importó?! —la empujó.

—Connie, me estás asustando —susurró, retrocediendo la autista.

—¡Contéstame!

—No te importaba que no quisiera que me toques —Connie apretó sus puños —aparte que en varias ocasiones eres irritante —se encogió de hombros —no sé, aparte ignoras a veces de lo que digo.

—¡¿Crees que tu noviecito no?! —explotó —¡a él no le importas! ¡Yo me esforcé por entenderte!

—No lo haces, no necesito que lo hagas —Connie tragó saliva y su mandíbula tembló. Sus ojos parpadearon y las lágrimas bajaron por sus ojos —solo te acercaste por pena —miró de reojo a las personas de alrededor —eso dijeron todos.

—¿Vas a creerles?

—¿No dicen la verdad? —balbuceó incrédula inclinándose a su mejor amiga.

—¿Vas a creerles a ellos en vez de a mí? —Spinel se quedó en silencio —¡¿por qué no contestas?! —se apoyó en sus rodillas y sollozó. —En serio ¿nunca me consideraste tu amiga?

—Claro que sí, Connie —susurró —eres mi mejor amiga —su neutralidad era totalmente incomprensible. La morena se levantó y limpió su nariz con su muñeca y miró alrededor. —¿Acaso tú no?

—No —sinceró Connie —al principio sí pero luego no —forzó una sonrisa —pero estás obsesionada con ese idiota —y sin más se giró, caminando lejos de ahí.

...

La teñida mordió su lápiz, pensativa y observó al profesor que estaba dando su clase con un tranquilo humor. La autista suspiró por su nariz y volvió la vista a su cuaderno, leyendo los garabatos que habían en él. Algunas memorias asomaron su cabeza hueca y revolvieron toda su mente.

—Es raro... —balbuceó la autista, dibujando en su cuaderno.

—¿Qué cosa? —la morena la miró, incrédula.

—En este instituto hay varias personas con nombres de gemas pero tú... —sus ojos se conectaron —... Eres la única que nunca logré caracterizar.

—¿Eso me hace especial? —la morena sonrió al instante.

—Te hace aburrida —volvió su vista a su libreta. La morena bajó sus hombros al instante, sintiéndose decaída.