Los Vigilantes

Capitulo 1

Padre mio, por favor perdona mis pecados tu bien sabes que mi único pecado es amarte con devoción, salva mi alma de las manos y tentación de Luzbel.

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Su cuerpo estaba íntimamente húmedo al igual que su mente que estaba ardiendo en calor y en una especie de trance a causa de la fiebre mezclado con la parálisis del sueño le hizo poner atención en los gritos de la multitud afuera de la Basilica Papale di San Pietro antes de desmayarse. 

-"¡¡¡Cardenal!!, ¿Se encuentra usted bien?- Dijo el joven castaño de complexión delgada gritando y la vez corría hacia su mayor sumamente aterrorizado tomándolo por los brazos y exaltado grito auxilio.

La gente gritaba con terror y angustia, era comprensible ya que por todas partes estaba la lamentable noticia.

El líder mayor de la Iglesia Católica había fallecido de manera sospechosa, con dificultad pero con éxito lograron engañar a la multitud diciendo que el Papa había fallecido por un paro cardíaco; Aunque la verdad crudamente era otra...

El Papa había sido encontrado en sus aposentos por sus hermanos cardenales más cercanos de una manera abrupta y  terrorífica, su cuello tenia signos de estrangulamiento, su miembro viril fue atravesado por una réplica de la espada de el Arcángel San Miguel y su pecho había sido mutilado por un verso en latín: "Fides tua te salvum Quoniam ecce venient dies tenebris et non erit" (Días oscuros se acercan y tu fe no te salvará) y si eso no fue demasiado los investigadores privados del Vaticano pudieron seguir un pequeño rastro de sangre la cual llegaba hasta la chimenea de la habitación del fallecido donde se encontraba su dedo anular, el anillo del pescador y un pliego de papel que por mas de las intensas llamas que salían furiosas de esta, no se consumía y firmado con sangre resalto el nombre del autor del atroz crimen: "Yekun" .

Aquella terrible escena solo fue dada a conocer a los cardenales, todos estaban en pánico; Un grito ensordecedor se presento haciendo que todos los cardenales perdieran lo último que les quedaba de cordura.

-"¡¡¡Auxilio, por favor que alguien me ayude!!!"- Gritó Jae Hwan exaltando a todos mientras se abría paso en la multitud con Seok Jin en brazos.

-"¿Qué le paso al cardenal?"- Preguntó uno de los presentes sacando su teléfono celular llamando a una ambulancia.

-"No lo sé,  lo fui a buscar para darle la lamentable noticia de que el Papa había fallecido ya que eramos de sus compañías mas cercanas y lo encontré de con los ojos abiertos tratando de gritar y luego se desmayo"-  Exclamó con extremo temor en su garganta mientras que sobando sus manos hacia mostrar su muy notable preocupación, al fin y al cabo ambos eran amigos de la infancia al igual que sus padres los cuales desde temprana edad les inculcaron de manera estricta el camino de nuestro Señor Padre Todopoderoso y ellos como buenos hijos dieron fruto a los deseos de sus padres convirtiéndose en cardenales de la sagrada iglesia y siervos de su Señor Jesucristo y Dios.

Al poco tiempo llego la ambulancia haciendo revuelo por los creyentes que estaban a la espera de quien seria nombrado el nuevo líder de la iglesia católica, el que guiaría a su rebaño por el camino del bien inculcando la palabra de Dios. El cardenal Seok Jin estaba fuera de peligro y estaba en su habitación a la espera de que el Colegio Cardenalicio votara y fuera decidido quien seria el próximo a dirigir a la Iglesia Católica, pasaron alrededor de 6 horas en las que la espera se había hecho sumamente angustiosa para los presentes y por fin había una respuesta. El único que podía dirigir al rebaño por el buen camino era Jae Hwan, después de todo era muy cercano al Papa y este le compartía sus conocimientos y no podía faltar recalcar lo sumamente amable y respetuoso que es, por eso que la gente recibió al nuevo guía de la iglesia de manera amable y alegre. Jae Hwan decidió contarle tan alegre, espectacular y honorifico momento que estaba viviendo a su hermano Seok Jin.