Con los ojos nublados por las lágrimas y la cabeza baja vio como la sombra de su puño se acercó aceleradamente, cerró los ojos y su cuerpo se puso duro para soportar más el golpe, pero no, no lo sintió; En su lugar una voz se hizo presente en la habitación interrumpiendo toda acción...
-"Cardenal Jin, ¿se encuentra usted bien?"-. Exclamó uno de los estudiantes de Jin entrando a la habitación levantándolo y poniéndolo detrás de él viendo a Jae con una expresión firme y retadora.
-"Hermano por favor basta"-. Susurró Jin mientras que con lágrimas en los ojos se escondía detrás de la espalda de su estudiante, lastimándole mucho ponerlo en esa situación.
-"Hazte a un lado niño, esto no te incumbe"-. Sentenció cuando trato de mover al chico con sus brazos dándose cuenta que era increíblemente fuerte.
-"N-no, yo no puedo permitir ésta falta de respeto"-. Los brazos del joven se extendieron cubriendo por completo el cuerpo de Jin.
-"Por favor hermano, retírese"-. Exclamó el joven mientras Jae solo movía la quijada en modo de desagrado.
-"Jin, siempre tienes suerte, pero mañana hablaremos más tranquilos. Y tú, más te vale que no lo sigas protegiendo"-. Gritó y colocándole un dedo en el pecho advirtió al joven que seguía con los brazos abiertos.
Jae salió de la habitación con cara de desagrado mientras que Jin casi se desmaya en el acto siendo sostenido por su alumno que impidió su caída.
-"Cardenal Jin, lamento mucho lo sucedido, no era mi intención ofenderlo o causarle un conflicto con el hermano Jae, solo venía a agradecerle por el conocimiento brindado y a entregarle un vino tinto añejado, es de la cosecha del 24"-. Exclamó el joven con una sonrisa sincera mientras salía de la habitación para buscar la botella y entregársela en las manos para después proseguir.-"Hablé con el hermano Jae antes del problema, fui a verlo al hospital y le pedí que me diera de baja en la clase con usted, me agrada mucho su trabajo pero tengo que regresar a mi sede, mis mayores me aguardan para poder continuar con mi parroquia, así que mañana mismo me iré, de verdad le agradezco mucho su ayuda"-. Comentó el chico aún con la sonrisa pero esta de volvió un poco amarga.
-"No hay de que hermano, lamento mucho que no puedas quedarte con nosotros pero bueno, ¿qué le vamos a hacer?"-. Respondió Jin haciendo ademanes con las manos y después siguió. -"Y-yo lamento lo que acabas de presenciar, tuve una pequeña discusión con el hermano Jae y de verdad no quería que te involucras así, lo lamento mucho"-. Haciendo una leve reverencia al estudiante aun con los ojos cristalinos y las piernas temblando.
-"Hermano no me iré sino hasta la noche y si usted gusta puedo acompañarlo cuando vaya a ver al hermano Jae"-. Comentó al chico mientras daba suaves palmadas en la espalda de Jin.
-"Oh no no, no me gustaría que usted llegara a tener problemas a causa mía"-.Contestó Jin automáticamente mientras veía al menor.
-"No se preocupe hermano, esto lo hago más por mis principios, no puedo dejar que alguien sea lastimado si yo puedo evitarlo"-. Lo miró con ojos fijos mientras esperaba alguna respuesta aprobatoria.
-"Hermano le aseguro que el hermano Jae no es alguien violento, fui yo el que lo hizo enojar de esa manera, lo sé y toda la culpa recae en mi"-. Contestó Jin acto seguido bajo la mirada y se tapó la vergüenza con las manos.
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Los Vigilantes
FanfictionTierra de los pecados, mentes perversas y bocas malditas que mienten. ¿Acaso tu crees que no haz cometido pecados y que Dios te acogerá en sus brazos y te recibirá en su cielo eterno? No es vida si le quitas los placeres mundanos, déjate llevar que...