-"¿Y eso que es?"-. Pregunto curioso el mayor.
-"Eso eres tú, te he estado esperando desde la creación de los tiempos"-. Contesto el menor, sonrojado y con los ojos vidriosos.
-"¿Que? ¿Es broma no?"-. Pregunto con incredulidad mientras se apartaba un poco de Namjoon.
-"No es broma, mi deber es protegerte a toda costa, el vio que mi amor por la raza humana no tenía malicia a pesar de que la locura me invadió y me cegó por mi amor a... al otro ángel"-.
Dicho esto el menor se apresuró para descubrir su espalda, líneas paralelas verticales, en forma curvada, gruesas, largas y con un tono más blanco que el demás tono de piel del menor, sus alas habían sido arrancadas con fuerzas inimaginables dejando como testigo grandes y dolorosas marcas que parecían ser hechas por un gran tigre furioso.
-"Pero que..."-. Jin se había quedado petrificado ante esa visión era demasiado, era mucho para él, tanto que sus ganas de vomitar se hicieron presentes, su cabeza empezó a doler y su corazón se volvió loco.
-"Solo tranquilízate ¿sí?, se lo que estás pensando"-. Dijo el menor volviendo a acomodarse la camisa.
-"Pero... ¿Como? debe ser una maldita broma él no puede leer mentes"- Se dijo Jin riendo socarronamente.
-"Claro que puedo así que será mejor que me digas las cosas de frente"- Susurro Namjoon en la mente de Jin sin verlo a la cara dirigiéndose a la ducha.
Jin estaba en shock completamente, no sabía lo que estaba pasando, lo único que sabía era que si seguía con más sorpresas su estómago no lo resistiría.
Se quedó en la cama viendo hacia el piso tratando de asimilar toda la situación en la que estaba, era grave y mucho, sabía que había entes malignos por todo el mundo, pero nunca contemplo la idea de un ángel caído.
Su mente se trastorno de mil formas, pensó en todo y a la vez en nada, trato de concentrarse pero el miedo se lo estaba impidiendo, no era posible, tenía miedo y mucho.
Sus miedos fueron distraídos por la hermosa figura del moreno que se acercaba sobre pasos bobos hacia el dándole una mirada picara.
-"¿Por qué me ves de esa manera?"-. Pregunto Namjoon viéndolo para después darse la vuelta y dejar caer la toalla que tenía enredada en la cintura.
Jin se tapó los ojos casi al instante sonrojado a muerte, haciéndose pequeño, subiendo sus rodillas a su cara para después meterla entre ellas; Su corazón casi sufre de un paro cardíaco cuando sintió las manos grandes y fuertes de Namjoon en ambas rodillas tratando de abrirlas para poder admirar el sonrojado rostro del mayor. Jin lo permitió solo para colocar sus manos sobre sus ojos, al igual que a las rodillas Namjoon las quito con facilidad, después dejo salir una sonrisa tierna y burlona al ver que Jin había cerrado los ojos fuertemente con la intensión de no ver el cuerpo desnudo del moreno.
-"Jin... mírame"-. Suplico en menor mientras pasaba una de sus manos por el rostro sonrojado y ardiendo en calor del castaño.
-"N-no"-. Musito Jin mientras cerraba más los ojos llenos de vergüenza.
-"Seok Jin, mírame"-. Al escuchar su nombre completo el castaño no puedo evitar abrir los ojos encontrándose con el rostro cálido del moreno el cual le daba una sonrisa llena de ternura.
-"N-Nam"-. Susurro Jin mientras notaba como Namjoon se acercaba hacia él, hacia sus labios y lo beso, lo besó de manera tierna y tranquila pero con una sombra de perversidad. Jin le devolvió el beso son ternura hasta que sintió como sus tobillos fueron jalados por las fuertes manos de Namjoon haciéndolo recostarse.
Jin estaba embriagándose en esa sensación casi nueva, alguien comenzándolo a amar. Su respiración se volvió pesada y rápida. Volteo a ver al moreno el cual se había detenido para admirarlo con dulzura y tristeza.
-"Jin, por favor déjame quitarte todas esas marcas del dolor que te han infringido en mi ausencia y que te hieren el alma"-. Dijo Namjoon en un tono bajo entrelazando su mano con la del castaño depositando un pequeño beso para después llevarla a su mejilla sintiendo el roce de la mano de Jin llenándole el pecho de esperanza.
-"Nam, no quiero que me hagas sufrir, no quiero dolor, no quiero que me enamores, me mientas y me dejes"-. Dijo Jin casi llorando, había sufrido mucho durante toda su vida y su pobre corazón no soportaría otro dolor más fuerte.
-"No me iré, no soy loco, te estuve esperando durante milenios pero me iré solamente si me lo pides"-. Dijo dándole un pequeño beso en la frente con el cual disipo casi todos sus miedos.
-"Tengo miedo a que esto sea mentira y que en realidad solo quieras jugar conmigo"-.
-"No, no lo haría, espera"-. Dijo levantándose y se dirigió el baño.
Jin se quedó boquiabierto con un poco de extrañeza hacia el menor, escucho un quejido doloroso.
-"Nam, ¿estás bien?"-. Preguntó sin pararse de la cama, estaba a punto de ir corriendo para saber que estaba pasando pero se detuvo de su pronta acción al divisar al moreno que regresaba con una expresión dolorosa con el rostro, miro hacia sus manos y se percató de tenia la corona de olivo de oro con la cual lo había aterrorizado la primera vez.
-"Jin escucha con atención, esta corona evita que yo muera, mi vida depende de esta corona y ahora quiero que la tengas contigo, dándote una prueba fiel de que puedes confiar en mí y que no te dejare"-. Exclamo con la mano sostuvo la corona la cual casi al instante fue transformada en un brazalete de oro en forma de flores de olivo y se la coloco a Jin.
Jin quedó estupefacto pero satisfecho.
-"¿Cómo que tu vida depende de esto?"-. Preguntó curioso y a la vez abrumado admirando el precioso brazalete.
-"La única forma en la que puedo morir es si este brazalete es fundido"-. Dijo entrelazando su mano con la del castaño dándole pequeños y efímeros besos.
-"Mi vida está en tus manos y si aun así decides acabar conmigo sería un honor"-. Dijo acallando a Jin quien estaba a punto de comentar algo.
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Los Vigilantes
FanfictionTierra de los pecados, mentes perversas y bocas malditas que mienten. ¿Acaso tu crees que no haz cometido pecados y que Dios te acogerá en sus brazos y te recibirá en su cielo eterno? No es vida si le quitas los placeres mundanos, déjate llevar que...