Capitulo 5:

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Narra Dongju*

– ¡Lo siento!– grito Geonhak mientras se apartaba de mi, sentándose en la esquina del sillón.

– Lo vuelvo a repetir ¿Qué sucedió anoche? ¿Por qué estaban aqui dormidos?– cuestionó Youngjo entre dientes.

Este altercado no paso desapercibido por uno de los miembros, Hwanwoong salió de la cocina caminando hasta dónde nosotros estábamos.

– Ya no discutan porfavor– colocó una de sus manos al hombro de Youngjo.

Veía que Geonhak estaba indeciso de decir lo que pasó, así que tome una decisión, me iba a echar la culpa.

– Fue culpa mía– cuando dije esto mi mayor me volteo a ver desconcertado– anoche estaba un poco mal y para despejarme vine aquí a la sala, Geonhak se dió cuenta y vino para animarme, me negué al principio y me iba a ir, pero me lo impidió y supongo que lo demás ya se cuenta solo, terminamos dormidos y en algún momento quedamos en esa posición– agaché ligeramente mi cabeza– una disculpa, no volverán a suceder.

– Dongju...– Youngjo se hincó quedando a mi altura, posicionando una de sus manos sobre mi cabeza– sabes que cuando te sientas mal cuentas conmigo, no tienes que ocultarte de esta forma.

Un silencio que parecía eterno se apoderó de todos nosotros, pero este fue roto gracias a Keonhee.

– Bueno ya mucha platica– comentó muy animado– hoy es día de limpieza y yo soy el que reparte las tareas está vez– se dió unos golpecitos en su pecho acompañado de una sonrisa llena de orgullo– Bien, Geonhak y Dongju se encargaran de limpiar la cocina para después ir a comprar más comida, ya que me la acabé– esto último lo dijo en forma de susurro pero no evito que escucharamos sus palabras– Youngjo y Hwanwoong se van a encargar de la sala y van a lavar la ropa. En cuanto a Seoho y a mi nos tocará limpiar los cuartos y bueno los que terminen primero, pues eso, terminan, no crean que va a ver recompensa, ¡Comencemos!

Narra Keonhee*

Después de repartir los labores del hogar, fuí con Seoho a limpiar los cuartos de los chicos, a pesar de odiar hacer la limpieza estaba muy animado por pasar un rato con él a solas, ya que de un momento a otro mis sentimientos hacía Seoho se fueron desarrollando, pero era incapaz de decirle, así que solo me conformo con pasar tiempo con él.

– Pues ya terminamos aqui– dijo Seoho procediendo a retirar unas gotas de sudor de su frente– ahora solo falta mi cuarto y el tuyo, ¿A cuál quieres ir primero?

– Podemos dejar el mío hasta el final, no tengo mucho desorden.

– Está bien, vamos de una vez.

Salimos de la habitación de Youngjo para dirigirnos a la puerta que daba al cuarto de Seoho. Una vez adentro empezamos a recoger el desastre que había, el cual no era mucho.

Me agaché para sacar la basura que estaba debajo de su cama, dando con un papel algo maltratado. Cuando lo saqué me di cuenta de que no era un papel cualquiera, si no una foto, en esta estaba él junto con otra persona que no se le podía distinguir el rostro, pues tenía múltiples rayones que impedía verlo.

– Oye Seoho– sin apartar la vista de la foto llame su atención– ¿Quién es él?

– ¿Quién es quién?– cuestionó acercandoce a mi.

Al tener contacto con su mirada note que su rostro palideció por completo cuando vio que sostenía esa foto.

– ¡Deja ahí!– ordeno, arrebatandome la foto y preceder a romperla.

– ¿Por qué haces eso?– me levanté para estar a su altura y sostener sus manos.

– Porque es una foto sin importancia, de la cual me quería deshacer.

– Pero sales tu en ella...

– ¡Por eso mismo!– lentamente bajo su mirada– no quiero volver a tener relación con eso...

Su voz se escuchaba decaída y esto logro que me preocupara por él y a la vez que me cuestionará ¿Qué tendrá esa foto que lo haga sentir así? ¿Tiene que ver con el lugar donde estaban? O más bien... ¿Con la persona con quién estaba?

Reaccioné acunando su rostro con mis dos manos, elevando su mirada para verlo directamente a los ojos. Cuando tuve contacto con ellos hubo algo de estos que generaba preocupación, era como si quisieran que me enterara de algo.

– No voy a preguntar por ello, solo quiero que sepas que si necesitas hablar yo estaré aquí...– acomodé uno de sus mechones de pelo detrás de su oreja– Sigamos limpiando...

 𝕷𝖔𝖘 𝖈𝖚𝖆𝖉𝖗𝖔𝖘 𝖓𝖔 𝖘𝖔𝖓 𝖑𝖎𝖓𝖉𝖔𝖘//𝕺𝖓𝖊𝖚𝖘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora