Narra Geonhak*
Después de terminar de desayunar y que Keonhee y Seoho salieran a la tienda los demás nos sentamos en la sala para charlar un poco, pero está se detuvo cuando Hwanwoong se paró y sin decir nada se fue.
– Hwanwoong espera– me levanté del sofá, estaba dispuesto a seguirlo pero la mano de Youngjo me lo impidió.
– Geonhak espera...
– No voy a dejarlo solo aunque me lo pidas como la otra vez– interrumpí de inmediato– en esta ocasión voy a-
– No te iba a decir que lo dejáramos solo– está vez él me interrumpió– iba a decirte que yo voy a ir tras él.
No dejo que protestara pues ya estaba caminando rumbo a su cuarto. Resignado me senté en el sofá lanzando un profundo suspiro.
– Tranquilo, en cuanto Youngjo salga vas y le preguntas que le sucedió– comento Dongju con una tenue sonrisa.
– Eso tenía pensado hacer– una vez más suspiré pesadamente– aunque creo saber que es lo que le ocurre...
– Youngjo, ¿Verdad?
En respuesta solo asentí con mi cabeza, mirando repetidas veces el corredor para comprobar que Youngjo no viniera.
– Pero si ellos estaba bien, incluso tuvieron una guerra de harina.
– Algo más debió de pasar, estoy seguro de ello– deje de mirar el pasillo y está vez enfoque mi mirada al menor.
– Bueno... Creo que esto es una señal de que te apures y enamores a Hwanwoong, de esta forma dejara de sufrir por Youngjo.
¿Soy yo o me está evitando la mirada? Y no solo eso, la sonrisa de hace unos momentos desapareció.
– Lo sé, pero no sé cómo hacer todo esto, no soy tan bueno en esto– reí de manera nerviosa.
– Y para eso estoy yo mi querido Geon– una sonrisa se dibujo en sus labios, pero está a mi parecer tenía algo diferente– soy tu salvador.
Reí por esto último que acababa de decir, Dongju llegaba a tener su toque gracioso.
– Muy bien salvador mío– me acomode un poco en el sillón para así brindar mi total atención a él– soy todo oídos.
Dongju no tardó en darme mil ideas para ganarme el corazón de Hwanwoong, aunque cabe destacar que todas ellas eran extremadamente románticas y yo era incapaz de hacer todo eso.
– ¡Ni de broma! ¡No!.
– ¡Oh vamos Geonhak!, ¿Cómo piensas ganar el corazón de Hwanwoong si no haces nada?.
– Pero tampoco quiero hacer cosas que me hagan ponerme nervioso– me queje cubriendo mi rostro en un cojín, de solo imaginarme siendo de esta manera lograba avergonzarme.
El silencio abundó la sala por unos segundos y con ello una duda surgió en mi cabeza, deje de esconder mi rostro y otra vez mire al chico que estaba sentado enfrente de mi.
– Oye Dongju– llame la atención del menor– ¿De dónde sacas tantas ideas románticas?.
– ¡Oh! bueno...– apartó su mirada en señal de que estaba avergonzado– no lo sé, solo son cosas que me gustarían hacer con la persona que amo...
– ¿De verdad?– estaba un poco asombrado a su respuesta, debería dejar de ser tan chismoso pero la curiosidad me mataba– ¿Quién es esa persona?.
Callo por unos momentos, probablemente pensaba en si confiar en mí o no, así permaneció hasta que volvió a mirarme.
– Esa persona es...
Y en el momento más interesante siempre tiene que aparecer alguien para arruinar todo. Youngjo había regresado con nosotros.
– Le duele su cabeza– comento mientras se recargaba en la pared– ni se les ocurra ir, se quedó dormido y tampoco se preocupen en cuidarlo ya que yo lo haré.
¿Ahora que está mal si le demuestras interés? De verdad que tenía ganas de golpearlo, pero me contuve.
– Está bien, cualquier cosa que lleguen a ocupar nos avisan– contesté en un tono tajante.
– No se preocupen, también venía a avisarles que voy a estar en su cuarto– camino hasta el corredor– cualquier cosa me hablan.
Me aseguré de que esté se fuera para así poder descargar mi rabia.
– No lo entiendo, primero actúa como si Hwanwoong no existiera y ahora que está mal si le da toda la atención del mundo– di un golpe en el sillón– y todo por andar de coqueto con...– estuve a punto de revelarle a Dongju que Youngjo lo amaba en secreto pero me alcance a callar.
– Tranquilo Geon...– se levantó de su lugar para sentarse a lado mío– tampoco es culpa de Youngjo, él no conoce sus sentimientos y te juro que si los conociera no lo haría sufrir– tomo mi mano, acariciando está mientras me miraba fijamente– Youngjo no es asi.
Por alguna extraña razón esa simple caricia lograba tranquilizarme, era extraño pero no quise cuestionarme más.
– Tienes razón– suspiré– igual ya dejemos de hablar de esto.
– Bien, mejor hablemos de la cena romántica que la vas a preparar a Hwanwoong– soltó mi mano para llevarla a su boca y comenzar a reír.
– ¡Dongju!– empuje al mencionado haciendo que se recostara en el sillón– pagarás por esto niño.
Sin esperar respuesta de su parte, empecé un ataque de cosquillas, sus risas y súplicas no se hicieron esperar pero claro que yo no cedía.
Estuve de esta forma unos segundos más, pues el sonido de la puerta de la calle siendo abierta me obligó a parar.
Cómo siempre interrumpen los mejores momentos.
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𝕷𝖔𝖘 𝖈𝖚𝖆𝖉𝖗𝖔𝖘 𝖓𝖔 𝖘𝖔𝖓 𝖑𝖎𝖓𝖉𝖔𝖘//𝕺𝖓𝖊𝖚𝖘
Fanfiction- Tragedias amorosas entre cuatro chicos y uno que ya perdió la fé en el.