Capitulo 9:

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Narra Dongju*

Quedamos una fracción de minutos en esa misma posición, yo buscaba consuelo en el pecho de Seoho y el brindaba caricias a mi cabeza para que logrará encontrarlo.

– Hwanwoong está enamorado de Youngjo– de la nada dije esto.

– ¿Cómo?– cuestionó– a ver si entendí, tú estás enamorado de Geonhak, él lo está de Hwanwoong y Hwanwoong está enamorado de Youngjo...

– Y creó que Youngjo ama a alguien más.

– ¿Qué clase de novela es está?

No pude evitar reír por el comentario que había hecho mi mayor.

– Ni yo lo sé, solo sé que no es una novela de amor, al menos para mí no.

– Pues te sigo recomendando lo mismo, sal de ese prototipo de novela mexicana, es lo mejor para que dejes de sufrir.

– Pero aún así, prometí ayudarlo a que consiga el corazón de Hwanwoong...

– Ay Dongju, eres demasiado bueno y eso te va a traer consecuencias creeme– se levantó del suelo y me extendió la mano para ayudarme a parar– pero si necesitas desahogarte nuevamente no dudes en venir conmigo, voy a estar aqui siempre.

– Muchas gracias Seoho– esbocé una diminuta sonrisa– Y tú, ¿Tienes algo que te atormenta?

– ¿Por qué lo preguntas?

– Estabas también despierto, supuse que tu mente te estaba torturando.

– Solo sufro de insomnio ya te lo dije– volteó a verme con una gran sonrisa en su rostro.

– Bueno, igual cualquier cosa que te pase me lo dices porfavor.

– No te preocupes Dongju, yo te lo diré.

Narra Seoho*

El silencio se volvió a adueñar de nosotros mientras regresábamos a casa. Al llegar por suerte nadie se había dado cuenta de nuestra ausencia y cada quien se fue a su habitación.

Me deje caer en la cama, con la mirada fija al techo, recordando lo sucedido con Dongju minutos atrás.

– ¿Por qué no me puede amar?

Susurré, poco tiempo paso cuando mi vista se empezó a nublar y las lágrimas iniciaron a recorrer mis mejillas de manera lenta.

– ¿Por qué no me pudo amar de verdad?– con una de mis manos me di un fuerte golpe en la frente, dejando reposar en ese lugar esta misma– Ya Seoho, fue hace dos años, supéralo– me recriminaba una y otra vez, colocando la mano que estaba libre en mi pecho, siendo más específico en la zona donde estaba mi corazón– a pesar de tanto daño.... Aún lo sigo amando.

Otra noche más sin poder dormir bien, otra noche más que lamentaba su ausencia, otra noche más en la que me cuestionaba porqué lo amaba y otra noche más en la que preferí estar muerto que a seguir sufriendo su perdida.

 𝕷𝖔𝖘 𝖈𝖚𝖆𝖉𝖗𝖔𝖘 𝖓𝖔 𝖘𝖔𝖓 𝖑𝖎𝖓𝖉𝖔𝖘//𝕺𝖓𝖊𝖚𝖘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora