Narra Keonhee*
A pesar de estar en el relajo con los chicos no dejaba de pensar en lo sucedido con anterioridad en el cuarto de Seoho.
Jamás voy a olvidar la cara que puso cuando descubrí esa foto, pero tampoco voy a dejar de recordar lo que vi reflejado en aquellos ojos, estos sostenían una inmensa tristeza sin ser liberada. Supongo que está tiene que tener relación con esa fotografía, no había otro motivo, al menos del que yo supiera.
Meditando esto me quedé en silencio total por unos minutos y esto no pasó desapercibido por los chicos.
– Tierra llamando a Keonhee, tierra llamando a Keonhee– Seoho comenzó a pasar una mano cerca de mi cara– ¿Me escuchas?
– Yo creo que lo perdimos– comentó Hwanwoong con un cierto toque de diversión.
– Yo sé cómo hacer que regrese– con uno de sus dedos inicio a picar mis costillas, logrando que me sobresaltara.
– ¡Me atacan!– comencé a reír– ¡Para ya!– mi atacante hacía caso omiso a mis súplicas, así que sujete sus brazos y lo acosté en el sofá quedando yo encima suyo– dije que pare-
Calle en seco al ver nuevamente sus ojos, una vez más podía notar la melancolía que emanaban, sentía que ellos querían que me enterará de algo que ha guardado en silencio, era como si me pidieran ayuda a gritos.
– Está bien tu ganas, pero ya quítate de encima.
– Perdón, es que me desesperan las cosquillas– dije retirándome.
– Por algo te las hice– una gran sonrisa se formó en sus labios al momento de decir esto.
Solo me quedé en silencio, observandolo mientras las preguntas empezaban a surgir en mi mente. ¿Cómo puede sonreír de esta forma? Si sus ojos demuestran lo contrario a su expresión.
En esos instantes la puerta de la casa fue abierta, entrando así Geonhak y Dongju.
– Ya se habían tardado– Hwanwoong se levantó para ayudarles a acomodar las compras.
– Nos tenían muertos de hambre, ¿Verdad Keonhee?– me cuestionó Seoho.
– Ah... Si, si.
Salí de mi trance e igual que los demás me levanté para ayudarles a colocar las compras.
La tarde transcurrió con normalidad, todos comimos y disfrutamos nuestro momento juntos, así hasta que la noche cayó y cada quien se fue a su habitación.
Narra Seoho*
La noche había llegado y por ende todos nos fuimos a nuestros cuartos a dormir, bueno, al menos los demás. Pues como era costumbre mis pensamientos me impedían conciliar el sueño.
Por mi mente no dejaba de pasar la escena dónde Keonhee encontraba esa foto. Debía de haberme desechó de esta imagen con anterioridad, pero mi debilidad me lo impidió.
Algo en mi querría conservarla como un recordatorio de lo que llegaría a suceder si volvía a ceder mi corazón, siempre la contemplaba para recordar lo cruel que era enamorarse.
Pues en esta fotografía se veía ilustrado a una de mis antiguas parejas, la cual se encargó de recordarme lo miserable que era, gracias a él perdí la confianza en mi ya las demás personas, pues, a mis espaldas hablaba sobre cosas denigrantes de mi.
No me amaba.
Me trataba como un ser sin sentimientos, como si sus acciones o palabras no me hicieran daño, me veía como un simple juguete y cuando se cansó de jugar conmigo me abandono.
Aunque tengo algo que agradecerle, me hizo comprender que nadie es capaz de amarme de verdad, nadie se encargará de reconstruir lo que él un día rompió.
Nadie es lo suficientemente idiota como para arriesgarse por alguien roto como yo.
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𝕷𝖔𝖘 𝖈𝖚𝖆𝖉𝖗𝖔𝖘 𝖓𝖔 𝖘𝖔𝖓 𝖑𝖎𝖓𝖉𝖔𝖘//𝕺𝖓𝖊𝖚𝖘
Fanfiction- Tragedias amorosas entre cuatro chicos y uno que ya perdió la fé en el.