Ahora lo que escribiré serán algunas anécdotas de Fugo y Narancia dentro de la historia.
Serán cortitas e intentaré que sean graciosas.------------------
-¡Corre, Fugo! ¡No mires atrás!- corría un desesperado pelinegro con su helado en manos.
Habían ido a comprar el fatídico helado para que Narancia ya no estuviera de mal humor, pero una de sus estúpidas ideas se le ocurrió "¿que tal si lo robamos?"
Antes de que Fugo tuviese tiempo a negarse, Narancia salió corriendo a toda velocidad de la tienda, viéndose obligado a hacer lo mismo cuando sintió todas las miradas acusadoras sobre él.
Detrás de ellos, a unos metros de distancia, los seguía el dueño del lugar a toda velocidad.
-Bándalos, denme mi dinero. ¡Quiero mi maldito dinero!- gritó el señor mayor, rindiendose en su tarea de alcanzar a aquellos jóvenes.
Mientas tanto, aquellos dos jóvenes seguían corriendo sin parar.
Hasta que Narancia no sintió los pies fue que no dejaron de correr.-¡Wow! ¡Eso fue increíble!- gritó este.
-¿¡Qué, estás loco!?- lo regañó Fugo, llegando a su lado agitado a más no poder.
-Eso fue peligroso.-¡Pero fue divertido!-le abrazó el pelinegro
-¿No sentiste la adrenalina?, ¿no te sentiste joven otra vez?- Fugo entonces sonrió, tenía razón.
Sintió adrenalina y no podía negar que su sonrisa era enorme mientras corría y miraba como los perseguían.-Iremos a la cárcel.- dijo sin más, negando su cabeza con la sonrisa en su rostro.
-Vamos, solo es una travesura de adolescentes. No lo pienses tanto.- lo besó tiernamente.
-Me alegra ver que aún tienes a alguien joven dentro tuyo, te veo todo el tiempo trabajando y serio.-Es que tu sacas lo mejor de mí.- le sonrió Fugo, abrazando con fuerza a su novio.
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Aprendiendo a amar(te)
FanficNo lo podía controlar. No era tan simple como eso. Sabía que sus amigos tenían razón, lo estaba maltratando. Maltratando a la persona que más quería proteger en el mundo Que ironía, pensar que el pequeño Narancia seguía justificando aquellos golpes...