El hombre fornido me lleva a rastras por el pasillo, intento zafarme de su agarre pero es totalmente inútil, no lo consigo, Killian camina detrás de nosotros, tiene la mirada perdida, parece estar pensando en un plan, pero no lo sé creo que ha cambiado,
El hombre me agarra con más fuerza y me presiona para que camine más rápido, giro y me encuentro a Killian con el dedo en su boca, me indica que guarde silencio, sé que trama algo, en su mano derecha tiene un tubo de metal.
Ahí ocurre todo, Killian le asesta un gran golpe en la nuca al hombre, provocando que caiga en seco y me deje en libertad.
- ¿Estás bien? ¿te hizo daño?- pregunta Killian, toma de mi mano y la revisa meticulosamente, parece muy concentrado en buscar una herida en ella.
- ¿Dónde esta Daryl?- suelto sin más.
- ¿Quién?- pregunta desconcertado
- El hombre que venía conmigo ¿Dónde está?- pregunto nuevamente, esta vez ansiosa.
- El campesino… Cam… olvídalo, preocupémonos en encontrar a Tom y largarnos de aquí.- comenta, toma mi mano y comienza a correr.
- El campesino… tiene nombre, es Daryl y no lo dejare aquí, debo encontrarlo… además mi grupo sigue aquí, tratamos de salvar a los chicos que tus amigos secuestraron.-paro en seco y me para frente a él y grito en su cara.
- Cam ¡Demonios! Cálmate ¿Quieres? Te ayudare a encontrar al campe... digo a Daryl ¿ok?, pero primero debemos ir por Tom y Mary.- afirma y acepto sus condiciones.
Tom y Mary, al menos el nombre de Tom se me hace conocido, Mary ni idea de quien pueda ser, Tom fue compañero de armas y borracheras de mi hermano, Fue mi amor platónico desde el primer momento en que lo conocí, cada vez que lo veía, me comportaba de una manera diferente, mis mejillas se sonrojaban y mariposas revoloteaban en mi estómago.
Compartimos un par de borracheras, besos y unas cuantas noches juntos, nada extraordinario, ahora lo volvería ver después de tanto tiempo y digamos que no me sentía muy feliz al respecto, la razón es que fue el hombre con el que engañe a William una vez y tan solo recordarlo me hacía sentir la mujer más mujerzuela del mundo.
Ha pasado más de media hora que me separaron de Daryl. Killian parece concentrado en no ser visto por ninguno de los habitantes de Woodbury, caminamos con el mayor sigilo posible, por las sombras. Lo único que me importa y ronda en mi cabeza es encontrar a Dixon. Mi corazón late a mil por hora cuando un par de hombres nos distinguen y comienzan a perseguirnos, corro lo más rápido que mis piernas me lo permiten, he sido un asco, toda mi vida, a la hora de correr, pero aquellos hombres están empeñados a atraparnos y no les daré esa satisfacción.
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Siente el cuerpo pesado y lo llevan arrastrando por el largo pasillo, su visión es borrosa y tarda en acostumbrarse a la luz del ambiente, por un momento enfoca su mirada hacia delante y no reconoce el lugar en donde esta o más bien por donde lo están arrastrando. ¿Cuánto tiempo lleva en este estado? Es la pregunta que instantáneamente su mente formula, ha estado inconsciente, eso es un hecho, y lo confirma por el maldito dolor de cabeza que tiene. Mueve la cabeza eufóricamente intentando despabilarse por completo.
- ¡Miren quien ya despertó!- anuncia el hombre gordo, soltando una sonora carcajada, jalándolo con fuerza- ¡vamos bella durmiente!, mientras más rápido camines, más rápido estaré con tu noviecita.-dice lascivo.
Daryl intenta en vano deshacerse de los agarres que lo mantiene cautivo, lo obligan a caminar separándose aún más de Camille. Sus malditos sentimientos lo han llevado a esto, si no tuviera ese extraño interés en la estúpida chica, no se encontraría en esta maldita situación, pero tenía que ir detrás de ella con un estúpido perro faldero, empeñado a seguir un inalcanzable hueso que al final nunca será de él.