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Narra TN.

-TN.-gimió él mientras estaba penetrandome salvajemente. Su voz ronca causó estragos en todo mí Ser.

Sus toques y besos me estaban volviendo loca, necesitaba más de él. Lo necesito a él.

Spencer me besó con una pasión primitiva mientras sus estocadas eran más fuertes cada vez y su cuerpo me envolvia de forma excitante.

Nuestras pieles tocándose y mientras nuestros genitales hacían el amor. Mis gemidos fueron apagados por su boca que consumió la mía.

Quería más.

- TN... Debes...

-¿Que?- dije al no entenderlo.

Él volvió a abrir la boca y la música de Damons de Imagine Dragona salió.

Me desperté asustada por culpa de la maldita alarma que interrumpió mí sueño húmedo con el bombón de Spencer Reid.

Ese hombre ha sido mí primer amor desde la primaria, luego cuando el entró a la universidad con 13 años mágicamente mis padres y yo nos mudamos a su ciudad y vivíamos frente a su casa. Así que se podría decir que lo veía siempre.
Luego cuando entré a la universidad  él estaba en la Academia del FBI así que no lo ví por un tiempo. Luego de recibirme como Analista Técnico y con un Máster en Psicología que me costó mucho me fui a trabajar con mí prima Penélope García, quién me ha inculcado amor por la tecnología haciendo que ambas compitamos por el primer lugar sin embargo, cuando vi que el doctor Reid era parte del equipo se lo cedí a mí prima, algo estúpido lo sé, pero de solo verlo me pongo muy nerviosa así que me trasladaron a un nivel más bajo en otra parte de la agencia aunque soy maltratada por el idiota de mí jefe que me pone a trabajar en los archivos.

Odio a ese hombre.

Lo bueno es que al menos puedo ver a mí prima de vez en cuando y a Spencer.

En fin, me levanté de la cama y me fui a bañarme ya que mis sueños húmedos con Spencer si que me dejan sudorosa.

De solo recordar me siento excitada ¿Será Spencer un león en la cama? Deseaba averiguarlo pero con mí suerte nada parece indicar que haga.

Luego de vestirme con una camisa blanca, suéter azul holgado, pantalón negro largo, peinarme en en una cola de caballo baja y alistarme, finalmente llegué a la cafetería que queda cerca del trabajo y me pedí un capuchino sin embargo girarme me di cuenta que ahí estaba el dios griego de mis fantasías.

Spencer Reid.

Él estaba detras de mi en la fila esperando ser atendido.

Ni bien me dieron el capuchini, pagué y me fui. Él me ponía nerviosa. Caminé hacia la agencia pero al parecer el mundo estaba en mí contra, cuando entré al ascensor Spencer venía corriendo con su café y su morral y me pidió que detenga el ascensor.

Este hombre casi siempre llega tarde.

Al detenerlo el entró y mis nervios comenzaron a actuar. Nunca había estado en un espacio tan pequeño con él.

- gracias.- dijo agitado y por Dios que su voz es sensual.

- d-de n-ana-da.

Me di una bofetada mental al darme cuenta que tartamudeaba, de seguro pensara que soy estupida.

El trayecto fue corto y gracias a Dios porque se estaba volviendo incómodo.

- adiós.- me dijo despidiéndose.

- adiós.- susurré cuando él ya estaba lejos y volví a apretar el número de mí piso.

Aspiré el perfume que Spencer dejó y casi gemí de placer, ese hombre es un pecado sin embargo nunca se fijará en mí. Si querer seguir bajando mí autoestima, una vez que las puertas se abrió comencé a caminar a mí escritorio en el archivero, realmente no debería estar allí pero a mí jefe poco le importa, en realidad me oodia y nunca entiendo el porqué.

Solo desearía que mí vida aburrida cambiará, que Spencer se fijará en mí pero eso sería imposible...o tal vez no.

Dulce Misterio ( Spencer Reid x TN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora