XVI

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Narra TN

Si hay algo que nadie puede negar de Spencer Reid son tres cosas: 1) es un verdadero genio, 2) es un gran hombre y 3) es un sexy depredador en la cama. No tengo mucha experiencia con hombres pero estoy segura que nadie se compara con él.

Luego de decir aquello Spencer me beso aún más demandante que otras veces y me tomó en sus brazos para llevarme a su cama y dejarme ahí. Ya habíamos tenido sexo varias veces pero esta vez se sentia diferente, se sentía mucho más romántico. Debo admitir que tenía miedo de que él se alejara de mi luego de saber que lo he perseguido por tanto tiempo sin embargo eso solo aumentó su posesividad conmigo al parecer.

– Eres mía TN, nadie más te puede tener que no sea yo.– Dijo mientras se agachaba para quitarme los pantalones.

Mientras deslizaba mis pantalones por mis piernas él se concentraba en repartir besos comenzando por mis rodillas hasta llegar a mi abdomen donde él me adoraba como si fuera una deidad.

– Mía, solo mía.– Susurraba entre besos y yo no podía hacer nada más que suspirar por él. Entonces se detuvo y me miró salvajemente.– Dilo.

– Te pertenezco, Spencer Reid. Te pertenezco.

Él cerró los ojos como si mis palabras fueran placer para él y luego me miró con esa mira depredadora que me hacía recordar al hombre lobo que me devoró en esa noche de Halloween y me regaló a mí retoñito. Él se levantó y me besó de forma que me dajaba ebria con tanta pasión.

– ¿Sabes? Hoy es noche de Luna llena.– Susurró en mí oído para luego mordisquear mí oreja y yo gemí ruidosamente.

– ¿Te vas a transformar? ¿Que me hará señor Lobo?– Dije coqueta y él sonrió lujuriosamente.

– Me tientas a pecar,mí caperucita, me tientas a hacerlo.– Dijo con voz ronca en mi oído.

Spencer comenzó a besarme de nuevo y sentí sus manos meterse entre mis muslos y llegar hasta mi sexo y sentí como lo acariciaba como si fuera las cuerdas de un arpa solo que el sonido que producía era de mis gemidos.

– Spencer... Devorame ya.– Dije desesperada por su toque.

– Shhh calma cariño, dije que te haría el amor. Seré lento y amoroso, alabaré tu cuerpo como si de un tesoro perdido se tratara.– Dijo cariñosamente.

– Pero ya me acostumbré a sexo salvaje.– Dije sonriéndole pícaramente y él suspiró.

– No me dejas ser romántico TN.– Contestó entre risa para besarme de nuevo y luego asegurarse que estábamos totalmente desnudos.– Eres una mujer única.

– ¿Quieres decir 0 romántica?– Pregunté sonriendo mientras me deleitaba con el hermoso cuerpo del padre de mi hijo.

– Quiero decir.– Dijo para ponerse de nuevo sobre mi.– Que eres perfecta.

Él sonrió y se detuvo en mi pancita de casi cuatro meses y comenzó a repartir besos por toda la superficie susurrándole cosas a nuestro bebé.

– Es un sueño hecho realidad.– Dije en un susurro.

– ¿Que cosa?– Preguntó él sonriendo mientras volvía a besarme.

–  Que seas el papá de mi bebé... Siempre soñé tener una vida contigo, hijos...todo.– Dije avergonzada.

– Entonces estoy feliz de cumplir tus sueños, mi amor, y quiero aclarar que este no será el único bebé que tendremos.– Dijo abriendo mis piernas para meterse entre ella y lamerme de sorpresa arrancándole un gemido.– Eres tan dulce... Me encantas.

Las cosas siguieron así. Él me lamía más y más volviéndome loca, él disfrutaba de cada gemido que le regalaba y cada vez que gemía su nombre él aumentaba más las lamidas hasta que de un momento a otro, cuando estaba rogando por más, él paró.

– Te haré mia una vez más, toda la noche lo haré.

Podía ver lo excitado que estaba, realmente era muy caliente este hombre. Gemi cuando él invadió mí cuerpo con su grueso y largo miembro ¿Quien diría que un chico tímido como Spencer sería un semental en toda la palabra? Era un macho caliente en todo su esplendor. Sus músculos bien marcados pero no exagerados, su mirada apasionada y su cabello revuelto le daba la impresión de que era poseída por un salvaje.
Cada estocada que daba, primero lento y seductor, era el placer más grande que podría experimentar. Sus besos se repartía por mis pechos, los cuales eran succionadora por él, mientras seguía con su rico vaivén.

Sabía que todo esto era hermoso porque lo hacía con él, no hay nada más maravilloso que hacer el amor con la persona que amas.

– Spence...te amo.– Gemi en su oído.

– TN, eres el amor de mí vida. La madre de mí hijo, la dueña de mí ser y sobre todo eres mí mujer.– Dijo excitado pero mirándome directamente a los ojos para hacerme saber que lo decía enserio. Él me ama de verdad.

Sus embestidas eran más y más rápidas mostrando la pasión desbordante que siente por mí. Era todo un lobo salvaje devorando a su presa.

En un momento él cambia de posición y me deja arriba de él mientras disfruta de mis pechos.

– Muéstrame como montas cariño.–Dijo sonriendo.

– Yo...nunca he montado nada ¿Que quieres que monte?– Dije provocandolo.

– Quiero ver como montas a un hombre, a este hombre que está locamente enamorado de ti.

No sé si fue su voz sensual y masculina o la mirada lujuriosa que me enviaba pero no pasó mucho para que comience a moverme lentamente haciéndolo sufrir un poco hasta que tomó mis caderas y aceleró el ritmo.

Al poco tiempo lo estaba montando de forma casi obscena y necesitada. Sentir su falo dentro de mi, estirándome, me dejaba en la puerta del orgasmo.

Entonces él se vino primero y gruñó mí nombre como un animal dejando su semilla dentro de mí provocando que me corra al poco tiempo.
Cai exhausta sobre su pecho aún conectada a él, ambos respirabamos agitados mientras Spencer me abrazaba con fuerza.

– Cásate conmigo, TN.– Dijo de pronto y yo creí escuchar mal.

–¿Que?– lo miré insegura.

– Cásate conmigo, mí amor. Sé que debería tener un anillo y pedirte de una forma original y todo eso pero... No puedo soportar un minuto más sin que estemos comprometidos. Planeo darte un buen anillo y todo eso pero necesito proponertelo ahora porque estar sin ti es como estar sin aire. Yo entenderé si tú no...

Lo interrumpí colocando mí dedo en sus labios y luego lo bese con ternura mientras el me abrazaba posesivamente.

– Claro que quiero casarme contigo Spence, ese siempre ha sido mi anhelo. No importa el anillo ni como lo propongas, yo solo quiero ser tu esposa, tu amante, tu mujer y tu mejor amiga.

– Ya lo eres.– Dijo para volver a besar mi cuello mientras sonreía.– Eres mi todo TN.

– Y tú el mío, Spencer.

Dulce Misterio ( Spencer Reid x TN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora