Dulce Misterio ( Spencer Reid x TN)

III

Narra TN.

-¡Tn quedaste hermosa!- chilló Penélope al verme.

Prácticamente ese día Penélope me arrastró por: un spa y un salón de belleza que me dejaron como una diosa. Según ella yo podría conocer al amor de mí vida está noche y debía verme sexy y hermosa, lo que ella no sabe es que el amor de mí vida ya lo encontré pero él no me da ni la hora.

Spencer Reid.

Me obligó a usar lentes de contactos y a ponerme un disfraz de caperucita roja sexy. El vestido blanco era corto y parecía una segunda piel de lo apretado que era, arriba un chaleco negro para intentar verme medieval, la capa era de un rojo intenso, me obligó a ponerme una botas de cuero que llega hasta la mitad de mí muslo y me maquillo con abra negra, lápiz labial rojo oscuro y dejo mí piel blanca resaltar por lo que a último momento se me ocurrió ser una Caperucita Roja Vampiresa. Tenía los colmillos falsos desde hace dos años cuando fui una versión de Tom Raider vampira.

- te ves sexy, así todos se fijarán en ti.- luego se me acercó.- ¿Te pusiste la ropa interior bonita que te regalé?

Aquello hizo que me sonrojada pero asentí. La verdad es que no tengo sexo hace mucho tiempo, en realidad lo tuve una vez y no fue bonito. No me avergüenzo de decir que fui víctima de una violación a los 16 años por parte de alguien de quién no me lo esperaba, realmente ya lo superé y lo dejé en el pasado. El hecho que un hombre sea malo no significa que todos lo sean, eso lo aprendí en terapias.
Desearía darle mí cuerpo a Spencer, siempre deseé que fuera él mí primara vez pero no se pudo.

-¿Te pusiste el perfume "Toque de Amor"? Ese es perfecto para esta noche.- dijo Penélope emocionada y yo asentí.- entonces estamos listas, vamos que Steven nos espera y además quiero presentarte a alguien esta noche.- dijo emocionada.

- no me presentes ningún loco.- le advertí.

- él es un genio, confía en mí.

Ya tenía miedo.

(*)

Llegamos al club y como teníamos reservación solo entramos. Penélope iba con su disfraz de hada madrina zombie y Steven de elfo zombie, este hombre si que ama a mí prima. Ni bien entré sentí miradas sobre mí y me incómodo.

-chicos.- los llamé.- ¿Me veo mal? ¿Por que todos me miran raro?

Penélope sonrió junto a su novio.

- te ves demasiado hermosa y sexy, ellos están embobado por ti, querrán pelear por tenerte.- dijo Steven y Penélope asintió.- mejor no te separes de nosotros.

- es una chica grande y sabe defenderse bien, no te preocupes, Stev.- dijo Penélope sonriendo.- solo ten cuidado, TN.

Asentí y nos fuimos a sentar y a pedir nuestras bebidas.

-¿Que desean?- preguntó un chico mirándome sin disimulo.

- yo quiero un mojito.- dijo mí Prima.

- yo un Whisky las rocas.- dijo Stev.

- yo un Beso de Vampiro Martini.

- perfecto para usted, señorita.- dijo el chico sintiéndome muy coqueto pero yo no respondí.

Cuando se fue Penélope me miró pícara y yo negué a su pensamiento.
Hablamos un buen rato bebiendo, ya cuando terminé mí tercer trago mí prima y su novio me abandonaron.

- vamos a bailar.- dijo ella tomando a su novio.

Yo insistí en quedarme mientras los veía alejarse. Miré a mí alrededor admirando los disfraces, algunos eran divertidos, otros asustaban, otros parecían de prostitutas y otro eran patéticos. Sentí una mirada sobre mí y vi a un hombre lobo elegante que me miraba fijamente, tenía máscara así que no supe distinguir su rostro.
Iba a tomar un trago pero mí copa estaba vacía. Me levanté y caminé hacia la barra rechazando las miradas lascivas hacia mí.

Es la última vez que me pongo un vestido así.

Cuando estaba cerca de la barra un hombre ebrio me empujó accidentalmente y caí en los brazos del hombre lobo ya que estaba cerca, este me sujetó con seguridad impidiendo que me desparrame en el suelo. Primero que noté fueron sus fuertes y calientes manos y luego su varonil aroma.

¡Joder que su aroma era excitante.!

-disculpa.- dije tímidamente, este hombre tenía un tipo de poder sobre mí.

- tranquila, no fue tu culpa, ¿Estas bien?- dijo alejándose de mí luego de estabilizarme

- si... Solo que no estoy acostumbrada a estos lugares.- dije tímida.

- yo tampoco, en realidad vine con mi primo y este me abandonó.

- yo vine con mi prima y ella se fue con su novio Steven.

- al parecer nos dejaron solos.- dijo sonriendo y si que tenía una hermosa sonrisa- soy spencer.- dijo te siendo su mano hacia mí.

- un gusto yo soy... TSN.- dije algo insegura paro sonriendo. No me animaba a decirle mí primer nombre, no quería quedar expuesta a él.- escucha la verdad no quiero estar sola ¿Que tal si te invito algo de tomar?

Él sonrió y asintió

- claro, y luego te invito yo ¿Te parece?

-¡hecho!- dije sonriendo.

Al menos ya no estaba sola. Ambos congeniamos al momento. Hablamos de varias cosas como gustos e intereses, me encantaba su voz y su risa, era tan varonil.

- ¿No crees que es el destino?- dijo de repente él.

- ¿Que cosa?- dije bebiendo mí trago. Ambos ya estábamos algo ebrios.

- tu disfrazada de caperucita y de vampiro y yo disfrazado de hombre lobo, enemigo de ambas.- dijo sonriendo.

-¿Y porque el destino está en esto?- dije confundida.

- tal vez porque quiere que los personajes hagan las pases. Además los polos opuestos se atraen y lo prohibido siempre es más excitante.

- Tienes razón. Tú deberías estar cazandome.- dije coqueta y él sonrió

-¿Quién dice que no lo estoy haciendo?

-¿ lo haces?- dije sorprendida.

- tal vez...¿No te has puesto a pensar que tal vez el lobo feroz quería tener a Caperucita y poseerla o que los hombres lobos puedan amar algún vampiro?- dijo jugando con su copa y yo negué.- pues piénsalo.

Lo miré unos segundos y supe lo que quería esta noche.

-¿Bailamos?- le pregunté y él asintió.

Ambos bailamos muy pegados. Su calor me envolvía, su aroma me tenía hipnotizada y su erección contra mí trasero me excitaba. Me di vuelta a encararlo.
Ambos nos miramos a los ojos y supimos lo que queriamos, besarnos.
Ambos juntamos nuestras bocas y nos dimos un beso fogozo y caliente. Su lengua tentaba a la mía de forma increíble, su beso me sacó gemidos y más cuando se apretó más a mí, tomandome de mí trasero.
Cuando nos separamos agitados y nos vimos, él quería más y yo también.

- vamos a mí departamento.- dijo Spencer y yo sentía las ganas de ser poseída por mí lobo feroz.

(*)

Me desperté por el ruido de la alarma que apagué de malas ganas. Suspiré y miré el techo un rato y no veía el color blanco en el cielorrazo de mí cuarto, es más este cielorrazo es marrón oscuro. Escuché ronquidos y miré a mí lado viendo ese cuerpo desnudo. Miré mí cuerpo y estaba desnudo, sumé 2+2, llegué a la conclusión de que tuve sexo. Avergonzada, asustada y con baja autoestima salí de allí lo más rápido que pude dejando una nota en la cocina. Estaba tan asustada, fue inevitable sentirme así, no recordaba ni su nombre ni nada pero salí de allí como alma que persigue en Diablo.

Solo espero no arrepentirme de esto .

Adiós mí feroz lobo.