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El día en que los Arctic Monkeys se embarcarían hacia América era un día soleado. Eleanor había acompañado a Alex hasta el aeropuerto y sintió nuevamente una leve sensación de ser perseguida apenas se bajaron de la van en donde viajaban junto a Matt, Jamie, Nick, Breana y Katie. Los siete se encaminaron hacia adentro con carritos que contenían maletas, guitarras y otros instrumentos, Eleanor charlaba animadamente con Katie sobre películas, Breana iba de la mano de Matt aprovechando los momentos juntos ya que no podía viajar con él y Jamie, Nick y Alex adelante charlaban sobre asuntos técnicos de la banda para sus próximas fechas.

—… ¡Se merece con todas las de la ley ese oscar! Nunca había visto algo así de sorprendente en alguna película —opinó la fotógrafa abriendo bien los ojos mientras Katie reía, habían estado hablando de Dallas buyers club durante más de media hora.

—Claro, adelgazó preocupantemente, se vistió de mujer mejor que una mujer de verdad y me hizo cuestionar mi sexualidad cuando lo vi. Jared Leto es de otro planeta —le aseguró la rubia de gafas oscuras y vestido.

—Y Matthew McConaughey también, recuerdo que hizo una sesión de fotos para GQ hace no mucho, la cosa es que intenté verlo pero me lo impidieron —se quejó la ojiazul mirando hacia el suelo.

—Bueno… —Katie la miró bajando un poco sus gafas y luego le echó una ojeada a Alex, quien también iba enfrascado en una conversación con su marido y Nick—. Ahí está Alex.

Eleanor rió intentando no avergonzarse.

—Sí, ahí está —repitió lentamente y lo miró con una sonrisa que mostraba a leguas lo feliz que se sentía a pesar de tener que despedirse de él en unos minutos.

—Eleanor —la llamó como si lo hubieran invocado, ella miró a Katie encogiéndose de hombros y avanzó hacia él—. Ahí estás, pequeña, ¿Por qué no estabas a mi lado?

—Aún discutía con Katie sobre Dallas buyers club —admitió haciéndolo reír mientras paseaba su brazo por sus hombros.

Aún se sentía perseguida, era como si supiera que podrían verlos pero en realidad, ya no le importaba demasiado, estaban “juntos”, no de palabra pero de hecho, y tarde o temprano aquellos intrusos lo sabrían.

—Ya estamos llegando —protestó al ver que efectivamente llegaban al área en donde ella, Breana y Katie se quedarían viéndolos partir.

Alex se detuvo con su carrito y dejó que los demás avanzaran. Se separó de Eleanor y la miró a través de sus usuales gafas oscuras.

—No estés triste, vale —le ordenó.

—Pero te vas —ella refunfuñó—. Es decir, Breana ha tenido a Matt por años, Katie es esposa de Jamie y ya está bien jodido gracias a esa unión marital al igual que Nick porque tiene una hermosa familia —Alex rió—. Pero yo no he podido estar contigo ni siquiera toda la semana.

—Mi querida, luces más hermosa aun cuando te frustras —el vocalista pellizcó su mejilla.

—Quiero estar contigo, ya sabes —lo omitió para enviarle una furiosa y encendida mirada que Alex captó al momento, por lo que le ofreció una astuta sonrisa de medio lado, por supuesto que él también quería estar con ella en ese sentido que sus ojos azules delataron y en muchos más, pero…

—“Todas las cosas buenas para aquellos que esperan” —susurró y se quitó las gafas, Eleanor se alegró del gesto porque podría grabarse en la mente sus grandes ojos marrón oscuro mientras luchaba para que sus mejillas volvieran al pálido de siempre desde el rojo que se había instalado desde que lo escuchó y lo vio mirarla de ese modo.

—Vamos, te estás atrasando —observó entonces, Alex se volteó para ver a sus amigos ya despidiéndose también un poco más atrás y volvió la mirada hacia Eleanor.

The sky is a scissorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora