Chaerin le escribía cartas a su ex novio Minho, pues desde antes sabía que no terminarían juntos.
"Espero podamos leer esa carta en unos años, en el mismo lugar y a la misma hora; incluso si la persona más cercana a ti estando contigo en ese entonce...
Chaerin guardaba las cosas en su mochila a toda prisa. Después de haber estado pensando el resto de la semana en lo que haría, ese día justo de San Valentín se había decidido a intentar nuevamente, esta vez hablando con Minho las cosas y explicándole porqué hizo lo que hizo.
Todo este tiempo le había estado pidiendo a su hermana menor que escribiese ella las cartas así Minho no reconocería su letra, por eso esta vez, ella lo estaba haciendo.
Ya era salida, así que muchas personas no estarían. Se había empeñado tanto en escribir esa carta, que aún tenía la bolsa con todas las hojas amarillo pastel por guardar.
No las metió en su mochila, por el contrario, escondió las hojas junto al paquete de stickers de cerezas entre sus cuadernos y los abrazó con todas sus fuerzas para luego salir del aula.
Con el corazón en la boca y las ansias carcomiéndole el estómago.
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Seungmin aseguró el agarre en su propia mochila viendo alegremente a su amigo y a Sooyoung tonteando por el pasillo. Ahora comprendía a qué se refería la gente con eso de "mal tercio".
—Yo creo que ya me iré por mi cuenta —anunció llamando la atención de los dos—. Me dejé el libro de Lenguaje en el casillero, iré por él y luego me iré así que no se preocupen y vayan avanzando.
Joy y Minho se miraron entre sí antes de sonreír y asentir.
—Está bien, Minnie. Nos vemos mañana —comenzó a alejarse.
—Por cierto, espera —tomó aire pensando cómo sería la forma más adecuada de decirlo—. Esos papeles que recibías... ¿siempre eran amarillos?
Minho ladeó la cabeza extrañado y asintió.
—Pues sí... ¿por qué preguntas?
—No, nada. Es que me parece una buena combinación de color, debí hacer lo mismo con la carta que le hice a Migyeong —rió con sus mejillas levemente carmín.
Minho jugueteó golpeando su hombro.
—Seguro y te corresponderá, solo espera.
El menor puchereó. Dudaba en tener posibilidades con la "Reina de Hielo", pero bueno.
—Ok, me voy. Adiós tonto hyung, adiós Sooyounggie noona.
—Hasta mañana Seungminnie —se despidió la chica y ambos continuaron caminando lentamente; seguían tonteando.
El de cabellos marrones claros los miró sonriente antes de dar media vuelta y dirigirse como había mencionado, a los casilleros. No mentía con eso de haber olvidado el libro de Lenguaje.
Colocó nuevamente sus audífonos a todo volumen, que no dio con que al dar vuelta a la esquina del pasillo, chocaría con una persona que corría lo más rápido que podía.
