#La Tragedia De Bert

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Capítulo 32

De algo estoy seguro.

No podrá quererla cómo la quería yo, no podrá adorarla de ese modo, so sabrá advertir hasta el menor de sus dulces movimientos, de aquellos gestos imperceptibles de su cara.

Es como si sólo a mí se me hubiera sido concedida la facultad de ver, de conocer el verdadero sabor de sus besos el color real de sus ojos.
Nadie... "

— Esto está intenso — Frank me sacó de mi observación, estaba mirando concentrado a Bert seguir lo que decía el actor  de la película, se la sabía de memoria

— Sí — le dije a Frank por detrás de Bert

— ¡Sht! Mierda, cierren la boca

Estábamos los tres en mi departamento, sentados en el sofá de dos cuerpos, los tres, sí. Bert estaba al medio, llorando y sacando pañuelos de una caja pintada por mi madre, Frank trataba de tomarme la mano por detrás de la nuca de Bert, pero cada vez que lo intentaba, éste nos miraba con odio.

Había llegado con sushi, una película española con un actor que me desconcentró toda la película y con un litro de helado de vainilla.

Lynz había terminado con él.

Ahora lloraba mirando la película, sabiendo de memoria cada diálogo, narración, escena ¡TODO! Mientras lloraba y se comía el helado a cucharadas, abrazaba a éste con una de sus manos y de vez en cuando sacaba un pañuelo para limpiar sus lágrimas.

— La muy mala se va — dijo apuntando la televisión — ¡Se va! — nos miró con dolor

— Sí, tranquilo, tranquilo — lo abracé haciendo que apoyará su cabeza en mi pecho, Frank frunció el ceño al vernos — Frankie, por favor

— ¡Bien! — cruzó sus brazos — pero ¿Qué mierda pasó? — preguntó

— ¿Qué no lo viste? — Frank negó — ¿No lo vieron? — dejó mi pecho para mirarnos desconcertado — ¡Oh Dios! A Lynz la funaron por redes sociales

— ¡¿Qué?! — gritamos al unísono

— Sí, su ex — sorbeteó, que asco — una tipa muy linda, rubia, guapa

— Jessicka — comenté

— Sht — me exigió Bert —, dijo que era una manipuladora ¡habló tantas cosas malas! Yo la quise apoyar, pero terminó conmigo — tomó una cucharada de helado y la puso en su boca — Li mau mila mi duje pu apeiarla

— Bert, podrías — le mostré su boca — ¿Tragar? — el asintió y tragó

— Le dije que no me importaba y me dejó igual, después me dí cuenta que habían vuelto — me miró — ¿Sabías algo? — negué — ¡No te creo!

— ¡No sé nada! — suspiré — Lynz es así, es rara

— Oye, el actor se sacá mucho la polera para ser una película romántica — dijo Frank mirando la tv

— Es un papucho — mencionó Bert —. Es Mario Casas, si fuera gay me hubiese ido a España a prestarle mi virgen y apretado trasero

— Yo igual — miré la tv

— ¿Qué? — Frank rodó los ojos

La verdad es qué no sabía que sucedía con lynz, hace varios días no contesta mis mensajes ni llamadas, tampoco publicaba algo, era todo muy extraño. Su relación con Jessicka siempre fue tóxica, mala, parecían odiarse tanto pero a la vez amarse. Recuerdo que fui amigo de ambas mientras estaban juntas, y era terrorífico, a veces tomaban el mismo cuchillo en diferentes días amenazando con ir a matarse una y la otra. Eran más tóxicas que cinco Frank juntos, eran horriblemente tóxicas.

Jessicka siempre se quejó de Lynz, que manipulaba, que era celosa, que blablabla... Y era cierto pero es mi mejor amiga y ella tampoco se salva, ambas eran horriblemente tóxicas, un torbellino, era como vivir en Chernobyl e Hiroshima al mismo tiempo.

Bert me daba pena, más pena que de costumbre. Nos empezó a hablar sobre el horóscopo y como Pedrito Engel volvió a acertar.

— Leí esto hace un año — sacó un pedazo de revista — es de Pedrito — sonrió casi enamorado

— ¿Lo tienes guardado hace un año? — preguntó Frank y él asintió — Eres raro

— No, soy precavido, Franano

— ¿Qué? — lo miramos raro

— Es una combinación de Frank, enano y ano — sonrió —, es perfecto — rodamos los ojos —. Miren — apuntó la fecha —, fue hace un año exactamente "sufrirás una desilusión amorosa, en un año van a funar por redes sociales a tu novia feminista que decía ser lesbiana"

— Éste tipo es ¡wow! — lo miré sorprendido

— Yo les dije, Pedrito es una religión — sonrió

Definitivamente debía ver mi horóscopo con ese tipo.

Bert me exigió quedarse en el departamento, le dije que estaba bien pero insistió dormir conmigo porqué había olvidado el oso de peluche de un metro y medio que tenía en su casa y solía abrazarlo. Frank nos quiso matar a ambos ¿Qué le pasa? Es Bert, osea B-E-R-T el idiota de mi jefe, que se enamoró de mi mejor amiga y se cree mi mejor amigo.

Aun que déjenme decirles que sí, Bert puede considerarse como mi mejor amigo, pero no sé lo digan.

Frank le hizo firmar un papel a Bert donde prometía no tocarme ni un pelo en la noche, él lo firmó y luego Frank le sonrió felizmente. El contrato era muy normal: Si lo tocas, te cuelgo de las bolas. Bert no tenía intensiones de que le tocarán las bolas porque justo ahora, las tenía triste.

— Me voy — Frank se levantó del sofá —, recuerda que mañana debes maquillar a Ámbar — asentí —. Te quiero — besó mis labios — Adiós Bert

— Chao Franano — sonrió —, cuidaré de Gee  — me abrazó

— No lo toques, te lo dije — abrió la puerta

— Sí, sí — rió —. Frankie ¿Te dije qué mi fetiche es que me cuelguen de las bolas? — Frank gruñó y cerró la puerta de un portazo — ¡te quiero Frankie! — gritó luego y me soltó

— Por qué hiciste eso? — reí

— Seguramente vuelve en un rato para asegurarse que no te toqué — se encogió de hombros —, ese enano es muy divertido celoso

— Lo sé

Y claro, Frank volvió a la media hora con un bolso de ropa.

Bert era experto, no sé cómo la tonta de mi amiga lo dejó. Es un gato remojado, de esos con los pelos de puntas y un ojo a medio abrir, pero es una buena persona.

También la voy a funar.

Departamento 504 [×Frerard×]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora