#504 II : Epílogo

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¡LAS VEGAS! (Gerard)

Las cosas buenas no siempre terminan, a veces tienen un nuevo comienzo y puede que sea el mismo inicio, pero mejorado de manera gradual.

Si bien, Frank tardó dos años en notar mi presencia, sin darse cuenta cuántas veces rozó mi mano y nos dimos corrientes eléctricas que nos estaban alertando de nuestra "conexión astral", como le decía Bert, no tardamos nada en concretar nuestro lazo.
Frank se había ido y luego había vuelto, por causa del destino y, claramente esa causa era yo, había vuelto y sin pensarlo era para tener nuestro nuevo comienzo.

Ya habían pasado casi seis meses desde que me había pedido matrimonio, y ahora estábamos en un hotel en Las Vegas, porqué yo no quería cualquier matrimonio. Por el trabajo de Frank, no podíamos ir a casarnos a Isla de Pascua y estar rodeado de pascuenses de cinco metros, con el cuerpo sudado, bailando y saltando para que se les levantará el taparrabo (Odio a Frank, hubiese sido una despedida de soltero y un casamiento a la vez), así que le pedí que nos casaramos en Las Vegas y que nos casara el Rey.

Elvis Presley nos casaría.

- No puedo creer que uses ese anillo que pasó por todo tu intestino, y luego salió por tu trasero lleno de mierda - me comentó Bert mientras arreglaba mi corbata -, es asqueroso

- Sí, pero es mi mierda y lo llevo yo en mi mano - suspiré -. Estoy nervioso

- Yo también estoy nervioso - me sonrió -, pero porqué pasé alguna estupidez - rodé los ojos y me fui a mirar al espejo

- Será todo perfecto ¡Nos va a casar Elvis Presley! Y aunque aún me imagino rodeado de Moais y antorchas, es lo mejor que pudo haber pasado - reí

- No podré concentrarme mirándole el pelo en el pecho a Elvis

- Elvis no tiene pelos en el pecho - suspiré

- Bueno, el de aquí sí - se encogió de hombros -¿Deberé hablar? Soy el padrino - asentí -. Mierda, no he pensado en nada

- No te preocupes, eres bueno improvisando - sonreí -, y tú discurso es lo que me da más miedo

Sí, definitivamente eso me daba más miedo que alguna estupidez que fuese a cometer yo, pero Frank estaba seguro de Bert y de qué cada palabra, por más extraña que fuera, sería la indicada para nosotros, al final, él tenía mucho que ver en nuestra historia; si no hubiese sido por ese beso que me dio al salir de al cafetería, Frank jamás se hubiese dado cuenta que quería algo más conmigo.

Gracias Bert, por eso te elegí como mi mejor amigo.

Las 8:30 pm, ni un minuto más ni un minuto menos, ahora estaba frente a A Little White Widding Chapel, esperando que llegarán los invitados a MI matrimonio y extrañando a Frank. No nos habíamos visto desde la mañana, en cuanto Bert me fue a buscar para arreglarme y Ámbar se quedó junto a Frank para ayudarlo.

Estoy nervioso, apunto de tener un ataque de nervios.

Frank ya está dentro de la capilla y yo estoy en frente junto a Bert, porqué él me dijo que debía entrar como una novia digna y me propuso usar un velo, y sí, tengo un velo blanco que me está tapando la cara. Las ocurrencias de Bert que hacen todo más divertido y único.

Bert me miró indicándome que ya era hora, así que cruzamos la calle, me detuve en la entrada de la capilla y tomé la calada de aire más grande del mundo, casi me como Las Vegas.

- ¿Listo? - me puso su brazo para aferrarme a él, asentí -. Te ves ridículo - rió

- Gracias - reí -, ya, vamos

Departamento 504 [×Frerard×]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora