Capitulo 39 1/2

55 4 0
                                    

Pov Omsniciente

Ya ha pasado dos semanas exactamente. Toda la familia Willson y todos los Evans estaban sumamente preparados para ir a atacar a la mujer la cual nuevamente, hacia la vida de April Evans totalmente miserable y más jodida de lo que estaba.

April, pudo superar algunas cosas de su pasado, pero algunas como dicen no pueden enterrarse, algunas cosas tu simplemente las arrastras contigo mismo. Son una carga la cuál nunca olvidaras y eso te hara recordar cada mierda que viviste en tu pasado.

Shanel si estaba aptamente preparada para cualquier cosa, ya no le importaba nada, solo querria vengarse, solo querria ver a cada uno de los Willson e Evans sufriendo y como no. Tendria que hacer de todo. No se quedaría cruzadas de brazos.

Ahora mismo ella tenia algo muy valioso, tenia a una de las Willson a una que también corria sangre Evans. Esta mujer estaba muy decidida a cazar a su presa. Estaba muy decidida a devorarla sin tener temor alguno. Esta mujer no tiene corazón por nadie.

Mientras la familia de Jess se preparaba para su rescate, esta escribia cada cosa que recordaba. Ya que estas personas cada vez le agolpeaban, la maltrataban e incluso jugaban con ella a su gusto. Ya estaba perdiendo la mente aunque no todos quisiéramos eso.

Duele, duele ver como todo acababa para cada uno de nosotros y no podíamos hacer absolutamente nada. No es fácil, créanme que no lo es. Una mujer abusada sexualmente, es una mujer que guarda rencor, que guarda sufrimiento y para poder superarlo se necesita más que un simple psicólogo, se necesita mas que una ayuda de parejas. Se necesita ayuda familiar, se necesita un apoyo incondicional.

Pov Jess

-Mi nombre es Jess, tengo 19 años... -escribo en un papel- Mis padres son Matt Willson e April Evans, mis hermanos Karlos Willson e April Lee Willson, mi pareja es Kian Evans.-

Cada vez que podía escribia esto. Recibi un golpe muy fuerte el cuál esta logrando que olvide todo de mi. Por eso he decidido escribir lo más importante, lo más que se me hace fácil recordar.

Mi cuerpo duele como no tienen idea, cada vez que como me paso vomitando. No soporto el sabor ni el olor de la comida. Creo que es por todo lo que ando pasando asi que le resto demasiada importancia.

Ya no juegan conmigo como al comienzo. Pero, si me golpean y torturan con palabras hirientes. He tratado mil veces de defenderme de poder salir, pero estos hombres son más fuertes, si tuviera un arma tal vez podría matarlos.

Aveces pienso que lo que siento es miedo y por eso no puedo acabar con ellos.

Despositan un plato de comida el cuál decido comer muy poco, aunque sea necesito tener algo en mi cuerpo. Solo por si mi familia aparece de la nada como si fueran unos superhéroes.

Termino rodando los ojos, asi que comienzo a comer.

Pov Kian

Varias horas después

Nos encontrábamos en los famosos tuneles, los cuales madrina ha recorrido por completo cuando joven. Tenemos el 90% de probabilidad de que mi Jess se encuentre aquí y el otro 10% de que se encuentren en otro maldito lugar.

Todos los Craviors nos encontrábamos armados. Mientras los Lienenxus se encontraban detrás de nosotros, para protección. La única que podía decidir y cambiar las reglas era April Lee, pero lastimosamente continua siguiendo las reglas de la abuela.

De hecho ellos vinieron con nostros. Algo lo cual no pudimos impedir.

Esto aca era oscuro, aunque estemos usando un flashlight no alumbraba para nada, asi que solo nos permitía ver por donde íbamos caminando aún.

Mierda.

-Tenemos que dividirnos. –dice Matt-

-Nope, no podemos dejar sin protección a ellos. –me volteo para observar a mis primos-

-Podemos luchar nosotros. –dice Maximus-

-Negativo. –suelta mi madrina- Vamos todos o solo ire yo. –Matt se voltea mirándole y esta se encoge de hombros-

-Okay. –continuamos caminando hasta escuchar unas voces-

Decidimos apagar nuestras linternas hasta observar a unos hombres salir del lado derecho. Bingo.

-Pasanos algunas armas. –escucho a April Lee decir bajo- Si vamos a entrar allí se formara un caos y todos necesitamos defendernos.-

-¿Tu ley? –trato de no sonreir-

-¿Cuál ley? –me guiña-

Comenzamos a pasar algunas armas a Los Lienenxus. Nuevamente dirigí mi mirada hacia los hombres y sin mas escuchamos a este hablar.

-No creo que la señora, nos necesite más para trabajar. –suelta uno-

-Amigo, me da pena de la muchacha. –dice este en un tono serio-

-A mi no. –rie otro- Ustedes pendientes. –suelta serio- No sabemos cuando nos ataq... -comenzamos a disparar-

Lo bueno es que tenemos silenciador y no llamaremos la atención de ningúnos. Tendremos más tiempo, mataremos a todos los que se nos tropiecen en el camino para ser sincero, no me importa quien sea. Si ha lastimado a mi mujer, tendrá que sufrir o ni tiempo le dará.

Pov Jess

30 minutos después

Otra vez, otra vez volvieron a hacer la misma mierda, ya no aguanto. Quisiera morirme ahora mismo. Mi familia ya no vendrá, ya no vendrá.

-Lo siento pequeña. –besa mi mejilla y la volteo mal humorada-

Cierro mis manos como puños y observo que este tiene una pistola. Me levanto lo más rápido posible observando al hombre. Tengo solamente una oportunidad no la desperdicies. Rodeo mis brazos encima de este y al parecer no le molesta.

Sonrio de lado mientras quito su arma y le doy un golpe en la cabeza con esta mientras cae. La miro con precaución y esta tiene silenciador.

¿Para que demonios tiene un silenciador?

Comence a caminar mientras observe a un hombre en las esquina le dispare en la cien y en cuestión de segundo otro apareció e hice lo mismo. Camine con precaucion, aunque con rapidez, pues sentía que no llegaría a ninguna parte, mi cuerpo esta hecho una mierda.

10 minutos después

Ya habia matado alrededor de 15 hombres, me encontraba perdida en el mismo lugar o tal vez casi era la salida, pero como todo parecía igual no sabia en si donde me econtraba.

Escucho pasos provenientes asi que decido apuntar.

-Jess, Jess, mi niña. –escucho a la mujer decir- Suelta eso. –su voz parecía amigable-

-No te conozco. –le continuo apuntando-

-Tranquila, pásame el arma y todo estará bien. –miro al hombre que trata de acercarse, pero le apunto esta vez a el-

-Cariño, no quieres hacer eso. –dice otra vez la mujer-

Mi cabeza comienza a dar vueltas como si estuviera en una montaña rusa. Esto no me andaba agradando para nada. No conozco a esta gente para confiar en ellos.

-¡Willson! –escucho a alguien decirme y en cuanto volteo observo a Kian-

Me tiro a abrazarlo mientras comienzo a llorar. Jamás pensé que lograrían encontrarme, pensé que me quedaría aquí sufriendo o muriendo lentamente. Me separo de este mientras abrazo a mamá y a papá, estos no tardan en corresponderme.

La Hija De La Boxeadora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora