Capitulo 25

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Pov Jess

Ya me encontraba en la casa de mis padres, lamentablemente aun no habían noticias de April Lee. Esto ya me tenia los pelos de punta.

-Nada aún. –dice Marjorie algo malhumorada-

Antes de que alguien volviera a hablar, comencé a caminar hacia el sótano donde se encontraba Angelica. Esta se encontraba sin fuerzas asi que sin importarme una mierda. Tome una balde de agua fría como he hecho los últimos días y se lo lanzo.

Esta abre sus ojos un poco asustada. Comienza a respirar agitada mientras observa a su alrededor alguna salida.

-Disculpa, pero no encontraras ninguna salida. –le sonrio con malicia- ¿Dónde están? –le miro seria-

-No te dire. –suelta sin fuerzas-

-Perfecto. –digo cansada-

Deposito un fuerte puñetazo el cuál hace que quede incosciente de una. Le quito las sogas las cuales la amarraban mientras que la llevo a mis hombros, comienzo a cargarla hasta subir a la casa.

-Jess, estas demente. –suelta Glenda nerviosa-

-Necesito una soga. –digo seca-

En cuestión de segundos me trajeron lo que habia pedido y volvi a atararla.

-Quiero que graben esto. –digo enojada- Quiero a mi hermana de vuelta y si tengo que enviarle un mensaje a esta mujer lo hare. –digo alto-

Pov April Lee

Mi cuerpo dolia demasiado. Me tenían como un maldito saco de boxeo. Detesto esto, detesto tener que haber tomado la pelea y no estar atenta. Detesto tener que estar peleada con mi familia.

Lo único que me ha hecho soportar todo esto es Marjorie. Las cosas entre nosotras ya estaban comenzando a avanzar incluso nos iríamos de viaje.

-Lo que me gusta de todo esto es que estoy logrando parte de mi objetivo. –miro a la mujer la cuál se encuentra frente a mi- Hacer sufrir a tu madre. –suelta sonriente- Todos llegamos a matar en algun momento, ¿Sabes? –

-Si me matas... Mi madre no se quedara tranquila hasta que te encuentre. –digo en un susurro-

-No quiero matarte preciosa, quiero ponerte en su contra. –sonríe con mas malicia- Tu madre es una asesina, a ella no le interesa nada. Si mata en la CIA imginate sin trabajar en esa mierda. –gruñe-

-Tiene sus motivos.. ¿No? –comienzo a reir mientras esta deposita un puño en mi abdomen-

Suelto un chillido mientras esta continua. Algo bueno en mi es que nunca me dejo manipular mi mente. Se lo que mi madre pudo llegar a ser, pero ese es su pasado. Lo único malo es que ahora todos estamos pagando por algo lo cuál esta hizo. No sabemos el porque, no sabemos ninguna razón.

Siento mis ojos cerrarse, pero estos no me lo permiten.

-Quiero a mi hija de vuelta. –deposita otro puño en mi abdomen- ¡Ahora! –grita enojada-

Cierro mis ojos con fuerza mientras soporto el dolor correr por todo mi cuerpo.

Pov Jess

Horas después

Mi padre habia llevado Angelica a nuevamente al sotano. Habiamos grabado la paliza que le habia dado a esta. Nuevamente mis nudillos se encontraban llenos de sangre. Tenia mis manos vendadas en lo que se mejoran.

-¡Consegui algo! –exclama Marjorie-

Termino de servirme mi cuarto vaso de whisky mientras llego a la sala. Todos habían llegado. Al parecer luego de esta haber enviado el video alguien lo habia recibido y lo más seguro lo habrían visto ya.

-Demonios. –dice llevando su mano a su boca-

-¿Qué sucede? –pregunta Karlos mientras todo sale en la pantalla grande de casa-

Las miradas de todos era uno sorprendida. April Lee en menos de un mes habia perdido más peso del cual yo habia perdido. Su rostro al menos no habia sufrido daños.

-¡Donde tienen a mi hija! –dice enojada-

-Entregame a la mia y te doy a la tuya. –dice mi madre fría-

-Esto no se va a quedar asi. –gruñe malhumorada-

Esta rompe la camisa de April Lee dejando mostrar su abdomen completamente jodido. Muerdo mis labios con fuerza mientras sostengo el vaso con una fuerza la cuál hace que este se quiebre por completo.

No le estaban dando comida, su cuerpo esta débil, en cualquier momento puede caer en un sueño y no despertar. Mi corazón se aceleraba cada vez más.

-Estoy bien. –dice susurrando-

-Hija... -dice mamá en un hilo de voz-

-Te sacaramos de ahí. –dice papá serio-

-Marjorie... -dice con dificultad- Te amo mi niña. –

Antes de que esta colgara entre al sotano. Mi coraje era muy notorio, tome a Angelica que se encontraba totalmente dormida mientras regrese a la sala. La tire en el suelo llamando la atención de Shanel.

Esta se quedo onbservando a Angelica, sus ojos se comenzaron a cristalizar. Observe a Marjorie y le guiñe, esto le daría tiempo para rasrtear el aparato.

-Todo esto es tu maldita culpa. –observo a Frances- Si tan solo me hubieras obedecido y nunca me hubieras traicionado. –esta le dice a Frances seria-

-No soy tu. –dice esta enojada-

-Mira como se encuentra tu hermana. –suelta dolida-

-Media hermana. -

En cuanto esta va a volver a hablar le interrumpo.

-Tienes la opción de darnos a mi hermana y te damos a un parasito. –espeto con frialdad-

Claro... Claro que habia dejado una mierda a Angelica, pero jamás la he dejado sin comer. Esta siempre se alimenta cuando quiere. A nosotros eso no nos molesta para nada.

-Donde siempre. –dice sin más-

-Donde siempre. –le sonrio mientras mis padres me observan dudosa-

Antes de poder decir algo me acerco a Marjorie, esta se encontraba tecleando lo más rápido que podía. Solo espero que haya logrado hackearle todo el maldito sistema que esta tuviera. Es de la única manera en la cuál podremos rastrearla.

-¿Lo lograste? –pregunto esperanzada-

-Logrado. –suelta un poco triste, pero emocionada-

-Okay, nos iremos en la madrugada. –digo sin mucho preámbulo- Y saquen a esta de aquí, báñenla para en cuanto se la entregemos disfrute.-

Salgo de ahí y me dirijo al baño, uso el kit de primeros auxilios para vendarme mi mano ya que pequeños cristales se habían incrustado en mi mano al romper el vaso.

La Hija De La Boxeadora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora