Capitulo 46

64 3 0
                                    

Pov Jess

Kian durmió abrazado a mi. Cuando se encontró con el desastre de la habitación no dudo llegar a mi y tranquilizarme. Al principio me negaba, pero me rendí. Solo quería dormir y no despertar. Queria ver al pequeño fabian, querria abrazarlo, pero en cuanto me tranquilice y pregunte por el, Kian me dijo que no querria pasar la noche aca.

Me tranquilice al saber que estaría con April Lee, ella es muy buena cuidadora.

-Buenos días. –besa mi cuello-

-Buenos días. –digo volteándome-

-Ire a bañarme que tengo que irme a trabajar. –se levanta mientras camina hacia el baño-

Suspiro mientras comienzo a mirarme en el espejo observando mi abdomen. Este comienza a abultarse, cada vez más. No se si pueda soportar tanto peso.

Camino al baño mientas observo a Kian bañándose.

-¿Podemos hablar? –este me mira mientras comienza a secarse-

-Si, claro. –rodea la toalla en su cintura-

Salgo del baño mientras este se queda poniéndose su ropa y yo simplemente juego con mis dedos.

-Yo los dare en adopción. –vuelvo a decir segura de mi misma con mis ojos aguados- Solo quiero saber si me apoyas.-

-Eres lo más apreciado que tengo Jess, pero no, no puedo apoyarte... Estoy muy ilusionado, quiero que tengas esos niños estoy dispuesto ayudarte en todo lo que pueda. –dice poniéndose de rodillas mientras yo comienzo a llorar- No quiero que los des en adopción. Si lo haces vas arrepentirte.-

-Dejame sola. –digo llorando-

-Piensa muy bien las cosas amor. –besa mi frente-

Bajo mi rostro.

Dos horas más tardes

Habia desayunado, la verdad ahora comia el triple de lo normal. Estas criaturas me dejaran con muchísimas libras. Tendre que ponerme en forma en cuanto de a luz. Necesito volver a los cuadriláteros y tener una buena carrera.

Escucho como alguien toca mi puerta y camino hacia ella abriéndola. Me topo con Fabian, April y conjunto mi madre. Este entra sin darme un beso en la mejilla se dirije a nuestra habitación, en cuestión de segundos sale y antes de que pueda subir las escaleras le hablo.

-No me hagas esto hijo. –digo con un dolor en el pecho-

-No hagas tu lo que dijiste que harias con mis hermanos. –suelta enojado subiendo las escaleras-

Tomo asiento en el sofá mientras comienzo a llorar descontroladamente. Me duele que este actuando asi, me duele que me tenga que poner entre la espada y la pared. Incluso Kian el cual dijo que siempre me apoyaría, ahora dice que no.

Siento como unos brazos calidos me abrazan. Continuo soltando todo.

-Tranquila princesa, te prometo que todo estará bien. –susurra mientras que le abrazo y escondo mi rostro en su cuello-

-No puedo más. –digo con un hilo de voz-

-Claro que puedes. –dice sujetando mi rostro a su pecho-

-Pense que podría manejarlo, pero no puedo mamá. –digo como una niña pequeña-

-Hey, ¿Vamos a superarlo, juntas? ¿Si? –me separo de ella mientras le miro-

-Si. –digo limpiando mi mejilla-

Horas después

Aquí me encontraba, en un psicólogo, para poder aceptarlo y verlo tuve que escuchar a mi madrina, padrino e incluso a mi padre. Mi padre pensaba que lo necesitaba por todas las muertes que habían sucedido, pero la realidad era que no era asi, la realidad es que lo necesito para aceptar que estoy embarazada, aceptar que estas criaturas no tienen la culpa de nada.

La Hija De La Boxeadora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora