Capítulo 34

59 4 0
                                    

Pov Jess

Una semana exactamente. Todos descomunicados. Yo me encuentro en mi casa dándome un relajado baño mientras la gran mayoría se encuentran en mi sala. A gran mayoría me refiero a.... Frances, Sophia, Antonella, Amalia e Maximus, con junto a mi hermana e cuñada.

De veras no querria salir de la bañera. De veras no tenia ganas de escuchar a ninguno. Pero, es claro que debo de hacerlo. Pertenezco al bando, en cualquier momento puede y sea jefa, pero en fin eso a mi no me interesa para nada en lo absoluto.

Aun no puedo creer, el como la abuela le paso su titulo a April Lee, ella es tan... Tan frágil aveces. Bueno eso me daba a demostrar antes. Ya ella no sigue mis pasos como cachorro perdido, por lo menos.

Al Salir de la bañera me seco mientras comienzo a vestirme. Camino hacia mi habitación y comienzo a desenredar mi cabello, creo que me hare una coleta. Es lo mejor para este tipo de ocasión. Espero no escuchar malas noticias, solo espero que en esta semana todo se haya tranquilizado.

Como ya termine decidi salir y me tope con todos en la sala. Todos me saludaron algunos me abrazaron de hecho en especial Amalia. Le correspondi, pero pude notar un poco tenso a Kian. Bueno como saben yo mantuve mas o menos una pequeña relación con Amalia, algo sumamente normal para nosotras ya sucedió y no volverá a pasar lo se.

-Bueno aquí el problema es que hay que estar protegiéndote. –dice Frances y yo entrecierro mis ojos- Problema porque se que no te gusta que te mantengan observada. –me relajo un poco tampoco es que yo sea tan perra o si-

-Yo podría cuidar de ella. –se ofrece Sophia-

-Tambien yo. –dice Maximus-

-Perfecto, porque necesitaremos a Amalia e Antonella vigilando todo el edificio, obvio pueden observar desde el otro extremo del otro apartamento asi nadie sospecha que hay alguien aquí. –suelta Frances un poco nerviosa- Lo siento. –admite mientras palmeo su espalda-

-Yo tengo que hacer algo almenos. –digo un poco entusiasmada-

-Nope. –afirma- Eres la carnada. –suspira-

Claro, es obvio. Ahora no podre hacer nada más que esperar a que vengan por mi y alguien falle en este maldito operativo de mierda.

-¿Qué sucederá con los demás? –pregunta April Lee-

-Ya que como jefa de tu bando decidiste que nos uniéramos, necesitamos personas de tu bando a que nos den una mano de ayuda. –admite Frances-

-Perfecto, que tal Marjorie, Karlos e yo. –dice firme mientras esta niega-

-Demasiado familiar y particular. –camina alrededor de la sala-

-Somo los mas aptos. –dice cruzada de brazos-

-Si, pero también tu podrias ser la carnada de mi madre. –le mira seria- Necesitamos a alguien de suma confianza.-

-Puede ser Jason. –April Lee me mira y niega-

-Jason es muy poco. –alzo mi ceja-

-Disculpa, es precavido, inteligente y astuto, querida hermana. –esta rueda sus ojos-

Todos se quedan observándonos, pues el ambiente esta sumamente tenso. Aun nosotras no pensamos igual y por supuesto no aceptamos algunas cosas.

-Okay, Jason será, pero quiero a Marjorie que este al pendiente de ellos. –dice sin más-

Estos asiennte y sin mas decido levantarme e irme.

-¿A dónde iras? –cuestiona Amalia-

Increible ahora no solo tengo a Kian hostigándome sino a una de mis mejores amigas también. Entro a mi habitación antes de contestar y tomo las llaves de mi gimnasio e mi wallet. Al salir esta vuelve y me detiene lo que causa que Kian abra su boca.

-Si yo soy su pareja y no me dice a donde ira, como pretendes que te diga a ti. –suelta con ironia-

Eso si estuvo mal de su parte, todos me están sacando de mis casillas. Detesto que ande en plan de celoso, detesto que me anden sacando cosas en cara. Porque se que lo hara en cualquier momento.

-Ire a mi gimnasio. –le sonrio lo que causa que Kian se ponga totalmente serio-

En la noche

Para ser exacta, ya esta era como mi segunda casa. Lo cuál no me molesta en lo absoluto. Esto para mi es super relajante e tranquilo. No tengo a nadie que me moleste, no tengo a nadie que me anden diciendo que tengo que hacer que no. No me siento hostigada.

Observo el lugar el cual hacen semanas parecía un vertedero y sonrio ampliamente. Objetivo logrado, ahora esto era un gimnasio organizado. Camino hacia la oficina mientras tomo asiento en mi escritorio, creo que lo mejor que vendría es abrirlo y comenzar a llenar inscripciones.

Escucho un ruido el cual hace que me esconda, no puedo estar tan salada. Escucho pasos provenir a lugar mientras decido aguantar mi respiración. Muy bien asi se hace Willson.

Los pasos cada vez se acercan mucho mas así que observo un palo de golf el cual tomo. Claro no me defenderé solo a puños, la persona entra a mi oficina y si más llevo el palo a su cuello intentando ahocarle.

En cuanto miro bien era Amalia. ¿Es enserio? Que rayos le sucede. ¿Cómo se atreve a llegar asi? Suelto el palo mientras esta comienza a respirar agitada, camino hacia mi sofá y esta trata de recomponerse. Lo siento amiga, he cambiado demasiado.

-Estas demente. –suelta con su respiración entrecortada-

-Solo me defiendo. –hago ademán con mis manos- Lo que haría cualquier persona.-

-Lastima que no eres cualquier persona. Eres un Craviors. –toma la silla y toma asiento frente a mi-

-Si, desgraciadamente. –digo bajo para que no me escuche-

-¿Cómo? –

-Nada, ¿Qué haces aquí? –le pregunto mirándole- Te enviaron a vigilarme-

Esta niega mientras sonríe.

-Lo hice por mi cuenta. –admite victoriosa-

-Sabes que enrealidad quiero estar sola. –me cruzo de brazos- ¿Verdad?-

-¿Quieres fumar? –saca un cigarro de marihuana-

Niego.

Habia dejado de fumar hace tiempo. Es algo lo cual no ncesito en mi cuerpo. Solo tomo alcohol y ya. Es la mejor decisión que pude tomar. Obsrvo que esta lo guarda y toma asiento a mi lado.

-Haz cambiado. –sonrie-

-Mi modo, asi brega la vida. –me acomodo- ¿A que se debe tu visita? Ya que dices que no es aspiarme. –

-Termine con mi pareja, solo quería que lo supieras. –abro mis ojos como platos-

Ajam.

-Se que no terminamos bien. Se que te dije tirada y yo no quise jugar... -le interrumpo-

-Lo de nosotras solo fue para pasar el rato. –esta se muerde los labios-

Jess 1.

Amalia 0.

-Este... -busca que decir-

-Ando con Kian por si lo notaste. –otra vez con mi maldita arrogancia-

Jess 2 y Amalia 0.

-Si, lo se. Eres mi mejor amiga no busco nada más, solo querría pedirte disculpas. –me mira fijamente-

Sin esperar mucho le abrazo. La verdad, no me agradaba para nada su pareja. Siempre tan estúpida, siempre tan mandona y siempre alejándolas de sus verdaderas amigas.

-¿Puedo pasar la noche aquí? –pregunta con un poco de esperanza-

-Si, claro que puedes pasar la noche aquí.-

La Hija De La Boxeadora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora