Capitulo 18

86 6 0
                                    

Pov Jess

El sudor bajaba por mi cuerpo como si hubiera corrido un maratón. Había estado aquí desde las 5 a.m. y ya eran las 8:00 a.m. Hace no se cuanto gane mi campeonato y ese mismo dia, comprendi que todo no es como suele hacer.

-Hace tiempo... No te veía tan decidida. -¿Qué sucede? –observo a Leah-

No digo nada.

-Según todos piensan que no puedes hablar, yo soy la única que no creo... -toma asiento mirándome fijamente- Es hora de que sueltes todo, mírate ya estas recuperada. –continua sin quitarme la mirada de encima-

Enserio mi madrina se esta poniendo a ese nivel. Le sonrio graciosamente.

-Soy tu madrina, te conozco como la palma de mi mano. –detiene el saco-

-Demonios, podrias de dejar de querer sacarme cualquier tipo de información. –hablo sin mas mientras esta abre sus ojos como platos-

-Lo sabia, lo sabia y tu padrino nunca quiso creerme. –dice impresionada-

Muy bien Jess Willson.

-Madrina solo, no le digas a mamá. –digo un poco asustada-

-Vamos. Te llevare a un lugar. –me toma de mis manos mientras comenzamos a caminar-

1 Hora después

Ambas nos encontrábamos sentada en un columpio, madrina siempre estuvo para mi. Ella me cuido cuando mamá siempre se encontraba trabajando. Estuvo al pendiente de cada cosas que yo hacia en la escuela.

Recuerdo la vez que les rompí la cara a dos compañeras de April por meterse con ella. Ese día me suspendieron, madrina hizo lo posible para que mamá no lo supiera, así que todas las mañanas mi madrina me traía a este parque, jugábamos por horas hasta que me llevaba a almorzar y luego llegábamos con los demás a casa.

-¿Por qué lo ocultaste? –comienza a balancearse-

-No quería que me interrogaran. –digo cabizbaja-

-¿Kian sabe de esto? –su voz siempre dulce y compasiva-

-Si, le pedí que no dijera nada. –digo arrepentida-

-Cariño... -esta se detiene y llega a mi- Sabes que Kian, esta enamorado de ti. –me sonríe- El nunca se alejo cuando estuviste en esa cama prostrada. Deberías darte una oportunidad con el. –acaricia mi mejilla-

-¿Sabes que papá lo alejo? –esta alzo su ceja-

Mierda, mierda y mas mierda. Aquí todos se ocultan todo.

-No entiendo, cariño. –

-Papa dijo que el seria mi perdición, pero no fue así. Además , me entere que mamá mato a alguien madrina. –digo nerviosa-

-¿Qué? –esta niega- Tu madre no... -esta se detiene- Cariño, tienes que confiar en tu madre. –dice ahora en un tono serio-

-Quiero, pero... -me detengo al recordar a las dos personas que yo misma mate-

-¿Pero? –dice curiosa-

Niego sin más mientras comenzamos a caminar.

En la tarde

Comienzo a comer de mi comida mientras, mamá entra y toma asiento con nosotros. Esta comienza a comer mientras observa la mesa, esta nota que la presencia de mi padre no se encuentra. Algo sumamente raro, por decirlo asi papá nunca falta la cena eso es algo muy importante para el.

-Quería hablar, sobre... Sobre una llamada que me hizo mi madre. –dice un poco incómoda -

Continuó comiendo como si nada.

-Mi madre ya no es la jefa del bando Lienenxus. –suelta sin hacer rodeos- Sin embargo, antes de entregarlo pidió que nos uniéramos con ellos, no estoy de acuerdo, saben muy bien que tendríamos más posibilidades de morir que nada. –suelta sin ánimos-

-¿Entonces? –cuestiona Joshua- Tendremos cada quien un nuevo tatuaje o que. –todos se observan-

-No, las reglas siguen iguales, solo que la nueva jefa del bando, quiere que.. –se detiene mientras respira hondo- Quiere que Jess, pertenezca al bando de ellos. –me ahogo con la comida mientras Kian da palmaditas de espalda-

-Yo no puedo. –suelto sin mas-

Todos me miran anonadados, menos Kian y mi madrina Leah.

-Yo, yo tengo otras cosas, otros planes. –miro a Kian-

-¿Cuáles? –esta vez habla Kian sin saber-

-El plan era, yo pertenecer a los Craviors. –mamá abre sus ojos como plato negando- Yo no soy apta para pertencer a los Lienenxus. –Me encojo de hombros-

-No, no, no esto... No puede estar ocurriendo. –Se levanta mi madre-

Suspiro mientras ruedo mis ojos. Esta comienza a dar vueltas por todo los lados, como tratando de que algo se le ocurriera. Me pongo de pies, mientras escuchamos unos pasos provenientes.

-Cómo es eso April. ¡Qué nuestra hija es la nueva jefa del bando de los Lienenxus! –suelta un poco enojado-

Enserio, esto no puede estar ocurriendo, mi hermana... La nueva jefa del bando. Esto tiene que ser broma.

-Se le ocurrio la idea de que nos uniéramos, por si sucede algo como lo de Jess, mamá estuvo de acuerdo, pero solo con la opción de que Jess se una a ellos. –deja caer sus brazos desesperada-

-No, disculpen, pero la idea de que se unieran no fue de ella sino mía. –me pongo de pies mientras tomo asiento en la isleta y todos me observan fijamente- Es claro que en cualquier momento pueda suceder algo similar a lo mio o peor. –me cruzo de brazos-

-¿Qué? –dice mi madre aun sin entender-

-Miren, vi a mis hermanos, ellos están perfectamente bien. Solo que ya no van a regresar. –la mirada de mis padres me ocasionaba un poco de temor para ser sincera- Ahí fue que le pedí a April que covenciera a nuestras abuela para unirnos, pero jamás, pensé que esto ocurriría. –hago énfasis con mis manos-

En la noche

Sip, mis padres o mejor dicho mi padre estaba totalmente enojado con mamá. Mis padrinos decidieron quedarse hoy a dormir en la casa, tia Sarah y tio Gael se fueron a la de ellos, para ver si convencían a Marjorie a regresar con ellos a vivir.

Luego Kian, este no ha llegado desde hacen horas. Algo lo cuál me preocupaba demasiado, se que puede cuidarse de lo más bien, pero aún así, si le sucede algo no me lo perdonaría nunca.

Salgo de mis pensamientos al sentir como acarician mi hombro, sonrió al ver a madrina tomar asiento a mi lado. En verdad, me haría un poco bien escucharla, como en la tarde de hoy. Ya esto no se da todo los días, tendría que aprovechar el momento.

-Lo que mencionaste hoy en la cena, ¿Es cierto? –pregunta cariñosamente-

-Si. –digo en susurro-

-Sabes, que esto. –hace señas con sus manos- No es relajo.-

-Mate a dos personas inocentes. –digo bajo mientras esta me mira anonadada-

-¿Obligada? –dice preocupada mientras asiento- Hija... -esta se acerca y me abraza-

Comienzo a llorar, por primera vez en tanto tiempo dejo que alguien además de Kian me abrace. Con madrina me sentía segura, me sentía protegida. Asi se debe sentir lo más seguro con mamá, extraño los abrazo de mamá.

La Hija De La Boxeadora Donde viven las historias. Descúbrelo ahora