CRIMINAL (Xicheng)

XXIII

El alfa no esperó, rompió el vestido del menor sin cuidado alguno, y colocó después, un mechón del largo cabello del omega tras su oreja.

Jiang Cheng se encontraba sentado sobre su regazo, el alfa se había sentado de igual forma, y ambos se desvestían con el ruido de sus pesadas respiraciones inundando la habitación, mezclando las feromonas de los dos, el alfa por naturaleza, intentando predominar, pero el omega por ser Jiang Cheng, expulsando de la misma forma feromonas que envolvían al otro.

Las pupilas de estos se encontraban dilatadas, sus ojos completamente negros mientras era Jiang Cheng el que mordía el cuello del alfa sin abrir la piel, pero dejando una marca que duraría al menos algunos días.

Solo que para su sorpresa, justo después de que Xichen rompió sin cuidado alguno su corsé, y el soltaba del todo su cabello lo percibió.

Probablemente no se había dado cuenta antes porque el alfa en sí lo volvía un manojo de nervios y además de que su aroma no había sido tan expuesto como en este momento.

El menor se separó, con una divertida sonrisa ladeada, y con la atenta y brillante mirada del alfa sobre él, que se preguntaba el que le había parecido divertido al menor.

"¿Acabas de salir de tu celo?" -Aunque Jiang Cheng intentaba permanecer calmado, el agarre que tenía sobre su propio brazo enrollado alrededor del, en este momento, tibio, cuello del alfa, se afianzó ligeramente más, intentando no ser el primero en ceder a sus instintos, en cambió, rió divertido, y sorprendiendo a Xichen por aquello-.

El alfa se había sonrojado, al parecer el que Jiang Cheng lo supiera lo volvía vergonzoso. Pero aún así, la delicada risa del omega, lo hizo mirarle.

"¿Por qué no me lo dijiste?" -Xichen esta vez lo miró ligeramente sorprendido, mientras una gatuna sonrisa aparecía en el menor, podía notar como sus pupilas estaban completamente dilatadas, al igual que negras-.

El mayor no iba a permitir más las burlas del omega, que parecía tener otra preparada y por soltar o decir en la punta de la lengua.

Sin mucho cuidado, se levantó cargándole por el trasero, para después lanzarlo sobre la cama, Jiang Cheng entrecerró los ojos, pero no se quejó, solo gruñó en respuesta al sentir las manos del primer jade pasar por sus piernas hasta sus panties.

Sin romper el contacto visual, Xichen rompió la prenda en un pesado suspiro por parte del ojivioleta.

Jiang Cheng sintió una ligera ola de calor dentro de él, y su miembro comenzar a palpitar ligeramente al sentir el roce de los dedos del alfa.

Peor aún para el omega, que gracias a aquello ya comenzaba a sonrojarse, es que ya había comenzado a mojarse.

Dilatándose naturalmente.

Xichen terminó de desvestirse, y cuando notó al menor intentar quitar la largas botas que usaba, lo detuvo mientras bajaba su cabeza entre sus piernas.

Las pesadas respiraciones de ambos al igual que el mar de feromonas de la habitación era lo único que se apreciaba del todo.

Xichen introdujo el miembro del omega dentro de su boca, mientras Jiang Cheng gruñía en respuesta.

El placer comenzó a volverse cada vez mayor, incluso ni siquiera pudo evitar un gemido bajo y varias corrientes de placer subir por su cuerpo.

Y honestamente, el alfa parecía no poder soportarlo más. Al sentir más mojado al omega, introdujo un dedo de su mano libre, disfrutando del complicado rostro que el de los ojos púrpuras le daba, tenía los ojos cerrados y apretaba el edredón con tanta fuerza que sus nudillos ya habían tomado un ligero color blanco, así que con cuidado, introdujo un segundo dedo, y comenzó a mover más fuerte estos durante unos segundos.