CRIMINAL (Xicheng)

XXXII

Wei Wuxian sonrió grande, tanto que los presentes sonrieron al verlo hacer aquello.

Su mirada estaba completamente iluminada mientras veía hacia el final del pasillo. Lan Wangji  ya le esperaba ahí, perfectamente trajeado en rojo al igual que él, con cara de pocos amigos, y sin mostrar ninguna emoción a excepción de la brillante mirada que le dedicaba a su omega, sin siquiera molestarse a ver a alguien más.

La felicidad brotaba de su mirada, e incluso el aroma de ambos, dulce lo suficiente para que los presentes admiraran el amor verdadero entre ambos. Un cálido ambiente había dentro del lugar, al igual que en la pareja por casarse.

Fue como si todo lo demás dejara de existir, con solo ellos dos, mirándose el uno al otro como si lo demás fueran tan solo pequeños detalles, nada significante, y aunque no se unían por primera vez, y aunque para ellos no fuera tan necesario, el volverlo público, lo hacía más real para los presentes, más eterno.

El omega le guiñó el ojo a su alfa, que solo le miró de reojo mientras tomaba su mano, con un ligero sonrojo en sus oídos que solo Wei Wuxian notó.

La ceremonia empezó después de aquello.

Huaisang fue el primero en comenzar a llorar conforme avanzaba la ceremonia, mientras Jiang Cheng le pasaba un pañuelo de papel discretamente, que había preparado para el menor desde antes que comenzara el festejo.

Y después de que la pareja hiciera las tres reverencias de una boda tradicional, Lan Wangji se puso de pie, ayudando a su omega a levantarse e iniciando un largo beso, que Wei Wuxian finalizó después de lamer sin pena alguna su labio inferior.

Aunque los presentes comenzaron a aplaudir, no pudieron evitar la sorpresa al ver la escena, Jiang Cheng miró a Xichen que se encontraba del lado de su hermano, y el mayor solo sonrió en respuesta, disfrutando del ojivioleta al verlo rodar los ojos.

Después de que los recién casados salieran tomados de la mano, los demás comenzaron a salir, Jiang Cheng no supo como, pero Jin Guangyao empezó a hablar con él antes de que Xichen pudiera acercarse.

El camino al enorme salón de fiestas fue corto. No fue hasta que se sentó, que notó la presencia de los otros líderes de las siete familias, cada uno con sus respectivas parejas, que realmente, si no se prestaba demasiada atención, no notarían que son los líderes de estas, y no porque no lo pareciesen, sino por lo atractivos que eran ellos y sus compañeros de vida. 

Después de ver aquello, notó a alguien más, si se sorprendió ligeramente cuando notó a Liu Qingge llegar, los dos se miraron unos segundos, y solo hicieron un ligero asentimiento de cabeza sin decir nada, no había necesidad.

"¿Ese es Liu Qingge?" -El castaño que no se había separado de él principalmente para evitar a Mingjue, preguntó, mirando con, demasiada, curiosidad, al alfa que tomaba de la mano a su omega y caminaba a la mesa de los líderes del norte-. "Jiang Cheng, ¿todas tus parejas parecen modelos?"

"¿Por qué sigues abrazado a mi brazo?" -El menor sonrió ligeramente apenado, algo nuevo en él, y lo soltó con cuidado-. 

"Lo siento, intentaba impregnarme de tu aroma para pasar desapercibido"

"No puedes pasar desapercibido, además" -Después de una ligera pausa para darle una olfateada y notar su aroma un poco diferente al que regularmente tenía, no le quedó más que suspirar, y en un discreto movimiento, restregar su mejilla con la de él-. "Eres pésimo en esto, ya debes de oler menos a ti"

"Gracias" -Jin Guangyao sonrió hacia él sincero, parecía querer decir algo más cuando su expresión cambió al ver algo que no quería ver, Jiang Cheng supuso que a Mingjue, pero prefirió no decir nada-. "Iré a saludar a Zixuan, nos vemos en un rato"