XLVII

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De mala gana, tomó una ducha caliente intentando ignorar el dolor en el pecho y los propios estornudos que parecían no querer dejarlo. Recién había tomado un antigripal antes de preparar su ropa, así que tal vez tardaría unos minutos en hacer efecto. Aunque la ducha ayudó, tenía que admitir que no se sentía bien del todo, se duchó durante quince minutos antes de envolverse en una toalla para el cuerpo, y secar su cabello conforme volvía a su habitación.

Jiang Cheng estornudó fuerte, y gruñó después de eso mientras terminaba de vestirse.

Aunque el clima era malo, tenía intenciones de ver y despedirse de sus amigos antes de ver a Xichen, solo que no contaba con la horrible gripe que le había pegado en estos momentos, pero era lo suficientemente orgulloso como para ponerle algo de atención a la fiebre que tenía.

Su omega le pedía a gritos que se recostara y dejara pasar esta, al menos dos días, pero él no quería perder dos días, y ya había quedado de verse con sus amigos. Jiang Cheng incluso se detuvo un momento después de secar su cabello y abrigarse bien, y pese a que se sentía realmente mal, la idea de tener amigos le dio una cálida sensación en el pecho, era consciente de que los tuvo desde siempre, pero tal vez no los había notado realmente, sabía que estaban ahí, pero no que siempre estarían ahí.

En estos últimos meses había aprendido aquello, incluso su propio hermano que lo hacía enojar al menos una vez por semana, no lo dejaría solo. Era algo cursi incluso para él, pero los quería, y agradecía el que apoyaran lo que decidiera hacer.

Y por supuesto que no se los diría, primero los pateaba antes de algo así, pero si tendría la decencia de despedirse.

Se colocó algo de inhibidores para que no se notara el aroma amargo que desprendía gracias a la gripe, y tomó otro antigripal, que pareció surtir efecto más rápido, se sentía algo mejor mientras se colocaba sus guantes y tomaba el paraguas largo que tenía junto a la puerta.

Jiang Cheng aún así, sonó su nariz y limpió las incómodas lágrimas por culpa de la gripe, frente al espejo junto a la puerta no lucía tan mal, tal vez algo cansado, pero no muy mal a como se sentía.

Esta vez más tranquilo de no encontrarse a Xichen fuera de su edificio, salió por la puerta principal, entró a su auto, y condujo hasta la cafetería que a Huaisang le gustaba bastante, y que debía de admitir que no tenía mala comida.

Además de que hizo una lista mental de lo que haría entre hoy y mañana, después del desayuno con sus amigos, pasaría a ver a Yanli, y además de ir por Seth, asegurarse que su hermana estaba bien con todo lo ocurrido.

Esperaba ser el primero en llegar, así al menos tendría poco tiempo para pensar que les diría, no iba a dar explicaciones, pero esperaba tener un desayuno decente antes de decirlo.

Solo que Huaisang ya estaba ahí, viendo el menú con el ceño ligeramente fruncido y su abanico en una de sus manos, como si fuera un accesorio permanente en él.

Apenas se sentó junto a él, el menor elevó la vista sonriéndole grande. Jiang Cheng se preguntó sinceramente que tan poco había dormido su amigo, debajo de sus ojos se apreciaban perfectamente las ojeras entre púrpuras y oscuras, que solo era una señal de las pocas horas de sueño que tenía en él. O eso si había dormido algo en realidad.

"Hola Cheng Cheng" -El menor elevó ambas cejas divertido, y le entregó un menú-."Cómo tu mejor amigo, tengo todo el derecho a husmear tu vida, pero, como al fin y al cabo soy tú mejor amigo y no quiero ninguna de mis piernas rotas, prefiero preguntar"

"¿Qué hice con el cuerpo de Tao Kun?" -El castaño asintió, su mirada era con sincero interés y preocupación hacia el mayor, Jiang Cheng era consciente que aunque el rubio no le desagradaba, tampoco era algo que dejara sin dormir a Huaisang, a diferencia de él, no había respondido sus llamadas, se había ido en plena madrugada cargando un cuerpo, y conociéndolo, era complicado saber que haría con él, Jiang Cheng sabía como desaparecer un cuerpo sin pensarlo demasiado, entendía la curiosidad en el otro omega frente a él. Sin realmente querer hacerlo, y pasando sus dedos por el papel aplasticado que cubría la parte donde venían escritos los platillos en el menú, miró a su mejor amigo suspirando-. "Lo enterré donde se supone debía estar su cuerpo"

CRIMINAL (Xicheng)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora