Capítulo 14. Un paso a la amistad

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Era un buen momento para disculparse con ella, pero ¿Por qué hacerlo ahora? Sí, su arrepentimiento seguía impregnado en él, allí hincándose pidiendo que se disculpara con Hanna. Cuando la vio mojada por la lluvia y no le ayudó, estuvo por días culpándose, por él, Hanna ahora tenía un problema al respirar. Por dejar primero su inseguridad.

La verdad era difícil de explicar. Sin tan solo pudiera ser mejor persona, aunque si lo intentaba.

—¿Te parece bien si vamos juntos por Jonathan? —preguntó suavizando su voz, acercándose a ella cuando la vio bajar el último peldaño de las escaleras.

Después que Hanna se pusiera el abrigo, la esperó en el pabellón bajo y antes que se marchara al baño le pidió su mochila. El la cuidara para que no ensucie sus cosas con la tinta, pero el verdadero objetivo de Daniel se basaba en tener la maleta para que Hanna no escapara.

Y eso fue verdaderamente amable para ella. Sin conocer las otras intenciones.

Hanna estiró su mano hasta Daniel, acción que él no comprendió. Hanna levantó su ceja.

No entendía porque ella le pedía su mano.

Al ver que no reaccionaba, dijo con apresuró:

—Mi maleta Daniel. —aclaro con frialdad y percibió en sus palabras algo de furia. No tuvo más opción que darle su maleta con la suficiente amabilidad que le sobrara. Por dentro él ideaba cualquier excusa para detenerla hasta que ella dijo—¿Qué esperas? Camina.

No estaba enojada, ni irritada ... .estaba actuando estúpidamente cobarde con él. Esa razón se debía a que cierto grupo murmuraba en una esquina sobre ella y Daniel. Murmuraban como ratones y Hanna entendía eso, tenían mucho de qué hablar sobre la escena de él y Valeria. Pero cuando ella quería saber si le afectaría a Daniel se dio cuenta que el mismo ni oía...ciertos rumores.

Hola, dime mi amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora