Capítulo 4: ¿Qué se siente?

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Tomó el marco fotográfico y lo guardó en alguna cajonera. Esperaba así olvidarla. Como si eso hiciera milagros. Daniel seguía parado cerca del umbral y mientras volvía a su habitación vio una sombra de ella como si bailara.

El corazón se encogió en su pecho hasta caer de rodillas. Los latidos hacían eco en su cuerpo, el ruido externo quedó mudo a comparación de los latidos culpables. Y entre el silencio del pasillo, solo se oían sus sollozos.

Otro día encerrado en su casa... ya perdió incluso la cuenta de los días que lleva enfermo. Y también perdió la cuenta donde el virus se lo doy por desaparecido "o al menos eso suponían los medios". Nadie quería perder más. Una cura con efectos colaterales y una economía poco estable, el país buscaba mantenerse a flote. Se percató de que pronto las actividades comunes tomarían su lugar; eso incluía sus clases y su proyecto que se vio interrumpido. Sería tiempo de retomarlo.

Cuando recuperó la fuerza de sus piernas, corrió a su cuarto y acercó su celular para apreciarla en videos, para que todo fuera menos real.

Hasta que vio su bandeja de mensajes.

El chat con Jonathan se mantenía repleto de mensajes y al final uno de Valeria que le hizo sobresaltar y no dudo en abrir para saber qué contenía.

Hola, dime mi amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora