ɪɴꜰɪᴇʟ (ᴡᴀɴɢxɪᴀɴ)

Capítulo 25

11 años después

Lan SiZhui

—No puedes estás aquí, tú no tienes derecho a buscarlo ahora — ese era mi papá Wei Ying, discutía con alguien, una mujer creó.

—Es mi hijo —¿Qué? ¿Quién era su hijo? ¿Yo?

—Es mío, mi hijo, vete por favor — papá sonaba desesperado, y yo solo quería ver el rostro de la mujer.

—Quiero verlo —ahora ella lloraba.

—Vete...

Todo se convertía en un escenario brumoso, papá iba a decir su nombre y no podía escucharlo o recordarlo.

—SiZhui despierta, tienes clases —¿eh?

Desperté, otra vez aquel sueño recurrente, de una escena que nunca viví.

—¿Papá?

—¿Quién más? —se encogió de hombros — Lan Zhan te dará tus nalgadas si no estás listo para que te lleve al instituto.

—Si, voy — me apuré —oye pa, tuve un sueño extraño.

—¿Sí? ¿De que iba? — preguntaba mientras recogía mi ropa sucia, hoy era día de lavado.

—Estabas tú y una mujer, en mi sueño discutías con ella, le decías: "es mío, mi hijo, vete por favor" — de pronto su postura relajada se convirtió en una tensa —¿todo está bien?

—Si — se recompuso — ve a desayunar rabanito.

—Si — ¿había dicho algo malo?

Mi padre nos esperaba en la cocina, él era el chef designado por unanimidad, papá Wei Ying no podía hacer nada sin quemarlo un poco.

—Buenos días SiZhui.

—Buenos días — tome mi plato para servirme desayuno —¿papá esta bien?

—¿Le sucede algo a Wei Ying? — el tono preocupado no me sorprendía, ellos eran el vivó ejemplo de un amor demasiado apasionado, ambos se preocupaban el uno por él otro, procurándose siempre.

—Le comenté de un sueño que tuve y su semblante cambio.

—Wei Ying se preocupa mucho por ti — soltó un suspiró.

—Solo fue un sueño papá, nada fue real — le reste importancia.

—Mmh — miró su desayuno — iré por Wei Ying, desayuna.

Que extraña mañana.

-n-

—¡A-Ling! No corras tan rápido — ese era como siempre JingYi.

Y Jin Ling, tan hermoso como siempre.

—SiZhui — se aventó a abrazarme dejando atrás a su JingYi — ¿Cómo estás?

—Bien — acaricie su rostro —¿Cómo estás tú?

—Bien, ahora que te veo — se sonrojo tiernamente.

Iba a besarlo, pero JingYi nos interrumpió.

—Si, claro tortolitos, hagamos mal tercio — se quejo JingYi al llegar.

—Deja de llorar como niña JingYi — lo reto A-Ling, siempre se llevaban de ese modo —hasta en la casa eres así.

—Eres un insufrible ... — guardo silencio, eso quería decir que mi padre había llegado.