ɪɴꜰɪᴇʟ (ᴡᴀɴɢxɪᴀɴ)

Capítulo 31 (Final parte 1)

Wen Qing

El mensaje llego más rápido de lo que esperaba, me faltaba comprensión para poder compilar el hecho de lo que sucedería en unas horas, esperaba con brevedad que pasara rápido y ya está.

Quería que ya fuese mañana, porque para mañana todo habría terminado, pero tal vez mañana no llegue para mí, no sabía definir el miedo a morir, supongo que todos lo tendríamos, hasta el más valiente de los hombres, hasta mi padre, quien me obligo a casarme joven.

Tal vez me daba más miedo que los dañaran a ellos, a mis hijos.

—Quería escuchar tu voz — porque su voz me daba fuerzas.

—¿Estás bien? — tan ronca y tranquilizante —me enteré de lo de XingChen.

—Está en coma, él lucha — mordí mi labio inferior — se que estará bien.

—Que alivio, tomaré un avión para ir a verlos — guardo silencio — a ambos.

—No sé si llegues a tiempo — me senté en mi sala, y observe con detenimiento la mesa del centro, donde había un arma —solo quería decirte que su no llego a regresar, la llave de mi apartamento en Gusu se encuentra debajo de una maseta, y que todo lo que puedo decir está en mi escritorio.

—No entiendo — siempre usaba aquel tono conmigo, preocupado y atento —¿Sucede algo?

—Él la tiene — no quise sonar desesperada — y me quiere a mí y a otra persona, pero ese no es el punto, solo quiero que sepas que de lo único que me arrepiento es de no escogerte a ti, en aquel momento, cuando aún éramos jóvenes, pienso que pudimos ser felices, tener hijos, ya sabes.

Limpie las lágrimas que empezaban a caer.

—Sabes que te amo — él siempre entendía, sabía que no debía insistir — no es una despedida, ambos merecemos un final feliz. Te estaré esperando.

—Siempre lo haces, pero quiero que no me esperes más, puede que no regresé — cerré los ojos con insistencia, en algún punto tenía que controlarme — todo estará bien.

—Wen Qing — aparto momentáneamente el celular de su oreja y respiro con profundidad.

—También te amo —colgó.

Tomo el arma, las llaves de su auto y se dirigió al único muelle cerca de Gusu.

Sabía que la policía llegaría tarde.

-n-

Wei Ying

—Seguimos buscando — aquella amable mujer me estaba exasperando, repetía aquella frase tan recurrentemente que me estaba molestando más — no sabemos quién está ayudándole, pero le prometo que daremos todo a nuestro alcance.

Asentí, no quería gritar a nadie.

Salí de la estación de policías, tomé un respiro, me encontraba desesperado de miedo, ahogando el grito en la calma falsa que traía en la cara, mi cuerpo estaba lleno de miedo por mi hijo.

Mi celular vibro, una llamada, un número desconocido.

—¿Sí? — miré al cielo, esperando algo.

—Tu bella voz siempre mejorándome mis momentos oscuros.

—Wen Chao — lo sabía, y creó que lo esperaba.

—Exacto, como lo esperaba de mi amor —sonaba tan trastornado —espero que Lan WangJi este muy muerto.

—¿Dónde está mi hijo? — no contestaría sus provocaciones.